"La vida, como la fotografía, consiste en positivar lo negativo"
Mayo de 2023
Activar sonido
Oeste de EE.UU.
Caravana fotográfica por el far west
La icónica imagen del Monument Valley popularizada en los westerns de John Ford.
Tras regresar del maravilloso viaje a Islandia, en junio de 2022, comenzamos a hablar de organizar otro gran viaje para el año 2023. Surgieron algunos candidatos: Sudáfrica, Namibia, Canadá... Pero, finalmente, fue el oeste de los EE.UU. el que se llevó "el premio". Un viaje que, arrancando en la ciudad de San Francisco, nos llevaría a ver algunos de los grandes Parques Nacionales de la costa oeste: Yosemite, con sus cascadas, secuoyas y la mítica montaña llamada "el Capitán"; Inyo National Forrest con sus pinos milenarios de la especie Bristlecone (Pinus longaeva); el inquietante Death Valley (Valle de la Muerte); el Valle del Fuego, con sus formas increíbles; Bryce Canyon, con sus farallones mágicos; Antelope Canyon, una escultura natural; Monument Valley, el eterno decorado de los westerns y... Como no, la joya de la corona, el Gran Cañón del Colorado, para acabar en "la ciudad del pecado", Las Vegas. Desde allí regreso a casa. Este es el Diario de Viaje de esta apasionante aventura por las tierras del "far west", atravesando las Montañas Rocosas por las crestas de la Sierra Nevada y el territorio de la tribu de los indios navajo. Acompáñame en esta nueva lectura donde se narra, lo acontecido día a día, por tierras americanas. ¡¡ Vamos !!
Al liberarse de su “tutor” inglés, los colonos americanos consiguieron cumplir el sueño de convertirse en una república, a la que dieron vida con la Constitución de 1787. Posteriormente entre 1861 y 1865, la Guerra de Secesión, entre el norte (unionistas) y el sur (confederados), forjó un país en el que tribus nativas, blancos, afroamericanos, hispanos y asiáticos, reflejan la atracción por el llamado “sueño americano”.
Pero, antes de todo eso, América del Norte ya estaba poblada por tribus autóctonas. Tribus del pueblo navajo, apache, shoshone, paiute, etc., que tuvieron su primer contacto con el "hombre blanco" tras la llegada de los españoles allá por 1513, cuando Ponce de León puso el pie en Florida.
Bandera de EE.UU.
La bandera de Estados Unidos es conocida como la bandera de las “barras y estrellas”. Está formada por 13 franjas horizontales (7 rojas y 6 blancas), que representan a las 13 primeras colonias fundadas en 1775. En la esquina superior izquierda, sobre fondo azul, 50 estrellas representan a cada uno de los estados actuales que componen la nación.
Escudo de EE.UU.
Los emblemas nacionales de cada territorio muestran características de lo que son sus valores. Por ello, es interesante conocer un poco la historia y significado de cada uno de esos elementos. Estados Unidos posee una simbología famosa que lo distingue y representa. Todos alguna vez hemos visto el águila calva asociada como su símbolo irrefutable, simbolizando la supremacía del país. El número trece se repite en varios de los elementos como representación de las antiguas trece colonias. Trece hojas de olivo, reminiscencia de la paz, acompañan las trece flechas del poder militar. De igual forma, sobre la cabeza del águila se observa de nuevo trece estrellas blancas en un fondo azul. Este escudo contiene una frase en latín: E pluribus unum, que significa “En muchos, uno”.
Detrás del águila calva, en el reverso de este escudo, podemos encontrar una simbología igual de rica y variada. Es el llamado "sello". El elemento central de la parte posterior es una pirámide conformada por trece escalones. La punta de la pirámide está rodeada de un halo de luz que simboliza la gloria. Y en su base está escrito el año 1776 en números romanos. En esta parte también están representados dos lemas en latín que llaman la atención a todo el que lo ve. Están ubicados en la parte superior e inferior del escudo. Primero se puede leer: Annuit Cœptis que significa «Aprobar las cosas que se han iniciado». Y, en la parte inferior, se lee: Novus Ordo Seclorum que se traduce a “Nuevo Orden de los Siglos”.
Sello de EE.UU.
Reflexión:
Esta es la literatura que nos venden... El país de las oportunidades, el gran sueño americano... Pero, después de pasar unos días recorriendo sus entrañas, me he dado cuenta de que siguen anclados en su arcaica Constitución, con un sistema liberal que favorece al más rico y discrimina al más pobre. El concepto de la propiedad privada está exacerbado y se observa por donde quiera que vas. Pueblos minúsculos, fáciles de gestionar por cualquier sistema progresista, se ven sin urbanizar, sin espacios públicos como parques para pasear, sentarse a leer un libro o jugar con los niños... Cada localidad que cruzábamos en nuestro periplo, era un calco de la anterior, hasta el punto de perder la noción de dónde estábamos... Una carretera, con una hilera de casas a cada lado, ha sido el paisaje urbano que nos hemos encontrado cada día, desde la Bahía de California, hasta los desiertos más desolados de Utah. El coche se convierte en un elemento clave para poder moverte, porque el transporte público -fuera de las grandes ciudades- es inexistente. Extensas zonas, llenas de caravanas, forman pueblos itinerantes de un grupo amplio de población al que no le llega para comprarse una vivienda. Por no hablar de los barrios de mini-casas que tan de moda se están poniendo... Todo eso lleva a pensar que el poder adquisitivo de la clase media es bastante inferior al de Europa. Tan solo el bus escolar y un pequeño parque de bomberos eran los servicios públicos ofrecidos. La sanidad pública casi no existe, si desgraciadamente te ves afectado por una enfermedad grave, y no tienes un seguro privado, es fácil que te arruines o que acabes muriendo por falta de atención médica. Y en nuestro país, los que votan a la derecha, están consiguiendo desmantelar ese gran logro que es la sanidad pública... ¡¡ Estamos locos !!
Yo, personalmente, nunca cambiaría su forma de vida por la nuestra...
El recorrido :
Mapa del recorrido de nuestro viaje por el oeste americano.
Geográficamente, encontramos al este los Apalaches, las montañas más antiguas; al oeste, las más jóvenes de todas, las Rocosas. Todas ellas enmarcan los grandes valles centrales regados por las cuencas de los ríos Misissipi, Misouri y Colorado. Con respecto a las montañas, en los Apalaches la montaña más alta es el Monte Mitchell (2.037m) y en las Rocosas el Monte Whitney (4.420m) sito en Sierra Nevada. Pero, el pico más alto de EE.UU. es el Monte Mc Kinley (6.194m) sito en Alaska.
El oeste, zona que nosotros visitamos, está marcado por cañones imposibles compuestos por una variedad infinita de formas y colores y labrados en la roca a través de millones de años.
Recorrido:
Día 30 de mayo : Vuelo Donostia - Madrid - Barcelona - San Francisco
Día 31 de mayo : San Francisco
Día 01 de junio : San Francisco
Día 02 de junio : San Francisco - Oakhurts
Día 03 de junio : Oakhurts - Bishop
Día 04 de junio : Bishop - Inyo Forest - Bishop
Día 05 de junio : Bishop - Overton
Día 06 de junio : Overton - Kanab
Día 07 de junio : Kanab - Bryce Canyon - Kanab
Día 08 de junio : Kanab - Page
Día 09 de junio : Page - Colorado Grand Canyon - Page
Día 10 de junio : Page - Monument Valley - Page
Día 11 de junio : Page - Las Vegas
Día 12 de junio : Vuelo Las Vegas - Calgary - París (CDG)
Día 13 de junio : Vuelo París (ORY) - Biarritz
En nuestro recorrido, que se alargó hasta los 4.100 Km, tocamos cuatro estados: California, Arizona, Nevada y Utah.
Bandera de California.
California:
Su capital es Sacramento y su ciudad más poblada, Los Ángeles. Se ubica en la región oeste del país, división Pacífico, limitando al norte con Oregón, al este con Nevada, al sureste con el río Colorado que lo separa de Arizona, al sur con Baja California (México) y al oeste con el Océano Pacífico. Con 39.538.223 habitantes, según el Censo de los Estados Unidos de 2020, es el estado más poblado y con 423 970 km², el tercero más extenso, por detrás de Alaska y Texas.
Fue admitido en la Unión el 9 de septiembre de 1850 como el estado número 31. La zona estuvo poblada desde hace milenios por los nativos americanos antes de las primeras expediciones europeas en el siglo XVI. Estos pobladores se repartían en 105 pueblos indígenas americanos que hablaban los idiomas de seis familias lingüísticas diferentes. La Corona española colonizó las áreas de la costa del territorio en 1769 antes de que este pasara a formar parte de México tras la Guerra de la Independencia de México (1810-1821). California fue parte del territorio mexicano hasta la guerra entre México y los Estados Unidos (1846-1848). Al término de la guerra y como condición para la paz, la República Mexicana fue obligada a ceder el territorio a los Estados Unidos en el Tratado de Guadalupe Hidalgo. La Fiebre del Oro en el período 1848-1849 provocó una inmigración de 90.000 estadounidenses procedentes del resto del país, así como gran cantidad de chinos.
Bandera de Arizona.
Arizona:
Su capital y ciudad más poblada es Phoenix. Está ubicado en la región Oeste del país, división Montañas Rocosas. Limita al norte con Utah, al noreste con Colorado, al este con Nuevo México, al sur con Sonora (México), y al oeste con el río Colorado que lo separa de California y Nevada. Con 295 000 km² es el sexto estado más extenso. Fue el tercero más tardío en ser admitido en la Unión, el 14 de febrero de 1912, como el estado número 48, por delante de Alaska y Hawái, el último en entrar.
Se ubica sobre la Sierra Madre Occidental, y por su territorio discurre el río Colorado que forma el famoso Gran Cañón, al norte del estado. También son famosos sus paisajes desérticos y sus cactus. La mayor parte del estado está escasamente habitado ya que la población de Arizona se concentra en dos centros urbanos: Phoenix y Tucson.
Miles de años antes de la llegada de los primeros europeos, pueblos indígenas vivían en la región donde actualmente se localiza Arizona. Hoy aún existe una población importante: se estima que unos 280.000 indígenas viven en Arizona, repartidos por las numerosas reservas indias del estado. En un principio, Arizona fue colonizada por España, pasando a control mexicano en 1821, cuando México se independizó de España. En 1848, con el fin de la intervención estadounidense en México, la mayor parte de Arizona (al norte del río Gila) pasó a manos estadounidenses. El presidente Santa Anna de México vendió lo que se convertiría en la parte sur del Estado en la Venta de La Mesilla en 1853.
Bandera de Nevada.
Nevada:
Su capital es Carson City y su mayor ciudad es Las Vegas, famosa por sus casinos y la legalización del juego. Está ubicado en la región Oeste del país, división Montañas Rocosas. Limita al noroeste con Oregón, al noreste con Idaho, al este con Utah, al sureste con Arizona (parte de esta frontera la forma el río Colorado) y al oeste y suroeste con California. Con 286.351 km² es el séptimo estado más extenso con una densidad de 9,43 hab/km².
Fue admitido en la Unión el 31 de octubre de 1864, como el estado número 36, en plena Guerra de Secesión; ello le ha valido el apodo de "el estado nacido en la batalla". Posee las mayores tasas de crecimiento demográfico —66,3% entre 1990 y 2000— de todo Estados Unidos, en gran medida gracias a la gran inmigración de mexicanos. No obstante, la mayor parte de Nevada está casi despoblada. La mayoría de la población del estado se concentra en los núcleos urbanos de Las Vegas, Henderson y Reno.
Los primeros exploradores europeos en explorar la zona de Nevada fueron los españoles, quienes le dieron el nombre de Nevada, a causa de la nieve que cubría los montes en invierno. Fue parte del Virreinato de Nueva España hasta 1821, fecha de la independencia de México, pasando a formar parte de ese país. En 1848, con el final de la Guerra entre México y Estados Unidos, pasa a formar parte del territorio estadounidense.
Durante la década de 1870 se encontraron en Nevada grandes yacimientos de plata, lo que le valió el apodo de The Silver State. Actualmente, la minería aún posee cierta importancia en su economía, aunque mucho menos que antaño. Además de plata, es un gran productor de oro, petróleo y arena. Sin embargo, en la actualidad la mayor fuente de ingresos es el turismo (Las Vegas y Reno).
Bandera de Utah.
Utah:
Su capital y ciudad más poblada es Salt Lake City. Se ubica en la región Oeste del país, división Montañas Rocosas. Limita al norte con Idaho, al noreste con Wyoming, al este con Colorado, al sureste con Nuevo México, al sur con Arizona y al oeste con Nevada. Tiene una densidad de 12,57 hab/km². Fue el sexto más tardío en ser admitido en la Unión, el 4 de enero de 1896, como el estado número 45.
Utah es uno de los centros de transporte y telecomunicaciones más importantes del oeste estadounidense. Su capital es un importante centro financiero y comercial. La industria de manufactura y de alta tecnología son también importantes fuentes de renta del estado, así como la agricultura y la ganadería. Posee un sistema de educación y de salud nacionalmente renombrado. La principal fuente de renta, sin embargo, es el turismo. Sus bellezas naturales atraen al estado a millones de turistas cada año. Estas atracciones van desde grandes cadenas de montañas propicias a la práctica del esquí (en 2002 se celebraron en Utah los Juegos Olímpicos de Invierno) y de rocas que debido a la acción de la erosión fueron excavadas formando «puentes» rocosos, hasta el Gran Lago Salado - el mayor lago al oeste del río Misisipi, y que es cuatro veces más salado que el agua de mar -. Gran parte del estado posee un aspecto y un clima desértico.
Su historia está marcada por la gran presencia de los mormones. Cerca del 60 % de la población de Utah son miembros de esta asociación religiosa, cuya sede central se encuentra en Salt Lake City. En 1848, por el Tratado de Guadalupe Hidalgo, Estados Unidos se anexionó Utah, después de su victoria sobre México durante la intervención estadounidense en México. El Congreso estadounidense creó el Territorio de Utah en 1850 —dando nombre al territorio por la tribu amerindia ute, 'pueblo de las montañas', que vivía en la región.
Toma nota:
Todos los billetes de EE.UU. tienen el mismo tamaño, independientemente de su valor. Miden: 2,61 x 6,14 pulgadas.
Los más usados son los de 1, 5, 10, 20 y 50. Los de 2 no los llegamos a ver y prácticamente no se usan. Los de 100 tampoco se usan cotidianamente. Cada billete lleva la imagen de algún personaje histórico de EE.UU.
1 € = 1,1 $
(30/05/2023)
001$ / George Washington y El gran sello de los Estados Unidos de América
002$ / Thomas Jefferson y La Declaración de Independencia
005$ / Abraham Lincoln y El Monumento a Lincoln
010$ / Alexander Hamilton y El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos
020$ / Andrew Jackson y La Casa Blanca
050$ / Ulysses S. Grant y El Capitolio de los Estados Unidos
100$ / Benjamin Franklin e Independence Hall
Respecto a las monedas, las más usadas son 1, 5, 10 y 25 centavos. La de medio dólar no se usa, no vimos ninguna y la dorada de 1$ tampoco.
001c/$ / 1 penique: Abraham Lincoln y El Monumento a Lincoln (zinc)
005c/$ / Thomas Jefferson y Monticello (aleación níquel y cobre)
010c/$ / Franklin Delano Roosevelt y Antorcha (aleación níquel y cobre)
025c/$ / 1/4$: George Washington y Emblema USA (aleación níquel y cobre)
050c/$ / 1/2$: John F. Kennedy y Sello Presidencial (cobre chapado en plata)
001 $ / Sacagawea y Águila calva (aleación manganeso y latón)
Billetes y monedas de curso legal de EE.UU.
Cronología:
Desde el 17 de febrero, fecha que reservamos los vuelos, hasta el día de arrancar, se hizo bastante largo. Tras reservar los vuelos, comenzamos con la documentación…
-
Permiso de entrada (visado por turismo o negocios para estancia máxima de 90 días) Se llama ESTA y es un permiso que se obtiene on-line en la página www.cbp.gov y que cuesta 20$.
-
Permiso internacional de conducir 10€ en la Delegación Provincial de Tráfico.
-
Hoteles, yo trabajo casi todo con BOOKING
-
Alquiler coche desde la página www.carflexi.com nos decidimos por una oferta de la compañía ALAMO.
-
Seguro de viaje con asistencia médica, en USA ya se sabe…
-
Entradas para Antelope Canyon y viaje en helicóptero por el Gran Cañón… (se agotan enseguida).
-
Entradas para ver la exposición fotográfica de Ansel Adams en San Francisco (nos coincidió poder ver al maestro del blanco y negro).
-
El National Pass, para entrar en todos los parques nacionales durante un año, decidimos sacarlo in-situ, ya que, no hay modelo on-line y enviarlo físicamente salía más caro que pagar la entrada de cada parque a visitar.
Con todo atado, sólo quedaba encomendarse a todos los dioses para que la climatología no estropease, aún más, las condiciones de las carreteras en Yosemite y alrededores.
-
15/04 : estaba cerrado el acceso al P. N. de Yosemite y los pasos de montaña en Sierra Nevada.
-
20/04 : se abría Yosemite pero no Mariposa Grove.
-
18/05 : Yosemite y Mariposa estaban abiertos, pero, Tioga Pass (120), Sonora Pass (108), así como la carretera 4 permanecían cerradas.
-
29/05 : las carreteras 120, 108 y 4 continuaban cerradas, así que, cogeríamos la 88 más al norte para llegar a la 395 para ir a Bishop.
Estado de la carretera 120 en Tioga Pass a mediados de mayo.
Pero... No os entretengo más. Demos paso a la aventura... Os invito a uniros a nuestro convoy y cruzar las tierras del oeste con nosotros. Preparad vuestras alforjas, caballos y carretas... ¡¡ La caravana arranca !!
Donostia - Madrid - Barcelona - San Francisco
Nos reunimos a las 07:15 en el portal de mi casa. En un principio, cuando reservamos los vuelos, mi idea era volar con Vueling desde Donostia a Barcelona a las 08:30 y coger el vuelo de las 14:15 con Iberia-Level, directo a San Francisco.
Teníamos tiempo de sobra para recoger las maletas y volver a facturar... Pero Jesús quería facturar en San Sebastián y que las maletas fuesen directas a San Francisco, así que, hablamos por teléfono con Iberia y nos dieron la opción de reservar los vuelos de esta manera EAS-MAD y MAD-BAR, enlazando así las facturaciones con BAR-SFO.
Quedamos con nuestra amiga Tina para que nos llevase hasta el aeropuerto a coger el avión hasta Madrid y allí enlazar con el vuelo a Barcelona, desde donde partiríamos con destino a San Francisco.
Bueno, un gran paseo por la península, pero, así se decidió. El asunto es que llegamos al aeropuerto y nos dijeron que sólo nos facturaban hasta Barcelona. Que allí debíamos recoger las maletas y volver a facturar… ¡¡ Menuda putada !! Antes de iniciar el viaje ya teníamos serios problemas, ya que, prácticamente no había tiempo para esa operación. Además, por si fuera poco, el vuelo salió con algo de retraso. La información errónea de una persona nos podía costar todo el viaje...
Iberia /Airbus 320 / IB0499 / EAS – MAD : salida 09:20 / llegada 10:25 cierre de puertas 09:05 h
En Madrid no hubo problemas para embarcar, pero, se acumuló más retraso y despegamos a las 11:50…
Iberia / Airbus 320 / IB3012 / MAD – BAR : salida 11:30 / llegada 12:50 cierre de puertas 11:15 h
Según pasaba la mañana los ánimos se caldeaban y cada vez era más evidente que no íbamos a llegar al embarque del último vuelo. Llegaríamos a Barcelona sobre las 13:00 h. Era materialmente imposible pasar por la cinta, facturar y pasar el control de seguridad de Barcelona en tan sólo ¾ de hora... Hablamos con la sobrecargo del vuelo y nos dio una posible solución, la única viable que ella veía...
.- Coged las maletas de la cinta, sacad los líquidos que llevéis para que estén a la vista y pasad directamente por el control de seguridad, sin facturar. Es la única forma de que lleguéis a tiempo. La tripulación ya se encargará de meter el equipaje en la bodega… El equipaje saldrá por la cinta número 15 y la puerta de embarque a San Francisco es la D16…
Toda información era importante…
Iberia-Level / Airbus 330 / IB2621 / BAR – SFO : salida 14:25 / llegada 17:55 cierre de puertas 14:05 h
Pues así lo hicimos; Eran las 13:15 cuando entrábamos en la zona de cintas, cada minuto se hacía eterno, pero, las maletas no salían… ¡! Por fin asomaban !!
Luego, corrimos como posesos desde la cinta del equipaje hasta el control de seguridad. Allí, le comentamos a una de las auxiliares nuestro problema y nos abrió paso para meternos directamente a las cintas. Sacamos líquidos y pusimos las maletas para pasar el escáner. A mí, por si la tensión era poca, me hicieron el control de drogas... ¡¡ Dos veces ¡! Yo alucinaba... ¿¡¡ Qué más podía pasar !!?
Rápidamente recogimos todo y bajamos a la planta de inferior, corrimos pasillo arriba, sin aliento, dándolo todo y...
¡! CONSEGUIDO ¡! Unos minutos antes de cerrar la puerta de embarque allí estábamos... ¡! Que stress ¡!
Finalmente volaríamos a USA.
Las tarjetas de embarque de los tres vuelos.
Toma nota:
.- Si en alguna ocasión andáis AL LÍMITE de horario... Sabed que, como última alternativa, sacando los líquidos de la maleta que ibais a facturar, podéis pasar por el control de seguridad e ir directamente a la puerta de embarque. Eso sí, las cosas que pensabais llevar de más de 100 ml dadlas por perdidas.
Sentados en el avión, recuperando el aliento, el Comandante anunció el vuelo…
.- Buenas tardes señoras y señores. Las condiciones de vuelo son buenas. Volaremos sobre Bilbao, iremos hacia el norte y entraremos por Canadá, por la zona de los Grandes Lagos. Bajaremos hacia Salt Lake City y, desde allí, entraremos a San Francisco… En total 12 horas de vuelo para cubrir los 9.615 Kms de distancia.
Después de un par de horas, el avión volaba a 10.058 m de altura y a una velocidad de 887 Km/h. Luego, sobre volando el Océano Atlántico alcanzamos 10.365 m y 956 Km/h. En algún punto llegamos a alcanzar los 11.850 m de altura. El tiempo cambió y rachas de viento movían la nave. Rosa pasó un mal rato...
A las 17:45 hora local, llegamos a San Francisco. Eran las 02:45 horas de la madrugada en España. Ahora tocaba otro de los momentos de tensión… ¡! Pasar la aduana de EE.UU. ¡!
Rosa entrando en los EE.UU. de América.
El puente de San Mateo que cruza la bahía hasta Oakland.
Recorrimos los pasillos y llegamos a la zona. Una fila eterna para llegar al control de pasaportes que tardamos en recorrer cerca de ¾ de hora. Llegó nuestro turno. Pasamos juntos Rosa y yo. Un hombre asiático nos pidió los pasaportes y, cuando vio España, nos chapurreó en castellano lo que teníamos que hacer...
.- Foto de cara; "hora" cuatro dedos una mano; "hora" pulgar misma mano… "Hora" mismo... Cuatro dedos otra mano; "hora" pulgar… Miró los pasaportes, comprobó algo en el ordenador (me imagino que el visado llamado ESTA) y nos dio el OK...
.- Pasar –nos dijo.
¡! Ya estábamos en los Estados Unidos ¡!
Recogimos las maletas y salimos del aeropuerto para coger un taxi que nos llevase al hotel. Nos costó 75$. Luego, check-in y a darnos una merecidísima ducha. Estábamos todos molidos.
La tarjeta y los datos del hotel de San Francisco.
Más tarde, salimos a cenar algo a un restaurante griego de nombre Souvla que estaba cerca del Hotel Súper 8 donde estábamos alojados, a 15 minutos del Golden Gate Bridge. Dos enormes ensaladas nos costaron 23,90$ por pareja. Después, regresamos al hotel. Rosa se quedó en la habitación y yo salí a ver el Palacio de Bellas Artes y el famoso Golden Gate. Estaba muy cansado, pero, la ilusión por ver el puente me hizo llegar hasta allí. Unas fotos (nada buenas debido al cansancio) y luego regreso al hotel. Era hora de un merecido descanso.
El Golden Gate desde el Paseo Marítimo.
San Francisco es una ciudad que ocupa la cuarta posición de ciudad más poblada del estado de California, con una población de aproximadamente un millón de habitantes. Abarca una superficie territorial de 121 km². Fue fundada por colonos españoles en 1776, concretamente por el explorador español Juan Bautista de Anza quien construyó la prisión (fortaleza) y fundó una misión en honor a San Francisco de Asís, en lo que hoy es el Golden Gate Park. San Francisco perteneció al Virreinato de la Nueva España hasta la independencia de México en 1821. Tras la intervención estadounidense en México entre 1845 y 1848, la ciudad y el resto de la Alta California pasaron a ser territorio estadounidense.
En 1848 "la fiebre del oro" trajo un período de rápido crecimiento, pasando de 1.000 a 25.000 habitantes en un año, lo que convirtió la ciudad en la más grande de la costa oeste en aquella época. Después de haber sido devastada por el terremoto e incendio de 1906, San Francisco fue rápidamente reconstruida. Durante la Segunda Guerra Mundial, la ciudad fue el puerto de embarque de miles de soldados que partían hacia la guerra del Pacífico. Tras la contienda, la confluencia de los militares que regresaban, la inmigración masiva, las actitudes liberales y otros factores dieron lugar al denominado "Verano del Amor" y los movimientos en favor de los derechos de los homosexuales, consolidando a San Francisco como un bastión liberal en los Estados Unidos.
San Francisco es un destino popular para el turismo. Entre otras cosas, el puente Golden Gate, el edificio Pirámide Trans-América, los tranvías que recorren sus empinadas calles, su arquitectura y su barrio chino, popularmente llamado Chinatown, son algunas de sus atracciones. La ciudad también es un importante centro financiero.
San Francisco
Con el cuerpo “del revés”, me desperté a las 03:30 hora local, sin saber, en realidad, en qué hora se movía mi organismo... Me volví a quedar dormido hasta las 07:00 cuando, insensible e impasible, sonó el cruel despertador.
Rosa también había dormido mal, el sueño cambiado... Cosas del jet-lag. A primera hora el termómetro marcaba 11ºC, pero, se intuía que el día iba a ser caluroso. Tras una ducha, desayunamos en la habitación. Nuestros amigos también habían dormido mal. Se habían despertado muy temprano y salieron a dar una vuelta por el Paseo Marítimo, frente al Golden Gate en la Bahía de San Francisco.
Nos reunimos en la puerta del hotel a las 08:45 y arrancamos la jornada volviendo hacia la costa para llegar hasta la parada del bus turístico, llamado Big-Bus. El inicio de la ruta está en Fisherman´s Wharf. Cruzamos por Fort Manson, viendo en el centro de la bahía la famosa Isla de Alcatraz.
A media mañana el mercurio marcaba 60º Fahrenheit (28ºC) y el cielo estaba cubierto, de ese tono plomizo que deja unas fotos planas, sin contrastes…
Sabías que...
Durante miles de años, antes de la guerra de secesión de los EE.UU., Alcatraz era un peñasco escarpado habitado por aves marinas. El explorador español Juan de Ayala navegó por la bahía de San Francisco en 1775 y cartografió puntos de referencia prominentes. Llamó a una de sus islas "Isla de los Alcatraces" debido a que, estas aves, eran abundantes en aquel peñasco. Fue así que, con el paso del tiempo, este nombre, acortado y anglicanizado, fue atribuido a lo que hoy llamamos Isla de Alcatraz.
Conocida como The Rock (la roca), tiene una historia de muchas capas: santuario de aves, primer faro en la costa oeste, fortaleza de la Guerra Civil, prisión militar, prisión federal y el lugar de nacimiento del movimiento American Indian Red Power.
Aunque pasó a la historia como cárcel, tanto la isla como la ciudadela que construyeron sobre ella a principios de la década de los cincuenta del siglo XIX tenían en sus orígenes una función defensiva, para contribuir a la protección de la entrada de la bahía. Ha tenido huéspedes famosos y ha sido protagonista de intentos de fuga espectaculares que, posteriormente, sirvieron de inspiración para películas de Hollywood.
La Isla de Alcatraz.
Sus muros acogieron a criminales como los gánsteres Al Capone y James Joseph “Whitey” Bulger o el ladrón y contrabandista George “Machine Gun” Kelly. En las casi tres décadas que funcionó como prisión, hubo 14 intentos de fuga en los que estuvieron involucrados 36 prisioneros. Hace 60 años que la prisión de máxima seguridad de Alcatraz cerró sus puertas definitivamente como penitenciaría.
Luego, pasamos por los viejos almacenes de los chocolates Ghirardelli. Su fundador fue Domenico, aunque era conocido como Domingo Ghirardelli. Nació en Italia, pero emigró joven a Sudamérica, primero a Uruguay y más tarde a Perú. Desde allí, durante la época de la fiebre del oro, viajó a San Francisco, ciudad en la que comenzó abriendo una tienda. En su primer negocio, junto a otros productos, vendía chocolates. Terminó fundando su fábrica de chocolate y una de las compañías chocolateras más importantes de Estados Unidos.
El Golden Gate vigilado por una gaviota.
Distintas edificaciones de la zona de Marina Boulevard.
La parada inicial del Big-Bus está en la esquina de las calles Jefferson St. y Mason St., pero, antes de llegar, nos encontramos con un puesto que nos ofrecía los tickets por un precio más económico. Un tipo parlanchín nos vendió las entradas por 56$ cada uno, cuando, en las taquillas oficiales, las venden por 73$. Eso sí, teníamos que pagarle en efectivo... Bueno, todo parecía normal, así que accedimos a comprarlas. Alrededor de las 11:00 horas llegamos a la parada. Justo se marchaba unos de los autobuses. Esperamos tan sólo 10 minutos a que llegara el siguiente. Enseñamos los tickets y subimos. ¡! Todo en orden ¡!
Una especie de sabina junto a Fort Manson.
Como estábamos de los primeros, cogimos buen sitio en la parte superior. Este sistema de drop-on/drop-off es bastante atrayente, aunque nosotros no le sacamos todo el provecho que ofrece. La verdad es que los autobuses iban “hasta la bandera” y no apetecía mucho andar esperando en la parada a que hubiese sitio para subir. Decidimos – ya que teníamos tan buen asiento – dar la vuelta completa hasta llegar al Golden Gate Bridge. Allí, viendo que el autobús prácticamente se vacía, bajaríamos para hacer unas fotos y luego cogeríamos el siguiente para seguir viaje.
Los rascacielos de la zona nueva de la ciudad.
Empezamos el recorrido:
Fisherman´s Wharf - Embarcadero Center - Ferry Building - Union Square - San Francisco MOMA - Civic Center - Asia Art Museum - Alamo Square - Painted Laidies - Haigt Ashbury - Golden Gate Park (Japanese Garden / Botanical Gardens / California Academy of Sciences / De Young Museum) - Palace of Fine Arts - Golden Gate Bridge - Presidio Park - Marina District - Lombard Street - Alcatraz Island - North Beach - Chinatown...
La iglesia de S. Pedro y S. Pablo.
Coit Tower.
La Pirámide Transamérica.
Rascacielos del Distrito Financiero.
Distintas vistas, desde el autobús, de edificios del colorido barrio de Haigt Ashbury y sus famosas piernas.
City Hall en el Civic Center. La cúpula mantiene su cobertura original de oro.
El Jardín Botánico, la noria y el De Yong Museum dentro del Golden Gate Park.
El día, que había amanecido con un cielo envuelto en una triste cortina gris, según nos acercábamos al cénit del recorrido - el Golden Gate Bridge - se iba transformando en un alegre y despejado tapiz azulado que animaba a pasear y disfrutar, aún más, de la hermosa ciudad que es San Francisco.
El Golden Gate Bridge de San Francisco.
San Francisco desde el Golden Gate.
Regresamos a la ciudad y bajamos en Chinatown para buscar un sitio donde comer. Eran alrededor de las 13:30 horas y un buen momento para hacerlo. Comimos en un restaurante del que no recuerdo el nombre... Un gran cuenco de sopa para los cuatro, unos champiñones con verduras, dos platos de cerdo agridulce, un plato de verduras al vapor y tres cervezas Tsingtao por 106$. Las raciones eran muy generosas.
Chinatown, el barrio chino de San Francisco es el más antiguo en América del Norte y la comunidad china más grande fuera de Asia. Desde su creación en la década de 1840, ha sido muy importante e influyente en la historia y cultura de los inmigrantes chinos en los Estados Unidos. Además de ser el hogar de miles de chinos, es también una atracción turística importante, por sus tiendas y restaurantes que atraen a más turistas al año que al puente Golden Gate.
Tras un rato de sobremesa, decidimos que ya no usaríamos el bus turístico, si no que callejearíamos por Chinatown y Little Italiy para llegar hasta Lombard Street y ver sus famosas ocho curvas.
Te dejo el enlace al BigBus de San Francisco: Bus Turístico San Francisco | Big Bus Tours
Chinatown de San Francisco.
Los platos del restaurante chino de Chinatown.
El contraste entre la vieja y la nueva arquitectura y el famoso tranvía de San Francisco.
Lo cierto es que las curvas no se aprecian en todo su esplendor, ya que, se precisa un punto más alto para poder ver el dibujo de su curioso trazado. Callejeando es cuando aprecias lo sinuoso que es el entramado de calles de esta bonita ciudad... Cuesta arriba, cuesta abajo, colina arriba, colina abajo... ¡! Un auténtico tío-vivo ¡!
Después, llegamos nuevamente hasta la zona de Fisherman´s Wharf para comprar alguna camiseta de San Francisco como souvenir para la familia. Luego, nos dirigimos al hotel a descansar y asearnos un poco. Eran las 18:30 horas cuando llegamos. El día, todavía con el horario cambiado, se hacía largo y cansado...
Lombard Street y al fondo la bahía.
La policía, el bus escolar y los bomberos... tres típicos vehículos americanos.
Quedamos en salir a cenar algo, pero se hizo tarde. Allí la gente tiene horario europeo... Las cenas empiezan a eso de las 18:30/19:00 y, a las 21:00 horas, es ya muy tarde para poder sentarte en algunos sitios. Eso es lo que nos pasó esa noche, el japonés no nos quiso coger, otro restaurante estaba ya cerrado y, finalmente, en un mexicano, compramos unas ensaladas que nos pusieron para llevar, porque ya no cogían gente para sentarse.
Tras acordar el horario para el día siguiente, cenamos en el hotel. Cada pareja en su habitación, con ganas de terminar pronto y, tras el aseo, tumbarnos a descansar. Mientras tanto, descargué las fotos y revisé el planing que teníamos por delante en la última jornada en San Francisco... Finalmente, entre largos bostezos, me metí en la cama para intentar dormir.
San Francisco
Nos levantamos a las 07:15. Yo había dormido algo mejor, pero, Rosa, seguía teniendo algún problema para hacerlo. Habíamos quedado en juntarnos en la puerta del hotel a las 08:00. Hoy tocaba ver la exposición de Ansel Adams.
Jesús, decidió que, al final, no iría a ver las fotos y cambió la “expo” por la visita al Jardín Botánico y al MOMA acompañando a su mujer. Así que, Rosa, a la que le gustan las exposiciones de fotos, aprovechó la entrada de Jesús y me acompañó hasta el De Young Museum. En realidad, subimos los cuatro juntos en el autobús nº 28, hasta la parada que hay en la entrada al parque. Allí nos separamos y quedamos en llamarnos a mediodía.
Rosa y yo fuimos hacia el museo. Llegamos justo a la hora que abrían y a la que teníamos reservadas las entradas, es decir, a las 09:30. Poco a poco fue llegando gente... Entramos, validamos los tickets y cogimos unos auriculares. Luego pasamos para ir viendo, sala a sala, las maravillosas fotos del maestro del claro-oscuro.
El billete de autobús.
La pegatina de la expo.
Nacido como Ansel Easton Adams (San Francisco, 20 de febrero de 1902 - 22 de abril de 1984) fue un fotógrafo estadounidense, conocido por desarrollar el llamado sistema de zonas junto con Fred Archer. Se ganó la fama con sus fotografías en blanco y negro de paisajes del Parque Nacional de Yosemite (entre otros trabajos), y como autor de numerosos libros sobre fotografía, como su trilogía de manuales de instrucción técnica (La cámara, El negativo y La copia).
Fundó la asociación fotográfica Grupo f/64 junto con otros maestros, como Edward Weston, Willard Van Dyke e Imogen Cunningham, entre otros. Su Sistema de Zonas es una demostración de cómo la cámara, bueno su fotómetro, mide el gris de 18% de reflectancia como zona media. El fotógrafo debe aumentar la exposición (o disminuirla) dependiendo de cuántos pasos de gris quiera fijar como punto de medición.
El Capitán, el icono del P. N. de Yosemite.
Las reservas de las entradas, el fotógrafo en dos etapas de su vida y algunas de sus obras.
Entre sus fotos podemos reconocer paisajes que luego veremos.
----o---o---O---o---o----
"Espero ansioso nuevos procesos y nuevos desarrollos. Creo que la imagen electrónica será el próximo gran avance. Estos sistemas tendrán características estructurales ineludibles y tanto los artistas como los técnicos deberán hacer un renovado esfuerzo para comprenderlos y controlarlos." Ansel Adams
----o---o---O---o---o----
Si quieres leer algo más sobre el maestro, te dejo este enlace a la Wikipedia.
Absortos entre fotos de Yosemite, contemplando el Capitán, el Half Dome, las Yosemite Falls, etc., se nos pasó la mañana... Sobre las 11:30 horas salimos en busca del autobús y decidimos bajar hasta Alamo Square para ver las Painted Ladies.
Un monumento a Cervantes, un precioso reloj solar, pinos centenarios e incluso una garza, son las cosas que vimos de camino al autobús en Golden Gate Park.
Alamo Square es un espacio arbolado con grandes ejemplares de esa especie de árbol que, en un primer intento por crear un gran parque, se adaptó muy bien en estas tierras. Según nos dijeron en el Big-Bus, fue una especie de experimento para la posterior creación del Golden Gate Park.
Desde Alamo Square hay una inmejorable vista de las Painted Ladies. Lo cierto es que mucha fama de las casas victorianas, pero, personalmente me defraudaron bastante. Creo que no vale la pena perder mucho tiempo para ir a verlas, aunque, si casi te coge de paso, como a nosotros, acercarse a hacer un par de fotos no cuesta nada.
Dos instantáneas de las Painted Ladies desde Alamo Square.
Después, paramos a comer en un sitio que nos gustó cerca de Alamo Square. Estábamos frente al mostrador leyendo los platos que ofrecían, cuando, un joven nos dijo en castellano que, el "Pollo al Chimichurri" era uno de los platos estrella y que, además, con una ración sería suficiente porque eran muy grandes. Así que, después de ese consejo... ¿Quién se negaba a probarlo?
Pedimos una ensalada, el pollo y agua para beber. Todo nos costó 25$ pero quedamos más que satisfechos de lo rico que estaba y de las hermosas raciones.
La ensalada y el pollo al "chimichurri".
Desde allí hablamos con Jesús y nos comentó que estaban comiendo y que luego iban a entrar al MOMA. Así que cada pareja siguió con su “agenda”. Después, le propuse a Rosa acercarnos a ver la Misión Dolores, pero, teníamos una media hora de distancia y prefirió ir hacia el hotel porque estaba muy cansada. Cogimos el bus urbano y bajamos hasta la parada ubicada en Lombard Street, frente a nuestro hotel, al otro lado de la calle. Rosa se quedó a descansar y yo, con el mismo billete de autobús, me acerqué hasta Fisherman´s Wharf para ver la zona portuaria.
Al llegar y ver la parada para subir a la Coit Tower, decidí coger ese bus y acercarme hasta allí para hacer alguna panorámica desde lo alto del edificio. Cogí el autobús nº 39 que salía desde el puerto. Vi que el conductor era hispano...
Le dije:
- ¿Habla un poco de español?
- Un poco no, lo hablo todo –me contestó y me hizo gracia la expresión.
- ¿Sabe si llegaríamos a tiempo para ver la Coit Tower?
- Creo que sí –me dijo mirando su reloj.
Saqué unos dólares para pagarle y me dijo:
- Toma, con este billete tienes para dos horas de viajes.
- Oh, bien ¿Cuánto es? –le dije.
- Nada, pasa y vamos para allí.
Me senté en la parte delantera por si se me ocurría alguna cuestión o por si el hombre quería hablar algo, pero, muy profesional, siguió a lo suyo y no le molesté. Llegamos en unos 15 minutos, después de subir tres o cuatro colinas para llegar hasta el alto donde se ubica la torre. Ya arriba, al terminar el trayecto, bajamos todos los usuarios. Aproveché y le pregunté a ver cada cuanto tiempo subía el bus hasta allí y me dijo que cada 15 minutos... Le saludé, le agradecí su detalle y su información y me acerqué a la torre...
Estaba abierto y había gente en la admisión, pero, me dijeron que el cupo de visitas diarias estaba completo y no vendían más entradas. ¡! Joder ¡! Que, si quería, podía comprar algo en el museo... ¡!Sí, ya, una mi... ¡!
Salí a la calle. Desde la explanada de hormigón donde se asienta la torre, hice algunas fotos con el tele-objetivo (Nikon 80/400). Desde allí vi en todo su esplendor las curvas de Lombard Street, la cárcel de Alcatraz, las torres de la zona financiera...
Las cuestas de San Francisco.
Las famosas curvas de Lombard Street desde Coit Tower.
Pasé un rato y, cuando vino el siguiente bus, me subí a él para bajar nuevamente hacia el puerto. Estuve paseando por allí, compré unos calcetines de Alcatraz y me acerqué a ver los elefantes marinos que viven en esa zona. Luego, en un puesto, me comí una de esas famosas cremas de cangrejo. Lo llaman Crab Chowder y estaba bastante bueno. Chowder significa sopa espesada y crab, cangrejo. En San Francisco existe una variedad cuya peculiaridad tiene que ver con el recipiente en el que se sirve, que no es un plato de porcelana, ni un tazón de cristal, sino, un bollo de pan de corteza picante y corazón esponjoso.
El crab chowder que me comí en los muelles.
Los elefantes marinos del puerto.
Sobre las 19:30 horas, con el estómago lleno, puse rumbo al hotel para reunirme con los demás. Rosa había dormido un poco y le había sentado muy bien. Me dijo que había llamado Jesús para salir a cenar. Yo no tenía hambre y decidí coger el trípode y las cámaras para acercarme hasta el Palacio de Bellas Artes y el Golden Gate. Quería hacer unas fotos al anochecer y esta era la última oportunidad. Fui con mis compañeros hasta el restaurante japonés. Ellos entraron a cenar y yo continué mi camino.
Estuve un rato esperando “la hora azul” en el Palacio de Bellas Artes y luego, tras hacer alguna cosilla con las luces y los reflejos, me dirigí hacia el puente. Allí anduve intentando hacer algo interesante... Cuando la luz decayó y las sombras se adueñaron de la noche, recogí mis trastos y me marché a descansar. Tenía que recoger todo y hacer la maleta, mañana dejábamos San Francisco para encaminarnos hacia las montañas... La localidad de Oakhurst, junto a Mariposa Grove, nos esperaba.
Al llegar al hotel, Rosa me dijo que habíamos quedado a las 08:00 de la mañana, así que me organicé, preparé todo y tras ello me metí en la cama.
El timón que marca Fisherman´s Wharf.
Tras intentar coger "la hora azul" en el Palacio de Bellas Artes, me trasladé hacia la costa para intentar coger el "sunset" en el famoso puente.
San Francisco - Oakhurts - Mariposa Grove - Oakhurts
Casi nos dormimos... Me equivoqué de hora (mi teléfono móvil no había cambiado al horario de allí) y nos levantamos a las 07:30, cuando quería haber puesto las 06:30. En un sprint nos aseamos, recogimos la habitación y desayunamos.
A las 08:00 en punto estábamos en la puerta del hotel... Debíamos ir al aeropuerto a recoger el coche, ya que, resultaba bastante más barato alquilarlo allí que en el centro –estamos hablando de más de 450$ de diferencia– y el taxi nos costó 70$.
A las 08:10 arrancábamos en busca del vehículo en el que recorreríamos una buena cantidad de kilómetros por las vastas llanuras, los áridos desiertos y las imponentes montañas del oeste americano.
Llegamos a la terminal de alquiler de vehículos. Un poco de lío para encontrar las oficinas de la empresa ALAMO, en la cuarta planta de un enorme edificio. Finalmente, todo transcurrió de maravilla y sobre las 09:30 horas estábamos camino del puente de San Lorenzo para cruzar la bahía en dirección a Oakland. Salió Isabel conduciendo el Chevrolet -Equinox- que nos habían asignado. Un vehículo de color azul marino, automático (como la mayoría de los coches americanos, por no decir todos), con 56.825 millas en el contador, GPS y seguro a todo riesgo más un seguro de asistencia en viaje. Muy formales, será la vez que más formalidad he visto en una empresa de alquiler de coches... Tanto presupuestado, tanto a pagar, limpio y claro. ¡! De 10 ¡!
El Chevrolet -Equinox-.
La zona de Oakland desde el puente de San Mateo, cruzando la bahía de San Francisco.
El paisaje, al otro lado de la bahía, después de cruzar Oakland, empezó a cambiar de forma radical. Empezamos a ver grandes extensiones de terreno reseco, hasta la localidad de Modesto. Parecía que estábamos atravesando Burgos o Palencia... Luego, desde Modesto en adelante, empezamos a ver extensas zonas de regadío. Muchas plantaciones de árboles frutales y alguna granja de vacas. Desde la localidad de Merced, el verde de los campos predominaba... Manzanas, peras, cerezas y melocotones se repartían las plantaciones de frutales. Luego, giramos por la carretera 140 para llegar a Mariposa, donde cogimos la 49 hasta el destino final.
El paisaje pasó de los regadíos de Merced a las praderas de Mariposa.
Iglesias repartidas por toda la geografía son el punto de reunión de los habitantes de las granjas diseminadas.
Paramos a comer unas hamburguesas con ensalada y patatas fritas en un bar de carretera llamado Hitchin Post. El paisaje volvió a cambiar, predominando las suaves colinas que nos aproximaban a una zona más montañosa... Sobre las 15:00 horas llegamos al destino. Hicimos el check-in en el Oakhurst Lodge y, tras lavarnos y descansar un poco, a eso de las 16:15 salimos hacia Mariposa Grove.
Oakhurst es una población en el condado de Madera en el estado de California. La ciudad con un área total de 15,3 km², en el año 2010 tenía una población de 2.829 habitantes. Anteriormente fue llamada Fresno Flats y es la comunidad más grande del condado.
La tarjeta, los datos y el edificio del hotel de Oakhurst.
Nos costó media hora hacer los casi 30 Kms por la carretera 41 en dirección norte. Una carretera en muy buen estado y ancha, que siempre picaba hacia arriba. En la entrada al Parque Nacional de Yosemite, del cual Mariposa Grove es un apéndice, compramos el Annual Pass. Pagamos los 80$ y nos dieron la tarjeta. Con ella podríamos acceder a: Mariposa Grove, Yosemite, Bryce Canyon y Colorado Grand Canyon. La entrada a cada parque es de 35$ por vehículo con 5 personas... Es decir 4 x 35 = 140$... Por lo tanto, nos ahorramos 60$.
El Annual Pass para acceder a todos los Parques Nacionales .
Mariposa Grove es una arboleda (grove) de secuoyas gigantes ubicada junto a la entrada sur del Parque Nacional de Yosemite. Esta zona fue protegida a partir de 1864, cuando el presidente Lincoln firmó una ley que reservaba Mariposa Grove y Yosemite Valley para «uso público, centro turístico y recreación». En 1890 Yosemite fue declarado Parque Nacional y en 1906 se integró en él a Mariposa Grove. Te dejo el enlace a su página web:
Mariposa Grove of Giant Sequoias - Yosemite National Park (U.S. National Park Service) (nps.gov)
Justo después de pasar el peaje encontramos una gran glorieta y a mano derecha el Mariposa Grove Welcome Plaza. Es decir; el centro de visitantes de Mariposa Grove. La idea original era aparcar el vehículo y tomar el free shuttle bus (cada 10′) que nos llevaría hasta la entrada de Mariposa Grove. Pero desde hacía un mes, más o menos, los accesos por la carretera de Mariposa Grove estaban cerrados a los shuttles, ya que, unos desprendimientos habían levantado el pavimento y las fuertes lluvias posteriores lo habían dejado intransitable. Si queríamos ver las secuoyas gigantes debíamos acceder a pie desde la glorieta, unos 8 Kms, hasta la entrada principal de la arboleda... Tras cargar con las cámaras y una mochila con algo de agua y unas barritas, empezamos a caminar sendero arriba. Cruzamos un estrecho puente de madera sobre un riachuelo y, tras ello, el camino se volvió algo más exigente. A los costados del camino pinos, robles, enebros y, muy de vez en cuando, asomaba alguna secuoya...
El parking del Visitor Center de Mariposa Grove.
El sendero hacia Mariposa Grove nos dejó curiosas formas y paisajes.
El calor, según ganábamos altura y el bosque se abría, se iba haciendo más difícil de llevar. Nos cruzamos con bastante gente que regresaba. En una curva del camino, preguntamos a una pareja que bajaba cuanto quedaba para llegar y nos dijeron que una milla y media más o menos... ¡!Buuuffff!! Las mujeres se plantaron...
- 1 ½ milla son aproximadamente 2,5 Kms más otro tanto para volver... 5 Kms. Yo no sigo –plateó Rosa.
- Yo tampoco, vosotros, si queréis podéis seguir – dijo Isabel.
- Pues yo voy a seguir un poco –le dije a Jesús.
- Sí, vamos –contestó él.
Después de una buena caminata llegué a Mariposa Grove y pude ver algunos de los secuoyas gigantes.
Seguimos caminando. Yo apreté un poco el ritmo. De repente, en una curva, me fijé que Jesús no venía. Esperé un poco para ver si aparecía, pero, como no lo hizo, pensé que se había dado la vuelta y tiré a saco hacia arriba. Esa milla y media se me hizo eterna... Finalmente, empapado en sudor, vi aparecer el claro donde daba inicio, en realidad, la arboleda de secuoyas. Hice unas fotos allí mismo, admirando la sobrecogedora altura de aquellos centenarios árboles. Me planteé continuar para ver algo más, pero, miré el reloj y viendo que se iba a hacer muy tarde, recogí las cámaras en la mochila y decidí bajar a reunirme con mis compañer@s.
La bajada fue como se dice en el argot ciclista “a tumba abierta”... Había tramos que andaba deprisa, otros que corría y otros, los más limpios de piedras y ramas, en los que casi volaba. Finalmente llegué al parking casi a la par que mis compañer@s. Nos hidratamos un poco y pusimos rumbo a Oakhurts. Mientras bajábamos, una larga hilera de coches de unos 8/10 Kms de largo, quería acceder al parque... ¡! Paciencia ¡!
Ya en el pueblo, tras pasar un ratito por el hotel, nos reunimos para ir a cenar algo. No había mucho donde elegir... Un chino que estaba lleno, un italiano que estaba cerrando y un mejicano que fue la opción elegida. No es de mis comidas preferidas, pero, no había más. Pedimos unos tacos, unas quesadillas y una gran ensalada para Jesús. Bueno, sin pena ni gloria, llenamos el estómago. El camarero que nos atendió fue muy amable y le trajo a Jesús aceite de oliva para aliñar la ensalada. Nos costó casi 100$ y me pareció caro, comparando con otras cenas en San Francisco.
Desde allí fuimos a un gran supermercado que había en frente y compramos algunas cosas. Luego, pusimos rumbo al hotel. Era hora de descansar.
Oakhurts - Yosemite N. P. - Sonora
Dormimos algo mejor. Poco a poco, ayudados por el cansancio que íbamos acumulando en nuestras andarinas rutas, el cuerpo se iba aclimatando al nuevo horario. Nos reunimos a las 07:00 en el hall del edificio, donde estaba la recepción
para desayunar. Era un self-service. Te cogías lo que querías y te lo llevabas en unas bolsas de papel, "muy americanas", a tu habitación para desayunar allí. Lo de las bolsas de papel es para despistar, porque, luego, todo el material que se utiliza es de usar y tirar. El uso de plástico es vergonzosamente exagerado. Vasos, platos, cubiertos, envoltorios, bandejas... Este era un motel de carretera donde no costaría mucho recoger los utensilios de 30 o 40 clientes. Pero, si extrapolamos eso a todo tipo de establecimientos como gasolineras, supermercados, puestos callejeros, etc., son... !! Toneladas de plástico diarias !!
Bueno, dentro de lo malo, nosotros salíamos con las pilas cargadas...
A las 08:00, tras haber hecho el check-out montábamos en el Chevrolet y, tras llenarlo de gasolina, arrancamos dirección Wawona, por la misma carretera de la tarde anterior para llegar al P. N. de Yosemite.
Teníamos por delante unos 70 Kms hasta la entrada del parque, aproximadamente 1h 15m. Esta era una de las visitas más esperadas del viaje, junto con Antelope Canyon y el Gran Cañón del Colorado...
La Sierra Nevada de California, en las Montañas Rocosas, reúne algunos de los mejores paisajes de Estados Unidos. El mejor ejemplo de ello, es Yosemite National Park, con una superficie de 3.081 km2 y cerca del 95% del área del parque denominada como zona salvaje. Allí encontramos las majestuosas siluetas de El Capitán, el Half Dome y las secuoyas gigantes de sus bosques. La belleza que condensa su valle atrae a 4 millones de turistas cada año.
De camino a Yosemite encontramos muchas zonas de bosque quemadas.
La mayoría de las formaciones rocosas de Yosemite fueron creadas a partir de una enorme masa de roca granítica que se formó debajo de la superficie de la tierra. Si bien la erosión y el levantamiento ayudaron a crear los valles, cañones, cúpulas y otras características, fueron los glaciares quienes, más tarde, desempeñaron un papel importante en la creación del paisaje actual y hacer del Valle de Yosemite la hermosa maravilla que es en la actualidad.
La vegetación de Yosemite N. P. era de lo más variada y colorida.
Los nativos americanos habían vivido en el valle de Yosemite durante varios miles de años, pero, el turismo europeo-estadounidense en el área creció alrededor de la época de la fiebre del oro a mediados de 1800 y Yosemite se convirtió oficialmente en un parque nacional en 1890. El área tiene una historia rica y también algo sórdida, cargada de conflictos entre los pueblos indígenas y los colonos europeos, así como el mantenimiento del equilibrio entre los problemas de conservación y su desarrollo comercial e industrial. El presidente Theodore Roosevelt, el fotógrafo Ansel Adams, el pintor Thomas Hill y naturalistas como Galen Clark o John Muir, han ayudado a preservar y proteger Yosemite, así como a despertar la imaginación y el amor del público por el área.
Yosemite mantiene una atractiva combinación entre imponentes acantilados y picos de granito, enfrentados a extensos prados y valles boscosos. Además, varias cascadas exuberantes nos muestran sus dramáticos saltos al vacío, completando así, unos paisajes idílicos para el fotógrafo. El parque atrae tanto al turista casual como al aventurero incondicional de la naturaleza, ofreciendo oportunidades para acampar, hacer senderismo, fotografiar, escalar o simplemente absorber la fuerza que emana de la naturaleza.
Ruidosas y caudalosas cascadas bajan desde lo alto hasta el valle.
Los visitantes deben pagar un "pase de uso recreativo" estándar al ingresar al parque. Las cabinas están ubicadas en todas las entradas y custodiadas por los rangers. A partir de 2019, los diversos pases y tarifas son:
$ 35 para un vehículo no comercial (válido por 7 días, incluye hasta 5 personas del vehículo)
$ 30 por una motocicleta (valido por 7 días)
$ 20 para una persona que ingresa a pie o en bicicleta (válido por 7 días)
$ 70 pase anual de Yosemite (válido por un año a partir del mes de compra) Esta sería una buena opción si tiene la intención de visitar Yosemite más de dos veces al año o por más de dos semanas en total.
$ 80 pase anual general (permite la entrada a cualquier sitio de recreación federal que cobre una tarifa de entrada estándar por un año a partir de la fecha de compra) Una buena opción si planea visitar otros parques nacionales durante todo el año. (Anual Pass).
Nosotros, como os he contado, la tarde anterior habíamos comprado el Annual Pass en Mariposa Grove, así que, entramos directamente sólo enseñando el pase en la garita de los rangers.
Como os contaba al inicio de este Diario de Viaje, las condiciones climatológicas del año 2023 han sido unas de las más duras desde que hay registros. Por ello, la carretera de acceso a Glaciar Point, el fondo del valle hacia Half Dome y Vernal Falls, así como el Tioga Pass, iban a permanecer cerrados hasta entrado el mes de julio. Eso condicionó nuestra visita a Yosemite. Nos centramos en el valle y las cascadas que desde la carretera podían verse.
Entramos en el parque alrededor de las 09:00 de la mañana. Todavía no había mucha gente. Debíamos tener en cuenta que era sábado y, como es natural, la cantidad de visitantes sería mayor que un día entre semana. La primera parada fue en el Tunel View, un mirador con una de las vistas panorámicas clásicas del valle... Se accede por la carretera 41 que viene desde Wawona y dispone de parking para dejar el coche. Conseguimos aparcar casi a la primera... Bajamos y nos asomamos...
A la izquierda teníamos “El Capitán". El farallón de granito de una sola pieza más grande del planeta, cuenta con cerca de 1.000 metros de caída vertical y es la referencia para los escaladores de todo el mundo. A la derecha “Half Dome”, un domo granítico conocido también por ser el logo de la marca “The North Face”, en primer plano, la bonita cascada Bridalviel Fall y en el medio... El grandioso valle de Yosemite.
La vista desde Tunel View muestra la grandeza del valle.
El entorno era... ¡! MAJESTUOSO ¡! Naturaleza salvaje, enorme, colosal... Cada mirada era una fotografía que hacer. Recuerdo que, la primera impresión que me llevé, fue pensar que había viajado en el tiempo hasta la época del Jurásico...
Allí empezamos a notar que cada vez llegaba más y más gente. Era un continuo entrar y salir de vehículos en busca de la típica fotografía de recuerdo. Dedicamos un rato a observar y nos movimos buscando algún punto de vista distinto.
Luego, al cabo de unos minutos, montamos de nuevo en el coche y seguimos la marcha. La carretera desde Tunel View en adelante es de un sólo sentido. En este aspecto está muy bien organizado porque, así, se evitan muchos atascos. Eso sí, tienes que tener cuidado de no pasarte ningún punto que quieras visitar porque, de lo contrario, o regresas a pie o tienes que dar toda la vuelta al parque.
Continuamos hacia Bridalveil Fall, una cascada fuera de la carretera circular del valle, en Wawona Road. Esta es otra de las joyas del parque. Llegamos al parking y encontramos sitio... Otra vez suerte. Caminamos por el pavimento preparado para llegar a la base del salto de agua. Casi 1 Km (ida y vuelta) que no entrañaba ningún peligro. La altura de la cola es de 189 metros y, debido al deshielo, caía de forma torrencial. Había que andar con cuidado o las cámaras se mojarían...
Varias tomas del acceso hasta la base la espectacular cascada de Bridalveil .
Tras pasar un rato en la cascada, seguimos avanzando hacia el este por la carretera llamada Shoutside Road. La idea inicial era llegar hasta el fondo del valle y acercarnos hasta la zona del Mirror Lake y ver de cerca el Half Dome, pero, al llegar al desvío, un ranger nos indicó que no podíamos pasar, que la carretera estaba cortada. Es cierto que, un par de semanas antes de iniciar el viaje, unas fuertes lluvias habían provocado inundaciones y cortes de carreteras dentro del parque, pero, pensaba que estaba ya solucionado. Me llevé una gran decepción... Así que, tras este imprevisto, no nos quedaba más remedio que continuar hacia Yosemite Village. Los parkings habilitados estaban bastante llenos. Se acercaba la hora de comer y la gente buscaba las mesas y las sombras preparadas para ello. Conseguimos aparcar frente a la tienda, en una zona de 20 minutos habilitada para las compras y entramos a por algo para completar la comida que traíamos. El calor a esa hora era notable... 35ºC a las 13:00 horas. El cielo, que a primera hora estaba despejado y plano, se había salpicado de alguna fina nube que le daba otro aspecto más fotogénico.
Toda la zona coloreada de rosa estaba cortada y los rangers no dejaban pasar.
Una panorámica de la impresionante mole de "El Capitán" desde otra perspectiva.
Distintas tomas de "El Capitán" que nos acompañó en casi todo el recorrido por el P. N. de Yosemite.
Compramos unas ensaladas, agua y un poco de chocolate de postre y salimos con la idea de comer en algún punto que encontrásemos libre. Montamos en el coche y salimos hacia la izquierda por la carretera llamada Northside Road. Un par de kilómetros más adelante encontramos un hueco y paramos a comer. Estábamos en la zona donde se inicia el sendero hacia las Yosemite Falls.
Esta cascada tiene una caída de 782 metros, lo que la convierte en la cascada más alta de Norte América y en la séptima del mundo. Se divide en dos saltos. La parte alta se conoce como Upper Yosemite Fall y, la parte que toca el suelo, es Lower Yosemite Fall. Para llegar hasta allí hay que dejar el coche en un parking cercano y, si ese está lleno, deberás ir al parking del hotel Yosemite Lodge. El trail consta de 1,6 kms y los senderos están muy bien acondicionados para ir con niños de todas las edades.
Nosotros decidimos sentarnos a comer en una zona con unas rocas que nos sirvieron de mesa y sillas y bajo la sombra de unos enormes pinos que nos libraban del castigo del implacable sol...
Yosemite Falls.
Tras reponer fuerzas y charlar un rato en la sobremesa, movimos el coche hasta la zona de parking junto a Capitán Meadows. Desde allí, bajo la protección de la inmensa mole de granito, vimos las cascadas y la pradera inundable que hay frente al Capitán. Jesús y yo hicimos unas fotos mientras las mujeres daban un corto paseo...
El arrendajo de Steller (Cyanocitta stelleri) es una especie la familia de los córvidos de vivo color azulado ampliamente distribuido por Norteamérica.
El bosque, la zona de Capitan Meadows y el río Merced.
La tarde avanzaba y tras llegar al cruce llamado Capitan Bridge, teníamos que decidir si dábamos otra vuelta a todo el parque o tomábamos la carretera El Portal Road para poner rumbo a Sonora, ciudad que nos acogería esa tarde-noche... Viendo que teníamos 110 Kms (aprox. 1h 45m) por delante y siendo ya más de las 15:00 horas, decidimos salir de Yosemite y poner rumbo a Sonora. Apenas 2 Kms más adelante, teníamos que coger el desvío a la derecha por la carretera llamada Big Oak Flat Road que luego enlazaba con la carretera 120, la que sube por Tioga Pass y la que hubiésemos cogido para cruzar Sierra Nevada... Nos quedaron en “el tintero” paisajes excepcionales como Mirror Lake, Glacier Point y el Half Dome, pero, contra los “caprichos” de la climatología no se puede luchar. Aunque algunas visitas sabíamos de antemano que no se podían hacer, no poder hacer otras, la verdad sea dicha, fue un poco decepción. Ahora, había que mirar hacia adelante y sentirse afortunado por haber visto este rincón del Mundo donde el paso del tiempo parece haberse detenido para siempre... ¡! Ojalá perdure así para muchos, muchos años ¡!
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR YOSEMITE. -
-
El precio de entrada al parque es 35$ por coche. Al ser un Parque Nacional está incluido en el Annual Pass.
-
Al entrar en el parque os entregaran una guía en forma de periódico con un mapa, puntos de interés, actividades y noticias actualizadas que atañen a la visita.
-
Lo normal es recorrer el parque en coche, pero debéis saber que dentro de Yosemite hay servicio de transporte gratuito. Los shuttles están operativos todo el año en horario de 07:00 a 22:00 y tiene paradas en los diferentes puntos de interés y alojamientos. El Capitán shuttle solo funciona de junio a septiembre de 09:00 a 18:00 horas.
-
Es importante mirar en la web del parque el estado de las carreteras, ya que algunas pueden estar cerradas por inclemencias del tiempo. Así mismo durante el verano se aprovecha para reparar muchas carreteras, pero son tan organizados que cuelgan en la web el planing de trabajo para que todos sepamos qué día y a qué hora van a trabajar, si se cierra por completo o solo hay un carril en circulación con retenciones.
-
Para aquellos que visiten el parque en auto caravana tenéis que tener en cuenta que durante el recorrido hay que atravesar túneles a través de los cuales los vehículos muy voluminosos no tienen cabida .
-
Importantísimo: antes de iniciar una ruta de senderismo mirar las condiciones climáticas.
-
Dentro de Yosemite no hay cobertura para los móviles.
-
No hay que dar de comer a los animales y menos a los osos o sus crías. Cuando esto sucede han de ser sacrificados. Hay carteles por el parque que advierten de este comportamiento culpando de la muerte del animal a la imprudencia del turista.
Te dejo el enlace a su página web: https://www.nps.gov/yose/index.htm
Tras descender de Yosemite nos metimos de lleno en el valle del río Merced. La carretera transcurría paralela al río e iba serpenteando entre dos colinas de no mucha altura. A medio camino nos encontramos con un pequeño desvío donde habían instalado un puente provisional ya que, el trazado original estaba cortado por un espectacular derrumbe de una gran parte de la ladera...
El río Merced valle abajo.
Ahí tendrían para una buena temporada de trabajo. Viendo estas enormes averías, es cuando te das cuenta de que, a veces, es imposible transitar y que cuando cierran una carretera es por algún motivo excepcional.
Luego, en el pueblo llamado Chinesse Camp nos desviamos por la carretera 49 y unos kilómetros más adelante enlazamos con la 108 que nos llevaba al punto final de la jornada, el Heritage Inn, nuestro alojamiento en Sonora.
La carretera camino de Sonora nos dejaba típicas estampas del oeste.
Sonora es una ciudad del condado de Tuolumne, en California. Su población es de unos 4.425 habitantes. Fue fundada por los mineros de México durante la Fiebre del Oro de California en recuerdo del estado de Sonora de México. Aún guarda los ecos de su historia a través de la arquitectura conservada. La comunidad latina actual representa 8,41% de la población.
La tarjeta, los datos y el alojamiento de Sonora.
Llegamos sobre las 17:00 tras haber parado a tomar un café por el camino. Hicimos el check-in y, tras una ducha y un poco de descanso, nos reunimos sobre las 19:30 para ir a cenar. Cenamos en un restaurante chino llamado Hong Kong Garden que distaba apenas cinco minutos del hotel.
Una parada en el "Pony Expresso" para tomar café y cambiar de caballos. ;-)
Cerdo agridulce, ternera con pimientos, verduras salteadas, arroz... Nos pusimos como “el Kiko” y todavía nos sobró una barbaridad de comida que nos pusieron en cuatro tuperwares para llevar. Pagamos 120$ entre los cuatro, unos 27€ por persona.
Los platos del chino.
Dimos un paseo por el pueblo, viendo que prácticamente siguen anclados en 1850 cuando la “fiebre del oro” atrajo hasta aquí a mucha gente. Las casas típicas del oeste vestían la calle - porque, en realidad, todo el poblado se extendía a lo largo de la carretera – con un toque romántico en ese sentido. Es su seña de identidad. Había salido sin cámaras, así que, no tengo fotos para enseñaros lo que os cuento...
Poco a poco regresamos al hotel. A la mañana siguiente tocaba madrugón. Teníamos que cruzar Sierra Nevada y había muchos kilómetros por delante...
Sonora - Mono Lake - Bishop
Nos levantamos muy temprano, sobre las 05:45 horas . A las 06:30 estábamos desayunando en el hotel. Con puntualidad suiza, a las 07:00, salimos en dirección a Bishop. Hoy era un día muy importante para Jesús...
Después de muchos años, por fin vería los pinos Bristlecone (Pinus Longaeva) o pinos Matusalén... Son una especie de pinos milenarios (se calcula que los ejemplares más longevos tienen cerca de 5.000 años), que encontramos casi exclusivamente en las White Mountains en Inyo National Forest. Pues bien, esta era la jornada marcada para ello...
En un principio, el plan era haber pasado dos días en Oakhurst y desde allí hacer Mariposa Grove y Yosemite, para luego cruzar la Sierra Nevada por el Tioga Pass a más de 3.000 m de altitud. Las circunstancias de la climatología nos obligaron a cambiar de planes y, casi a última hora, reservé el hotel de Sonora. Las carreteras cortadas nos obligaron a tener que cruzar las Rocosas al norte de esta ciudad. Ni Tioga Pass (carretera 120), ni Sonora Pass (carretera 108), ni la carretera 4 estaban abiertas...
Esta circunstancia nos forzaba a hacer 170 Kms extra, ya que, los 300 Kms (unas 4 horas) que teníamos por Tioga Pass, se convertían en 465 Kms (5h 45m) por Carson Pass en la carretera 88. Pero era la solución más favorable porque, si no, para llegar a Bishop nos quedaba la alternativa de viajar al sur, hasta Fresno y subir por la carretera 395 hasta Bishop. Pero eso eran unos 600 Kms... Como véis era bastante más desfavorable.
Bueno, con el recorrido definido, decidimos salir lo más temprano posible. La idea era llegar a comer a Mono Lake, un lago de aguas sulfurosas y formaciones de tufa (soda salina) que encontraríamos una hora antes de llegar a Bishop.
Teníamos 70 Kms de distancia, por la carretera 49, hasta el cruce en la localidad de Jackson, donde cogeríamos la carretera 88 hacia el este y donde empezaríamos a coger altura... Pasamos por Calaveras y en una hora habíamos cubierto ese primer tramo. Toda esta zona fue minera en la famosa “fiebre del oro” de 1848.
Bosques de pinos, enebros y alguna secuoya en la zona baja del puerto.
Conducía Isabel. Empezó el puerto, quizás no era tan alto como Tioga Pass o Sonora Pass, pero también tenía su “miga”... El firme era muy bueno y el trazado bastante cómodo, sin curvas pronunciadas ni fuertes pendientes. De vez en cuando, se abría un claro en la espesura del bosque y nos dejaba ver unos paisajes increíbles.
Las montañas de Sierra Nevada al fondo.
Más de 2m de nieve se acumulaban a los costados de la carretera.
Han´s Station en la cima de El Dorado Pass.
Llegamos a Ham´s Station, un local a 8.000 pies (2.500 m de altura aprox.), que presume de estar activo desde 1862, cuando unos colonos abrieron ese paso y establecieron, allí mismo, un punto de avituallamiento. Fue un típico SALOON de esos que vemos en las películas, con “chicas alegres”, whisky y juego a discreción. Era un punto importante en una ruta histórica, según rezaba la placa allí colocada... En realidad, había varias placas haciendo referencia a caravanas de colonos pioneros en esta ruta. Nosotros paramos a tomar un café que, en esa fresca mañana, nos supo a gloria.
Establecido como puesto comercial de Foster en 1855, este edificio fue construido en 1862 cuando esta área se conocía como Spring Valley. Más tarde se convirtió en el Smith´s Hotel, que contaba con un salón alfombrado para las damas. El edificio y la propiedad de 640 acres finalmente fueron comprados por Alonso C. Ham, operado por Louis Pasquetti y era una estación de paso para la ruta de vagones Amador/Nevada que se convirtió en la antigua Ca-8 y finalmente la ruta estatal 88. La estación de Ham ha servido continuamente a emigrantes, viajeros y pioneros en esta ruta histórica.
La placa que explica la historia de este local y su traducción.
Las montañas nevadas nos acompañaron durante toda la mañana.
Silver Lake desde Kit Carson.
Caples Lake, con una importante "corteza" aún helada.
Desde allí comenzaba el descenso hacia el valle del río Merced. Paramos en Peddler Hill y Shot Rock. Desde Kit Carson, en un circo rodeado de pinos, se veía el Silver Lake. Más adelante nos encontramos con una zona que, aunque más baja en altura, estaba más helada. Era el Caples Lake. Unas vistas impresionantes nos acompañaban en nuestro camino hacia el cruce con la carretera 395, una vía principal que nos conduciría hacia el sur, al otro lado de Sierra Nevada. Luego, en la localidad de Walker repostamos gasolina. Seguíamos en California, pero junto a la muga con Nevada. Desde ahí, una hora larga hasta Mono Lake. Ya en el valle, vimos Hope Valley Meadows antes de cruzar la frontera y entrar en Nevada para coger la 395.
Según bajábamos hacia el valle la nieve iba desapaeciendo.
Al final, abajo, en el valle, encontramos grandes zonas pantanosas en la zona llamada Hope Valley Meadows.
Mono Lake desde la carretera 395.
Mono Lake, está situado en un entorno rodeado de volcanes, todos inactivos en la actualidad. La actividad más reciente se remonta 300 años atrás y levantó los sedimentos del fondo del lago para formar la isla Paoha. Se formó hace casi un millón de años, siendo uno de los lagos más antiguos de Norteamérica. Con un alto nivel de salinidad, ocupa 181 kilómetros cuadrados y su profundidad no es muy grande, entre 17 y 48 metros. No tiene salida al mar, por lo que la pérdida de agua se produce solamente por evaporación.
Las tobas (formaciones de carbonato cálcico) que le confieren ese aspecto tan característico se forman por la interacción entre el agua dulce que llega en primavera y las aguas alcalinas del lago. Las torres de toba no eran visibles hasta 1941, año en el que la ciudad de Los Ángeles empezó a extraer de allí el agua y los niveles empezaron a bajar. El lago perdió la mitad de su volumen y se duplicó la salinidad del agua.
Te dejo el enlace a su página web: Mono Lake Tufa SNR (ca.gov)
Además de sus originales formaciones, el lago conserva un ecosistema único y muy curioso. Ha sido llamado el "Mar Muerto de California", pero en realidad está lleno de vida. Billones de camarones de salmuera y moscas alcalinas proporcionan un buffet ilimitado para la gaviota de California que anida en el lago y otras especies de aves migratorias que se detienen allí en su viaje al sur para pasar el invierno.
Las increíbles formaciones de tufa de Mono Lake.
Este asombroso lago, que forma parte de las Mammoth Mountains, te proporciona un viaje a un impresionante ecosistema que te transporta a paisajes que no parecen de nuestro planeta. La entrada cuesta 3$ por persona, pero, visitar Mono Lake entra en el Annual Pass, así que, nosotros no pagamos nada.
A lo largo de todo el perímetro del lago encuentras "chimeneas" de tufa o tobas.
Mono Lake está dentro de las llamadas Mammhot Mountains.
Pasaban algunos minutos de las 13:00 horas y paramos a comer. La mañana fresca, que nos había acompañado en la sierra, se convirtió en un hermoso día soleado y casi caluroso. Hicimos unas fotos mientras contemplábamos las formaciones que allí se crean y las aves que habitan el lago. Luego comimos en una de las mesas que allí, en la zona ajardinada, puedes encontrar. Aprovechamos lo que nos había sobrado del chino de la noche anterior que estaba en perfectas condiciones tras pasar la noche en la nevera.
Isabel estaba cansada, no en vano, se había echado 350 Kms a sus espaldas, así que, después de comer conduje yo.
Desde Mono Lake hasta los pinos Matusalén teníamos todavía 170 Kms. Dejamos atrás la localidad de Bishop, donde nos alojaríamos posteriormente y, por la misma carretera 395, llegamos a Big Pine.
Desde la autopista 395 justo al norte de Big Pine, giramos hacia el este por CA-168 durante 13 millas. Luego enlazamos con la White Mountain Road, en pleno parque Inyo National Forest. Al llegar al cruce, un letrero anunciaba la fatídica noticia...
Road Closed
¡!¿Cómo? ¡! ¡! No podía ser cierto ¡! Habíamos condicionado medio viaje para hacer esta visita y...
- ¡! No me lo puedo creer ¡! Años esperando y ahora...Tan cerca... – dijo Jesús.
Se puso blanco... Casi se le para el corazón...
- Bueno, se puede pasar… ¿Tiramos hacia arriba? –le dije yo.
- Sí, vamos. Si en algún punto no hay paso ya daremos la vuelta... –comentó él.
La carretera iba ganando altura... Curvas y muchos cambios de rasante la hacían “divertida”... 6.000 pies, 7.000 pies... El paso seguía abierto. La pista ascendía y ascendía y no parecía haber ningún problema. A los 8.000 pies (2.400 m de altitud), Jesús empezó a ver algún ejemplar joven de Matusalén...
- ¡! Mira, ese es uno ¡! Pero es joven... –dijo.
- ¿ Joven ? ¿ Cómo de joven ? –pregunté yo.
- Ese tendrá "sólo" 2.000 años...
- ¡! Menos mal que es joven ¡! –reímos para romper la tensión.
La carretera se hacía eterna... 9.000 pies... Algo de nieve en algunos neveros... Curvas con hielo... El tema se complicaba, pero, seguía abierta. De repente, vimos el desvío que anunciaba el Centro de Visitantes del Parque...
- ¡! Ya estamos ¡! ¡! Al final los vamos a ver ¡! –le dije a Jesús.
- ¡! Sí, qué ilusión me hace ¡! –dijo él.
- Me alegro por ti...
Sabías que...
Su nombre científico es Pinus Longaeva, aunque se les conoce como pinos Bristlecone. Están considerados científicamente los árboles más longevos del planeta. La mayoría de ellos superan los 3.000 años, pero, el árbol más longevo ronda los 5.000 años de edad (4.850 años según dataciones científicas), y comenzó su vida casi al mismo tiempo que los humanos comenzaron a desarrollar el concepto de escritura… Tenía casi 500 años cuando se construyeron las pirámides de Giza… Tenía unos 3.000 años cuando el idioma inglés comenzó a evolucionar… Es decir, es el auténtico guardián de la Historia de nuestro mundo. A este ejemplar se le conoce con el nombre de Methulselah o Matusalén y ha dado nombre a toda la especie. Su ubicación exacta se guarda en secreto para mantenerlo a salvo de los muchos “animales” de la especie humana, aunque se sabe que está a lo largo del sendero llamado Mathuselah Trail. Estos magníficos árboles son de una belleza arrebatadora.
El cielo estaba cubierto con unas hermosas nubes de “algodón”... Todos los astros se alineaban para que fuese una tarde inolvidable...
La arboleda donde encontramos estos pinos se llama Schulman Grove en honor de Edmund Schulman, un investigador en el campo de la dendrocronología (la ciencia de la datación de anillos de árboles) quien descubrió estas antiguas formas de vida en 1953 y centró sus estudios en los árboles que tenían entre 3.000 y 4.000 años de antigüedad. Después de cuatro años de extensa investigación, sus hallazgos fueron reportados en National Geographic y la atención mundial fue llevada a las White Mountains. Lamentablemente, Schulman murió de un ataque al corazón en 1958 poco antes de que se publicara su artículo y justo antes de que el Servicio Forestal de los Estados Unidos estableciera este bosque como zona protegida.
Schulman Grove está dentro del Inyo National Forest.
Aparcamos a 10.000 pies de altura (3.050 m) y, tras cargar con el equipo, arrancamos para hacer el treking. Desde el Centro de Visitantes podemos acceder a un área de picnic y tres senderos auto-guiados:
-
Discovery Trail: Circuito de 1 milla (1,5 Km). Cuenta con pinos Bristlecone antiguos, letreros interpretativos y bancos de descanso a lo largo del sendero.
-
Mathuselah Trail: Un circuito de 4.5 millas (7,2 Km) con un cambio de relevancia acumulado de 900 pies. Hay postes numerados que te guían a lo largo del sendero. Varios bancos de descanso tienen vistas panorámicas. El árbol Matusalén está a lo largo de este sendero, pero no hay una marca que lo señale. Este sendero se puede combinar con el sendero Bristlecone Cabin Trail.
-
Bristlecone Cabin Trail: Circuito de 3.5 millas (5,6 Km). Ofrece vistas de las antiguas cabañas de los mineros y las entradas de la mina mexicana, y pasa por muchos pinos bristlecone. Regrese por el Sendero Matusalén para el circuito completo de 3.5 millas.
Los senderos comienzan y terminan en el área de estacionamiento del centro de visitantes. Las caminatas son totalmente asumibles para cualquiera persona, siempre y cuando pueda caminar. No son nada exigentes, alguna pequeña cuestecita, pero sin problemas. Las pistas están bastante bien prensadas y tan solo hay que mirar para no tropezar con piedras o raíces. Fuimos recorriendo el Mathuselah Trail, alucinando con los troncos retorcidos y los lugares donde crecían los árboles. Sin duda, fue uno de los parajes que más me sorprendieron de este viaje.
La carretera de acceso a Schulman Grove, con Sierra Nevada al fondo.
La zona de inicio de los distintos senderos que recorren el parque.
Con respecto a estos curiosos árboles, podemos decir que el aspecto de su tronco, viejo y retorcido, se debe a que vive en unas condiciones climáticas extremas, en un hábitat que es esencialmente inhóspito para la mayoría de las otras formas de vida. El suelo blanco y rocoso, por el cual se nombra la Cordillera Blanca, es dolomita, un tipo de piedra caliza con una alcalinidad muy alta. En esta cota, que supera los 3.000 metros de altitud, las temperaturas oscilan entre los 55 y 0ºF, es decir entre los 13 y -18ºC. La precipitación, principalmente en forma de nieve, produce menos de 1,5 ml de agua anualmente en esta cima de montaña fría, seca y azotada por el viento. La altitud y la latitud proporcionan un aspecto positivo de crecimiento, con casi 16 horas de luz en verano y hasta 9,5 horas en invierno. Es un entorno de cultivo muy desafiante. Los pinos Bristlecone se han adaptado a la alcalinidad del suelo y han desarrollado una baja necesidad de nutrientes y humedad, pero, una alta necesidad de luz. Se han vuelto tolerantes a condiciones extremas y pueden soportar vientos huracanados. Esto les ha dado la capacidad de crecer en un entorno casi libre de competencia. La falta de vegetación circundante también reduce el riesgo de incendio, y los ha puesto en una posición para vivir en un ecosistema casi libre de hongos y plagas.
Pese a desarrollarse en este inhóspito hábitat, no son nada pequeños. Hay ejemplares entre 5 y 15 metros de altura y con un diámetro que oscila entre 2,5 y 4 metros. Su corteza, de un color amarillento, es escamosa, delgada, dura y muy resinosa. Su tronco se retuerce entrelazando sus fibras y ello hace que sea prácticamente impenetrable. Sus hojas de color verde oscuro, son alargadas como agujas y pueden llegar a medir unos 3 cm. No es difícil encontrar ejemplares prácticamente muertos salvo por unas pequeñas muestras de esas agujas verdes que, cual Ave Fénix, le harán resurgir a la vida. Sus frutos, como la mayoría de las coníferas, son unas piñas (llamadas estróbilos) que raramente superan los 10 cm. de largo y 4 cm. de ancho, de color verde oscuro que va cambiando a beige cuando maduran.
Empezamos a caminar y a disfrutar de los retorcidos y vetustos árboles.
La imaginación se perdía buscando seres misteriosos entre los troncos retorcidos.
Los detalles de los troncos eran una maravilla para observarlos con atención.
En una curva del camino encontramos dos árboles muy grandes y retorcidos... Uno de ellos, en un perímetro alrededor de su robusto tronco, tenía el suelo revestido de piedras rojizas de la zona. Parecía estar señalado por algo e incluso en un lateral había un pequeño atril, pero, no ponía nada...
Al estar en la pista llamada Mathuselah Trail, supusimos que ese era el mítico árbol... Sin lugar a dudas, era una maravilla de la naturaleza. Pensar que, cuando se construyeron las pirámides y la esfinge de Giza -en tiempos del faraón Kefrén, allá por el año 2.500 a. C. (aproximadamente)- estos árboles poblaban ya esta zona, era como hacer un viaje en el tiempo, regresando a un pasado del que tan sólo la Naturaleza es ya testigo. Me parecía ¡! ALUCINANTE ¡! Fue un momento inolvidable. Desde aquí, quiero darle las gracias a Jesús por descubrirnos este paraje de ensueño.
Jesús, “no cabía en su cuerpo” de la emoción. Disfrutó como un niño y, me alegro mucho por él, me alegro de que pudiese cumplir ese sueño tantos años perseguido. Fue una jornada maravillosa.
La tarde iba decayendo y, como presagio de que ese punto era el final del recorrido, el cielo comenzó a cubrirse de unas amenazantes nubes oscuras. Empezó a tronar... Recorrimos los últimos metros de descenso y, al llegar al coche, comenzaron a caer unas gotas de lluvia...
Creemos que, por su ubicación, este es el pino Matusalén
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR SCHULMAN GROVE. -
-
El parque abre desde las 06:00 a las 22:00 horas
-
El precio de entrada es de 3$ por persona con un máximo de 6$ por coche.
-
Los menores de 18 años no pagan.
-
Debido a lo especial del ecosistema se deben respetar los senderos, sin salir de ellos.
-
No se puede andar en bicicleta por el parque, ni tan siquiera en los senderos.
-
Las mascotas deben ir atadas.
-
No se puede acampar ni hacer fuego dentro del parque.
-
Lleva agua porque en la zona no hay. Tan sólo en la tienda del Visitor Center, si está abierta, podrás abastecerte.
-
El parque sólo se puede recorrer de día.
-
Grandview Campground es el campamento más cercano, desde donde la vista nocturna del cielo es excelente. La elevación a 2.500 m y la falta de contaminación lumínica hacen de las estrellas y la Vía Láctea un espectáculo increíble en verano.
-
Las ciudades más cercanas son:
-
Big Pine : a 24 millas/ 38 Km (agua, gas, comida, alojamiento) 45 minutos
-
Bishop : a 38 millas / 60 Km (todos los servicios y hospital) 1 hora
-
La tormenta que, en un principio oscureció el cielo, fue dejando paso a unas luces cálidas.
La lluvia nos acompañó durante unos kilómetros y luego, al cabo de un rato, paró. Llegamos a Bishop e hicimos el check-in en el hotel. Después, tras acomodarnos, salimos a cenar.
Fuimos al más cercano que encontramos, un restaurante de comida americana llamado Mountain Rambler Brewery. Pedimos unas hamburguesas, unas ensaladas y, para beber, unas cervecitas... Pagamos 50$ por la cena para los cuatro. Cenamos y regresamos al hotel. Comida basurilla, pero, un día era un día y primaba más lo que habíamos disfrutado en la montaña que la cena.
Las hamburguesas y ensaladas de la cena.
Ahora teníamos que descansar. Mañana tocaba Death Valley, el día más duro del recorrido y necesitábamos recuperar fuerzas...
Bishop, fundada en 1903 y originalmente llamado Bishop Creek, es una pequeña ciudad del condado de Inyo en la espectacular región de la Sierra Oriental de California. Esta región está aproximadamente en el centro del estado a lo largo de su frontera oriental con Nevada y a medio camino entre los Parques Nacionales Yosemite y Death Valley. En el año 2021 tenía una población de 3.820 habitantes. El turismo, la minería, la agricultura y la herencia nativa americana también son los motores de su economía.
Bishop - Death Valley - Overton
Nos levantamos a las 06:30 horas. Desayunamos en la habitación y, tras recoger todo, nos reunimos para arrancar a las 07:30. Hoy teníamos un día largo... Sólo para llegar a la entrada de Death Valley eran ya 145 Kms de distancia.
Luego, cruzar el "Valle de la Muerte" eran 220 Kms más, pero es que, después, una vez atravesado el desierto, todavía teníamos 265 Kms hasta Overton. Pues lo dicho... ¡! Un día durísimo ¡!
Mi idea era repartirnos los kilómetros; 630 entre cuatro, tocábamos a 157 Kms/persona. Arranqué yo conduciendo por la carretera 395 en sentido sur. Pasamos por Big Pine, el cruce donde nos desviamos el día anterior para ir a las White Mountains y los pinos Matusalén. Luego llegamos a Lone Pine y allí giramos a la izquierda atajando por la carretera 136 que, en realidad, era una pista de tierra en bastante buen estado. Llegué hasta Darwing, la localidad donde da comienzo Death Valley. Allí, Isabel cogió el relevo para que yo pudiese hacer fotos desde el coche.
La carretera 190 atraviesa Death Valley de este a oeste.
Este paisaje inhóspito, llamado Death Valley, es una porción del gran Desierto de Mojave. Añadir a mi colección "Diario de Viaje" un parque llamado “El Valle de la Muerte” me hacía mucha ilusión, es como si le diera a mi web más “caché”...
Bueno, bromas a parte; debes tener en cuenta que, esta, es una visita que hay que tomarse en serio y organizarla muy bien porque si te quedas tirado sin gasolina o sin agua, puedes pasarlo muy mal. Su nombre no es broma... Hay que conducir bastante para llegar de un lugar a otro y puedes estar horas sin ver a nadie por el camino. Es el punto más caluroso de América del Norte y tiene el récord histórico de la temperatura más alta a nivel mundial cuando, el 10 de julio de 1913, se llegaron a alcanzar nada menos que 134º Fahrenheit (57º Centígrados).
Estas condiciones climatológicas se deben a que la mayoría del parque se encuentra bajo el nivel del mar y está protegido por las altas montañas de la Sierra Nevada de California que bloquean la entrada de las nubes que llegan del Pacífico, dejando tan solo 0,005 litros (5 cms cúbicos) de lluvia al año.
El precio de entrada es de 35$ por vehículo (precio actualizado a 5 de junio de 2023), pero, al ser un parque nacional, puedes usar el Anual Pass. Eso es lo que hicimos nosotros. En Death Valley no hay garitas de entrada como en el resto de parques nacionales y se debe ir al Centro de visitantes de Furnace Creek para registrar tu visita. Allí te darán una cartulina que hay que poner en el parabrisas del coche de forma que, el ranger que patrulla el parque en busca de "morosos", pueda verla fácilmente. Eso es lo correcto... Nosotros no lo hicimos y, no sé si por las fechas en que entramos, o simplemente por casualidad, pero, en ningún momento vimos a los rangers... De todas formas, teníamos el pase en regla.
El Centro de Visitantes abre todo el año de 08:00 a 17:00 horas. Si accedes al Valle de la Muerte cuando el Visitor Center está cerrado y no tienes el Anual Pass, deberías abonar la entrada en las máquinas expendedoras que hay en las distintas entradas. Pero bueno, eso queda en la conciencia de cada uno...
Mapa esquemático del recorrido por el parque.
(01) Puntos fuera de ruta / (01) Puntos en la ruta 190.
Como os he dicho, este parque es enorme y hay que seleccionar y organizar bien la visita para no perder mucho tiempo en los desplazamientos. Tampoco hay mucho secreto, ya que es un parque que se suele visitar de paso y se cruza de este a oeste, o viceversa. Os dejo unas notas y un mapa esquemático sobre lo que nosotros hicimos:
-
Hay puntos, que nosotros no visitamos, que se encuentran muy alejados de la ruta principal por la carretera 190 y, sinceramente, creo que no merece la pena visitarlos por el tiempo que se tarda en llegar a ellos. Estos son: The Racetrack (01), Scottys Castle (02), Rhyolite (03) y Dantes View (04) casi en la salida del parque por Dantes View Road y después de 13 Kms de ascensión hasta llegar a una cota de 1.700 m.
-
Dentro de los puntos más populares y accesibles del parque, entrando de oeste a este, Panamint Springs (01), Stovepipe Wells (02) y las dunas de Mesquite Flat (03), son los más interesantes antes de llegar a Furnace Creek (04), donde se encuentra el Visitor Center.
-
En Furnace Creek puedes abandonar la carretera 190 para acceder, girando a la derecha, por Badwater Road hacia Golden Canyon (05), Artists Palette (06) y Badwater Basin (07).
-
Después, volviendo por la misma carretera hasta Furnace Creek, giraremos nuevamente a la derecha retomando la carretera 190 para llegar a Zabriskie Point (08) y Twenty Mule Team Canyon (09). Estos últimos puntos no pudimos visitarlos. Finalmente, se sale del parque en dirección a Death Valley Junction (10).
En el Centro de Visitantes de Furnace Creek te darán un mapa del parque y toda la información necesaria, pero, de todas formas, puedes bajarte muy buenos mapas de Internet.
Pero, volvamos al Diario de Viaje...
Los primeros kilómetros por el valle se hicieron largos. Un monótono paisaje salpicado de algunos ejemplares de la especie Joshua Tree, endémico de esta zona del desierto. Joshua Tree, el árbol de Josué (Yucca brevifolia), es una especie de la familia de las asparagaceae. Entramos al parque por Panamint Springs.
Sabías que...
Parece ser que ese nombre, árbol de Josué, le fue dado por un grupo de pioneros mormones que, a mediados del siglo XIX, después de haber cruzado el río Colorado, los vieron por primera vez al llegar al desierto de Mojave. La forma peculiar de este árbol les recordó la historia bíblica del patriarca Josué levantando sus brazos hacia el cielo, implorando la ayuda de Dios.
La aproximación al Death Valley
En los picachos del fondo, el Pico Whitney de 4.421 m, cota más alta de la Sierra Nevada.
Un ejemplar del Joshua Tree, endémico del desierto del Mojave.
Tras pasar el arco que señalaba la entrada al parque, el primer contacto con él fue espectacular. Nos encontramos con grandes conos volcánicos y “mares” de arena fosilizada que, desde la lejanía, parecían grandes balsas de agua. Luego, empezamos a descender... Parecía que, literalmente, íbamos directos al mismísimo infierno... El calor era cada vez más sofocante.
Pero... ¡! Oh, my Good ¡! ¡! En medio de nada surgió un área de servicio ¡! Un local en el que encontramos una pequeña tienda con comestibles, un bar y una
tienda de souvenirs... Era Stovepipe Wells.
¡¡ Qué raro... Parecía estar todo preparado ¡!
Sentado en el cartel que anuncia la entrada al parque. (Fotografía Rosa Morla).
Paramos y entramos a tomar algo fresco. Encontramos una máquina que preparaba unos café-moka deliciosos. De hecho, fueron los más ricos de todo el periplo por U.S.A.
Sabías que...
Death Valley (El Valle de la Muerte), recibió su nombre en 1849, cuando un convoy de colonos que viajaban a California, se perdió allí durante varias semanas. Uno de los colonos murió y el resto tuvo que quemar sus carruajes y comerse sus propios bueyes para sobrevivir. Cuando fueron encontrados, una de las mujeres dijo al salir… .-“Adiós, Valle de la Muerte” y ese nombre ha quedado para siempre.
La tierra se abría en los conos volcánicos, dejando ver una infinidad de colores en sus entrañas.
La vegetación y la fauna en el desierto eran escasas; arbustos, hierbas, algunos lagartos, mariposas y algún pajarillo exhausto.
En Mezquite Flat Sand Dunes en contramos paisajes minimalistas... ¡ Pero preciosos !
Allí mismo, a escasos metros de Stovepipe Wells, encontramos la zona de Mezquite Flat Sand Dunes, un paraje de finísima arena blanca... Paisajes minimalistas, donde la regla de “menos es más”, se cumplía al pie de la letra. Troncos muertos y alguna retama era la única “decoración” que allí podías encontrar... Cayó un buena cantidad de fotos, pero, el sofocante calor impedía adentrarse mucho en aquella zona...
Stovepipe Wells, el área de descanso de Mezquite Flat Sand Dunes.
El desierto se extendía kilómetros y kilómetros... El calor a mediodía era sofocante.
Restos de la mina Harmony Borax Works.
Los colores salpicaban el horizonte guardando historias y leyendas.
Sabías que...
Después de que se encontró bórax cerca de Furnace Creek Ranch (llamado Groenlandia en 1881), William T. Coleman construyó la planta Harmony y comenzó a procesar mineral a finales de 1883. Cuando estaba en pleno funcionamiento, Harmony Borax Works empleaba a 40 hombres que producían tres toneladas de bórax diariamente. Llevar el producto terminado al mercado, desde el mismo corazón del Valle de
la Muerte, fue una tarea difícil y se tuvo que idear un método eficiente. La "operación Harmony" se hizo famosa mediante el uso de mulas y carros dobles que transportaban la sal de boro por la larga ruta terrestre hasta Mojave. Los famosos “equipos de veinte mulas”, tiraron de enormes carromatos que transportaban el bórax en un agotador viaje de diez días a través de carreteras polvorientas, para hacer las 165 millas (265 Kms) hasta la estación ferroviaria cerca de Mojave. Aunque los equipos solo funcionaron durante seis años (1883-1889), dejaron “poso” en el viejo oeste. Hoy en día, los equipos de veinte mulas, son sólo un buen recuerdo, una historia más de las que guarda en sus entrañas el Valle de la Muerte. La imagen romántica del "equipo de 20 mulas" persiste hasta nuestros días y se ha convertido en el símbolo de la industria del bórax en este país. El 31 de diciembre de 1974, este lugar fue inscrito en el Registro Nacional de Lugares Históricos.
Tras reponer el aliento continuamos viaje. Los kilómetros transcurrían con la sensación de que el tiempo no pasaba... El paisaje y el calor parecían trasportarnos en un cómodo letargo. Se hizo la hora de comer cuando llegamos a la siguiente parada; Furnace Creek, el área donde, además de un centro de interpretación, un aeropuerto, un hotel y una gasolinera, podemos encontrar... ¡! Un campo de golf ¡!
Los tamarindos que daban sombra para comer.
110ºF / 43ºC en pleno mediodía en Death Valley.
Aprovechamos para comer allí, junto al golf, en la única zona de sombra que creo que hay en todo el parque, proporcionada por unos bellos tamarindos. Llevábamos comida que habíamos comprado el día anterior y, en un “plis-plas”, preparamos la mesa. El agua todavía estaba medianamente bebible. Buena compañía y un paisaje único hicieron que los sándwiches y las ensaladas nos supieron a gloria. Luego, tras recoger todo, nos acercamos a ver el museo y tomar algo fresco. Eran las 14:00 horas y el termómetro de la entrada al museo marcaba... ¡! 110 º F ¡! (43ºC).
Tras un rato viendo la información del parque, sobre la época minera, las condiciones del valle, su flora y fauna, etc., compramos agua fresca y continuamos la marcha. Teníamos que coger la pista llamada Badwater Road, para llegar a los siguientes puntos de interés: Golden Canyon, Artists Palette, Badwater Basin y, luego, de regreso, pasar por el Zabriskie Point.
Llegamos a Golden Canyon. El paisaje era fabuloso. Este sendero atraviesa la zona montañosa hasta el otro lado, pasando por Red Cathedral y desembocando en Zabriskie Point, pero, es una larga caminata de unos 10 Kms ida y vuelta. Bajo el sofocante calor y añadiendo que las mujeres esperaban en el coche, nuestro paseo se quedó en apenas un par de kilómetros de recorrido, aunque fue suficiente para admirar las paredes de color cobrizo que forman el cañón.
El paraje conocido como Red Canyon.
Luego fuimos a la zona llamada Artists Palette. Es una pequeña zona rocosa con un colorido sin igual. Además, dependiendo de cómo incida el sol, respecto a luz y dirección, los colores van variando... Azules, ocres, magentas, morados, verdes incrustados, betas amarillas... ¡! Una auténtica paleta de artista !!
Este paraje, Artists Palette, me recordó a las montañas de colores de Zhangye (China), pero aquí, "la paleta", lucía con una gama más amplia.
Fue un rato muy agradable, además, las mujeres nos acompañaron y eso es bueno para poder, así, cambiar opiniones y compartir los comentarios y los recuerdos. La tarde avanzaba y, según lo hacía, el cielo se cubría de unos nubarrones amenazadores... Eran aún las 16:20 horas, pero nos faltaba bajar hasta Badwater Basin para terminar el recorrido por el valle.
Badwater Basin es el punto más profundo de todo Death Valley y de todo EE.UU. a una cota de -86m por debajo del nivel del mar.
Por curiosidad, os dejo la lista de los puntos más bajos del planeta:
- Depresión del Mar Muerto -408 (Jordania)
- Lac Assal -155 metros (Yibuti)
- Turpan Pendi -154 metros (China)
- Depresión Qattara -133 metros (Egipto)
- Vpadina Kaundy -132 metros (Kazajistán)
- Denakil -125 metros (Etiopía)
- Death Valley -86 metros (EEUU) <------
Aunque eso no es nada comparado con El Abismo Challenger en la Fosa de las Marianas (Océano Pacífico) que es el punto más profundo de la Tierra, a -10.971 metros bajo el nivel del mar.
Llegamos a Badwater Basin tras 15 minutos de coche. Simplemente era un capricho mío, estando allí, quería llegar hasta ese punto. Recorrimos unos metros por las “conchas” de arena cristalizada con la sal e hicimos unas fotos. Luego, pusimos rumbo a la salida del valle, al llamado Death Valley Juction. Le dije a Isabel que le cogía el coche, que ella llevaba ya 200 y pico kilómetros a sus espaldas, pero, no hubo manera...
El salar de Badwater Basin a 86 m por debajo del nivel del mar.
Cuando regresábamos, la amenaza de cambio se hizo realidad. Las nubes negras que teñían el horizonte descargaron, pero fueron, literalmente, cuatro gotas. Se levantó un fuerte viento y comenzó una tormenta de arena que me recordó a la que sufrimos en el Desierto de Thar, en Rajasthán (India).
Unas violentas ráfagas de viento removían la arena e impedían casi la visión de la carretera... Fue un momento tenso que, afortunadamente, nos sorprendió dentro del coche. Fueron unos pocos minutos y cuando cambiamos de rumbo hacia el norte, hacia Amargosa Valley, la tormenta paró. En un breve espacio de tiempo habíamos pasado de cielos despejados con sol, a nubarrones oscuros y finalmente la tormenta de arena. El desierto marcaba su ley... Nosotros, a nuestro ritmo, habíamos entrado nuevamente en el estado de Nevada.
La tormenta de arena nos cogió justo frente a Zabriskie Point.
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR DEATH VALLEY. -
-
El precio de entrada al parque es 35$ por coche. Al ser un Parque Nacional está incluido en el Annual Pass.
-
Al llegar a Furnace Creek os entregaran una guía en forma de periódico con un mapa, puntos de interés, actividades y noticias actualizadas que atañen a la visita.
-
Lleva una gorra o sombrero para la cabeza y usa crema solar, porque el sol atiza de lo lindo.
-
Utiliza calzado cómodo y de trekkig.
-
Si tienes posibilidad lleva una nevera en el coche con hielo y mucha agua.
-
Recarga las baterías (cámara y móvil) en el hotel para no gastar la batería del coche.
-
Llena el depósito de gasolina antes de llegar a Death Valley para no quedarte tirado. Pero tampoco te alarmes porque en Paramin Springs, en Stovepipe Wells y Furnace Creek, hay gasolineras, aunque la gasolina es más cara.
-
Y lo más importante, si haces algún trekking en el Valle de la Muerte procura no salirte del sendero principal para evitar perderte o encontrarte con una serpiente de cascabel.
Os dejo el enlace a su página web: https://www.nps.gov/deva/index.htm
El camino hasta Moapa Valley fue un tremendo castigo para todos. Pero, ese era el precio a pagar para poder llegar hasta las inmediaciones del Valle del Fuego y poder verlo al día siguiente. Las distancias son tan grandes que no queda más remedio que hacer kilómetros y kilómetros... Paramos a echar gasolina y tomar un café en una gasolinera de Terrible´s que, todo sea dicho, nos dieron mucho juego a lo largo del viaje. Finalmente, sin nada reseñable en esos 265 Kms, más que alguna fotografía del atardecer, llegamos al North Shore Inn at Lake Mead en Overton (Nevada).
La cadena de gasolineras llamada Terrible´s como veis muy patriotas...
Atardecer camino de Moapa Valley.
El check-in cerraba a las 21:00 horas. Llegamos alrededor de las 20:00 horas, cansados y tensos, sobre todo Isabel que se había pasado toda la jornada conduciendo. Allí teníamos piscina, pero se había hecho muy tarde y no la pudimos usar. Tras registrarnos y asearnos un poco, salimos a cenar. Encontramos un Mc Donald´s abierto y allí nos metimos. Unas hamburguesas, patatas fritas y nuggets de pollo... Más yanqui imposible. Pagamos 40$ por la cena para los cuatro.
Luego al hotel a descansar. Mañana esperaba otra interesante jornada, pero en esta ocasión sería más suave... La cama era cómoda...
La tarjeta de visita y los datos del hotel de Overton.
Overton es una ciudad del condado de Clark en el estado de Nevada. Está en el extremo norte del lago Mead. Fue establecida originalmente en 1869 por miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, dirigida por Helaman Pratt. En la década de 1880, Overton era la ubicación de la única tienda en el valle de Moapa y atraía a personas de localidades vecinas que llegaban allí para comprar suministros. En la década de 1930, la ciudad de St. Thomas fue sumergida por el agua a medida que el lago Mead se llenaba, y la mayoría de su población se trasladó a Overton. Después de eso, Overton, se desarrolló como el núcleo principal de la comunidad empresarial en el valle de Moapa. Cerca de Overton, hay depósitos de magnesita, caolín y yeso. También se está produciendo arena de sílice.
Overton - Valley of the Fire - Kanab
Tenía ilusión con este día porque, al estar alojados tan cerca de la entrada al parque, quería pegarme el madrugón y ver amanecer desde
algún punto interesante. Jesús y yo nos levantamos sobre las 04:45 para ir al Valley of the Fire con las primeras luces del alba. Tan sólo nos separaban 10-15 minutos en coche. A las 05:15 horas estábamos allí. El amanecer estaba marcado para las 05:20 horas, pero levantó unos minutos más tarde. Tampoco fue tan espectacular como esperaba, pero, sólo la sensación de ver llegar el día en un lugar tan excepcional, valió la pena.
Amanecer en el Valle del Fuego.
El Valle del Fuego es un pequeño parque estatal con paisajes que parecen de otro planeta, con un colorido espectacular, sobre todo en la zona de White Domes. Cuando la arenisca azteca es bañada por los rayos del sol, proporciona la ilusión de que el área está en llamas y, de ahí, viene su nombre. Durante la mayoría de los días, en los meses de verano, se alcanza un promedio superior a 100ºF (43ºC). Este parque se encuentra en la tierra del pueblo Nuwuvi (Paiute del Sur). Pero, lo mejor de todo, es que no es un parque muy grande y por ello no necesitas largas caminatas para llegar a los puntos más populares, aun así, suele quedar en el olvido por la fama de sus “vecinos”...
Es el parque estatal más antiguo del estado de Nevada (1935) con troncos de madera fosilizada de hace 225 millones de años, signos de presencia humana con petroglifos de 3.000 años de antigüedad, rocas multicolores del periodo jurásico y formaciones inverosímiles que parecen obra del mejor arte abstracto.
Las luces empezaban a levantar mostrando un paisaje espectacular.
La entrada es válida solo para una jornada. Se debe pagar una tarifa de 10 $ por vehículo con matrícula de Nevada y 15 $ por vehículo con placas de otro estado. (Precio actualizado a 06 de junio de 2023) y, al ser un parque estatal, no entra en el Annual Pass. Abre todos los días del año desde el amanecer hasta el atardecer. El centro de visitantes está abierto de 8:30 a 16:30.
Está dotado de servicios y te puedes abastecer de agua. A lo largo del parque hay áreas de descanso, parkings en las zonas estratégicas y zonas de picnic donde, si llevas la comida de casa, puedes comer de forma gratuita. Sinceramente, es un parque muy fácil de visitar y muy agradecido en su recorrido. Aunque nosotros no tuvimos opción, es mejor visitarlo con las luces del atardecer, cuando el sol incide en las rocas de color rojizo, no como al amanecer que proyecta muchas sombras...
Mapa esquemático del recorrido por Valley of the Fire.
Cuando amaneció, los colores rojizos inundaron el horizonte.
Recorrimos la zona más próxima a la entrada y sobre las 07:00 estábamos de regreso en el hotel para desayunar con las mujeres. Tras el desayuno hicimos el check-out y volvimos todos al parque.
Cuando volvimos a entrar, ya los cuatro juntos, arrancó la mañana entre rocas rojas, naranjas, rosas y amarillas y empezamos a recorrer los puntos de interés. La primera parada fue en Atlatl Rock. Los indios anasazi que poblaban estas tierras, probablemente no vivieran en un lugar tan seco, pero sí pasaban por aquí largas jornadas de caza y dejaban grabados en el óxido de las rocas. Esta pátina oscura o barniz del desierto, es una forma natural de oxidación que cubre las rocas, ideal para dibujar en un material tan duro. En Atlatl Rock hay muchos grabados diseminados por todas partes, pero los mejor conservados son los petroglifos que se encuentran a mayor altura. Se accede subiendo por una escalera de metal que te deja justo frente a ellos.
Nota:
Un atlatl es un artefacto de madera que, antes de la invención de los arcos, se usaba para lanzar flechas y lanzas. La imagen de un atlatl está representada en la parte superior de la roca.
El paraje llamado Atlatl Rock donde encontramos los petrogrlifos de los indios anazasi.
Algunos de los petroglifos de Atlatl Rock.
En el mismo recorrido circular llamado Loop Road, donde se encuentra Atlatl Rock, vimos el Arch Rock, un enorme arco de piedra tallado con el paso del tiempo y la erosión para que, en este momento de la vida, nosotros seamos testigos de su belleza. Está claro que, más tarde o temprano, colapsará y nadie lo podrá volver a ver. Eso pasó con la Azure Window de la isla de Gozo (Malta). Rosa y yo pudimos verla en octubre del 2014, antes de que colapsara tras una tormenta en marzo de 2017.
A la izquierda Arch Rock. Las otras fotos son formaciones de esa misma zona.
Troncos petrificados y curiosas formaciones en la zona de Loop Road.
Grandes saurios e incluso un "alien", todos fosilizados.
Los árboles fosilizados en esta zona, ahora casi inexistentes, son pinos antiguos que crecieron aquí durante la Era de los Reptiles, hace unos 150 millones de años. La madera petrificada es madera que ha permanecido a la intemperie el tiempo suficiente para convertirse en un fósil. Todos los elementos orgánicos son eliminados por el paso del tiempo y la acción del sol, el frío, el viento y el agua, siendo reemplazados por minerales. Además, fósiles y formas curiosas completan este paisaje.
Distintos paisajes que muestran las formaciones de arenisca roja.
De camino a las White Domes nos encontramos con Balancing Rock. Al igual que con otras formaciones rocosas de esta zona, esta composición, se ha creado de forma natural tras siglos de erosión. Esta enorme roca de arenisca roja es una maravilla natural increíble, que, al menos por el momento, se mantiene en equilibrio. Rodeada de un paisaje de tonos rojos y naranjas que va ondulando hasta unos acantilados de arenisca roja, de formas increíbles. Obviamente, Balancing Rock, como otras muchas formaciones son frágiles, así que, está prohibido subirse a las rocas en todo el parque.
Seguimos avanzando por la White Domes Road... Llegamos al llamado Fire Canyon. El calor era sofocante. El sol castigaba de forma vertical e implacable, pero, aún y todo, nos adentramos en el cañón...
Balancing Rock.
El Fire Canyon, un micro-mundo espectacular dentro del parque.
La vegetación y la escasa fauna aparecieron ante mis incrédulos ojos... Las circunstancias, al estar inmerso en ese maravilloso micro-mundo, hacían que no notase el tórrido calor que abrasaba mi cabeza...
Algunos cactus, pequeñas retamas, lagartos y algún valiente pajarillo era todo lo que se podía ver en la zona.
Más arriba, la carretera se desvía para alcanzar una loma con un aparcamiento circular y un mirador llamado Silica Dome. Allí se puede divisar un cambio colores en la roca totalmente radical.
La zona llamada Silica Dome con una mezcla increíble de colores.
Las formaciones de arenisca, que son tan prominentes en el Valle del Fuego, están hechas de granos de arena que son casi sílice pura. Silica Dome es el mejor ejemplo de tal depósito de minerales en toda la zona. El cambio de blanco a rojo, en la base de la cúpula, ocurre donde pequeñas cantidades de hierro, incrustadas en la roca, producen una mancha similar al óxido.
Tras esta "borrachera" de color llegamos hasta Rainbow Vista... Si ya veníamos ebrios de tanto colorido, lo que aparecía ante nuestros ojos era otro bombardeo de tonos rojos, amarillos, ocres, blancos y rosas...
El colorido era abrumador, desde el primer plano hasta el horizonte.
Finalmente llegamos a las White Domes... La carretera de White Dome Road termina en el parking que da acceso a White Dome Trail, un sendero circular de 1,8 kilómetros donde el paisaje cambia constantemente, con cúpulas, arcos y cañones. Nada más empezar el terreno desciende para sumergirte en un pequeño cañón de ranura y rincones donde los colores de las rocas iban cambiando. Tan pronto encontrabas un remolino de colores rosados, como una protuberancia rocosa de un amarillo intenso.
El acceso al sendero llamado White Dome Trail.
Al final, el sendero se abre en un inmenso valle de colores inagotables.
Las cúpulas blancas son formaciones de arenisca con colores brillantes que podemos apreciar durante kilómetro y medio. El White Domes Trail es un circuito moderado que combina vistas panorámicas del desierto, cuevas y formaciones imposibles.
Llegamos hasta la zona llamada Crazy Hill. Tan sólo nos quedaron algunos senderos que se hacían muy largos. Cada visita superaba a la anterior... Colores, formas caprichosas, todo en una mágica armonía que hacían de ese lugar algo maravilloso. Lo cierto es que, geológicamente hablando, estos paisajes son brutales.
Crazy Hill en la parte alta de White Domes.
El sendero iba desvelando diferentes formaciones rocosas.
Los diferentes estratos componen dibujos de formas y colores que van desde el amarillo al ocre pasando por todos los tonos de naranjas y rosas.
Panorámica de White Domes en todo su esplendor.
Desde las White Domes bajamos al Visitor Center. Allí estuvimos viendo los paneles informativos de cómo se creó el valle, de su flora y fauna y de sus primitivos habitantes, los indios anasazi.
En cualquier parte del parque encontrabas bonitos paisajes.
A medio día paramos en una zona de sombra con mesas y comimos allí. Llevábamos la comida preparada, ensalada, sándwich, jamón dulce, fruta y, sobre todo, agua. Tras la comida, en pleno momento de calor, a eso de las 13:00 horas, pusimos rumbo a Kanab, la próxima parada del viaje. A esas horas era bastante temerario volver a recorrer los parajes rojizos y pensamos qué, lo más positivo, era avanzar. Teníamos unas 2h 30m por delante, tocando los estados de Nevada, Arizona y Utah. El reloj se volvía loco porque, en Utah, se cambia de huso horario. Es una hora más, es decir, pasamos de la zona del Pacífico (-9 horas de diferencia con España), a la zona de la montaña (-8 horas).
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR VALLEY OF THE FIRE. -
-
El Parque Estatal Valley of Fire está abierto desde el amanecer hasta el atardecer, así que, llega temprano para aprovechar las primeras luces.
-
El atardecer es más fotogénico porque la luz apenas proyecta sombras sobre las rocas.
-
La entrada es de 10 $ por coche y día.
-
Si estás planeando acampar, entonces serán 20 $; / 10 $ por la entrada al parque + 10 $ por la plaza del camping.
-
El Anual Pass no es válido porque este es un parque estatal, no nacional.
-
Se admiten mascotas y están permitidas en los senderos, pero atados.
-
Lleva ropa apropiada según la temporada.
-
Lleva suficiente agua, algunos de los trekkings no disponen de fuentes; mantente hidratado.
-
Si vas en verano no olvides: gafas de sol, gorra, zapatillas cómodas y protector solar.
-
En verano las temperaturas máximas superan los 100°F (38°C), mientras que, en invierno, los mínimos están en los 30°F (-1°C) por la noche y alrededor los 50°F (10°C) durante el día.
-
De julio a septiembre puedes encontrar fuertes tormentas de verano.
Las piedras rojizas de Valley of the Fire dieron paso a verdes praderas camino de Kanab.
Fuimos dejando atrás las piedras rojizas de Valley of the Fire y nos adentramos en un verde paisaje que, sinceramente, no me esperaba. Grandes praderas, donde hace un siglo pastaban los bisontes, ahora estaban ocupadas por algunas reses. La verde llanura se extendía a ambos lados de la carretera a lo largo de muchos kilómetros. Circulabamos hacia el noreste por la carretera 15. Dejamos atrás la ciudad de St. George y cruzamos el llamado Apple Valley.
En el paisaje predominaban las altas y extensas mesetas alzándose sobre grandes valles.
Paramos a medio camino para repostar y tomar un café-moka y, a eso de las 19:00 horas, llegamos al Travelodge by Wyndham Kanab, nuestro alojamiento de hoy. Descansamos un rato y luego salimos a cenar.
Fuimos a un restaurante especializado en carne asada llamado Wild Thyme Cafe. Pedimos dos ensaladas y dos costillas asadas con salsa de barbacoa, típicas del oeste. Esos platos, con unas cervezas locales, nos costaron 106$ a pagar entre 4, es decir a 26$ por cabeza. Cenamos muy bien, insisto en lo de las raciones... Son muy generosas.
Kanab está al cobijo de una gran montaña de estratos de colores.
La tarjeta de visita, la información y una imagen del hotel.
Desde el restaurante volvimos al hotel y descargué las fotos mientras ordenábamos todo un poco. En este pueblo estaríamos dos noches seguidas, por lo tanto, había tiempo para lavar alguna prenda que se necesitaba y reorganizar todo un poco. Luego, tras la ducha y el aseo nos fuimos a descansar... Mañana tocaba la visita a Bryce Canyon.
Los platos y la tarjeta del restaurante.
Kanab es una ciudad del condado de Kane, en el estado de Utah, con una superficie de 36,4 km². La población en el año 2021 era de 4.998 habitantes. Es cada vez más reconocida a nivel nacional como un destino turístico único. Se puede usar Kanab como "campamento base" para acceder a destinos increíbles, como Grand Canyon, Lake Powell, Bryce Canyon, Zion National Park u otras maravillas geológicas como Vermilion Cliffs, The Wave o White Pocket, todos estos lugares a menos de una hora y media en automóvil. En la década de 1930, Hollywood descubrió los hermosos paisajes y el terreno agreste del sur de Utah. Desde entonces, en esta zona se han filmado más de 200 películas, lo cual ha dado a Kanab el sobrenombre de "Pequeño Hollywood".
La historia de Kanab se remonta a eras prehistóricas. De hecho, se han descubierto más de 20 nuevas especies de dinosaurios por toda esta zona. Los majestuosos acantilados y cañones rojizos también eran el hogar de antiquísimas civilizaciones aborígenes, y se puede encontrar fragmentos de sus artefactos de cerámica y pictogramas. Las pequeñas comunidades del sur de Utah fueron establecidas por los pioneros mormones, cuyos descendientes aún crían ganado y cultivan el área.
Kanab - Bryce Cañón N. P. - Kanab
Nos levantamos a las 06:30. Rosa y yo dormimos toda la noche de un tirón y, sinceramente, se agradecía porque nos levantamos con las pilas cargadas. Nos reunimos a las 07:30, cuando abrían la zona de desayunos. Unos huevos cocidos,
un yogurt, café y un par de tostadas con mantequilla y mermelada fueron nuestro aporte para afrontar la mañana con energía. Luego, a las 08:15 arrancamos rumbo al parque de los farallones de color rojo... Bryce Canyon.
Teníamos 125 Kms de distancia (1h 30m aproximadamente) desde el hotel en Kanab hasta la entrada al Bryce Canyon. Acostumbrados ya a las largas distancias, esto era un paseo... Conducía Isabel.
La carretera 89 transcurría por el valle que se abría bajo las Black Mountains. El paisaje, después de dejar atrás la localidad de Glendale, se convirtió en una pradera verde donde, las sabinas, fueron dando paso a un frondoso bosque de pinos, robles y enebros. Un río serpenteaba por el valle y dejaba un manto de hierba verde brillante, nada que ver con los paisajes áridos y desérticos de jornadas anteriores. Dejamos a nuestra izquierda la entrada a Zion National Park y Dixie National Forest.
Verdes prados camino de Bryce Canyon.
Extensas praderas y caballos pastando libres... La típica imagen del oeste.
Toda la zona del valle que forman las Black Mountains goza de abundante agua.
A pesar de su nombre, el Parque Nacional de Bryce Canyon, no es un cañón, ni se ha formado por la erosión de un río. Se trata de un gran anfiteatro natural que se ha creado en la ladera de una meseta con miles de pináculos y agujas de roca que los americanos llaman hoodoos, que podríamos traducir como “hechizo”, pero, habitualmente, los conocemos como “chimeneas de hadas”. Su forma alargada, sigue el borde de la meseta de Paunsaugunt durante 30 kms, en los que se suceden los anfiteatros naturales causados por la erosión y los corrimientos de tierra.
Bryce Canyon es un espectáculo en su totalidad. La meseta donde se encuentra el parque está a más de 2.000 metros de altura. La concentración de rocas en forma de pináculos y agujas que hay en este espacio, con esta preciosa gama de colores que proporciona el óxido de hierro, hace que caigas bajo el hechizo de un paisaje sorprendente, con colores que van del rojo al naranja y del blanco al rosa, cambiando sus matices según la humedad del suelo y la luz que reciben del sol.
Entrar a Bryce Canyon cuesta 35$ por vehículo. La entrada es válida para una semana, pero, puedes entrar con el Annual Pass. La entrada al parque se hace por la carretera escénica UT-12 que te lleva por un valle no muy profundo, llamado Red Canyon. Torres no tan estilizadas como los hoodoos de Bryce Canyon, pero muy vistosas por su intenso color bermellón mezclados con el verde de los bosques de pinos de la especie Ponderosa, hacen que conducir por allí sea todo un placer.
El Red Canyon nos mostraba los inicios de los farallones rojizos.
Cuando organizábamos el viaje, barajamos la opción de visitar Zion N. P. en lugar de llegar hasta Bryce Canyon, pero, finalmente, las imágenes de los farallones rojizos de este último, pesaron más que las escarpadas paredes de Zion... Ahora, a "toro pasado", deciros que no nos arrepentimos de la elección porque, la experiencia de Bryce Canyon, fue... ¡¡ Brutal !!
Llegamos aproximadamente a las 10:00 horas. Dejamos el coche en el parking donde se cogen los shuttles y, tras enseñar el Anual Pass, accedimos a uno de los autobuses para subir a la parte alta del parque. Llegamos hasta la última parada llamada Bryce Point. La idea era ver la parte superior e ir bajando en el shuttle por los distintos trekkings que había en la zona.
La parada de los shuttles que suben a la parte alta del parque y uno de los autobuses.
Arriba, en Bryce Point, el parque ofrecía una panorámica general, con unas vistas impresionantes. Rocas rojas, con formas puntiagudas, parecían ascender desde el mismo infierno. Una imagen difícil de describir ya que, los ojos se perdían en un cañón que formaba una especie de circo en el que las púas de roca dibujaban formas infinitas. Estrechos senderos se retorcían entre ellas, formando un tobogán que subía y bajaba entre pinos centenarios de troncos retorcidos... ¡! MAGICO !!
Mapa de los servicios y senderos de Bryce Canyon.
Desde arriba, en Bryce Point, se obtiene una visión global de todo el parque.
Desde Bryce Point bajamos en el shuttle hasta el punto llamado Sunset Point. La idea era hacer la primera parte del llamado Navajo Loop Trail, un recorrido circular de unos 7-8 Kms que se unía al llamado Queens Garden Trail que nos llevaría hasta el Sunrise Point. Allí cogeríamos el shuttle y regresaríamos hasta el punto donde estaba el coche... Bueno, no hicimos todo, pero, fue un paseo muy interesante...
El letrero que anunciaba el punto de inicio del trekking.
Arrancamos cuesta abajo por el Navajo Loop Trail. El descenso era frenético. Un sendero de tierra, con arenilla y piedrillas sueltas lo hacían resbaladizo en algunos tramos y se retorcía en cerradas curvas de fuerte pendiente. La gente subía exhausta, jadeando y sudando. El calor era sofocante a esas horas, pero, las vistas eran espectaculares. Nosotros, como mal menor, íbamos bajando...
La bajada por el Navajo Loop Trail.
Al fondo del cañón, tras la bajada, el camino cruzaba un estrecho paso entre dos enormes moles de roca. Tras atravesarlo, fue como entrar en otro mundo, un mundo casi salvaje, casi intacto y a salvo de la destructora obra del ser humano. El sendero se iba abriendo paso entre pinos y rocas de color rojizo...
Tras cruzar el estrecho paso entre las dos moles de roca, se abría un hermoso sendero.
Las vistas eran increíbles. Estábamos disfrutando mucho. Pinos retorcidos crecían haciendo equilibrios en las pendientes laderas del cañón y nos iban regalando unas fotos de postal. También había gente... En todos los lugares nos encontrábamos a mucha gente.
Cada rincón y cada curva del sendero mostraba algún precioso paisaje.
Finalmente, cuando llegamos al punto de intersección con el otro sendero, decidimos girar a la izquierda y recortar el trekking haciendo sólo el Navajo Loop Trail, para volver a subir al Sunset Point.
Se suponía que, enlazando al fondo del cañón con el Queens Garden Trail, la pendiente de ascenso era bastante más suave. Claro está, de esta manera, recortando el trekking, nos comeríamos toda la pendiente de subida...
El cruce entre los senderos de Navajo Loop Trail y Queens Garden Trail.
Formaciones en equilibrio por todo el recorrido de Navajo Loop Trail.
Distintos estadios de erosión en la creación de los picachos de Bryce Canyon.
A la izquierda la formación llamada "El Martillo de Thor". A la dercha las rampas de acceso a Sunset Point.
Panorámica de Bryce Canyon desde Sunset Point.
Desde Sunset Point las vistas de todo el circo que forma el parque son excepcionales.
Llegamos arriba a las 13:00 horas, sin aliento, sofocados por el calor y con las piernas “blandas” por la retorcida cuesta. Tras coger un poco de aire, fuimos a la parada del shuttle y bajamos hasta el parking. Comimos allí abajo, en el área del Visitor Center, en un restaurante llamado Ruby´s. Tenían buffet y nos pusimos tibios con distintas ensaladas, pavo asado, pastel de carne y, para postre, unos pastelitos y un poco de helado, todo acompañado por unas cervezas y el agua que te ponen en todos los establecimientos. Pagamos por todo 100$ entre los cuatro.
El letrero que marca el Sunset Point a 2.500 m de altitud.
En la zona de camping del parque hay varias opciones de alojamiento... Tippis indios y carretas de colonos.
Una simpática ardilla nos hizo una visita.
Tras la comida, a eso de las 15:30 horas, decidimos volver a Kanab. Cogí yo el coche. Llegamos sobre las 17:00 horas sin ninguna incidencia reseñable. Sobre las 19:45 salimos a cenar unos bocadillos a un garito de la cadena Subway que teníamos frente al hotel. Luego, a las 20:30 regresamos a descansar. El día había sido muy bonito. La visita a Bryce Canyon es completamente recomendable en tu periplo por el oeste americano. Es uno de los parques más bonitos y accesibles. Mañana tocaba traslado a Page, última parada antes de Las Vegas. Entrábamos en la recta final del viaje...
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR BRYCE CANYON. -
-
El parque está abierto las 24 horas del día durante todo el año. No se requieren reservas anticipadas.
-
La zona del Visitor Center tiene los siguientes horarios:
-
Horario de primavera: 26 de marzo – 06 de mayo de 08:00 a 18:00
-
Horario de verano: 07 de mayo – 01 de octubre de 08:00 a 20:00
-
Horario de otoño: 02 de octubre – 05 de noviembre de 08:00 a 18:00
-
Horario de invierno: 06 de noviembre – 25 de marzo de 08:00 a 16:30
-
-
La entrada es de 35 $ por coche independientemente de las personas que lo ocupen, 30$ por motocicleta o 20$ por persona.
-
Al ser un parque nacional, puedes entrar con el Anual Pass.
-
Los siguientes días, la entrada al parque es gratuita:
-
16 de enero — Cumpleaños de Martin Luther King, Jr.
-
22 de abril — Primer Día de la Semana del Parque Nacional
-
4 de agosto — The Great American Outdoors Act
-
23 de septiembre — Día Nacional de las Tierras Públicas
-
11 de noviembre — Día de los Veteranos
-
-
Se admiten mascotas, pero atadas.
-
Existen varias zonas de acampada dentro del parque.
-
Si vas a hacer algún trekking por la zona lleva agua abundante, no hay fuentes.
-
Lleva ropa apropiada y cómoda según la temporada.
-
En verano no olvides: gafas de sol, gorra, zapatillas cómodas, protector solar y, en la medida de lo posible, evita las horas centrales del día.
-
No está permitido volar drones.
-
Procura ser responsable y no dejes rastro de tu paso.
-
Tanto el amanecer como el atardecer son muy fotogénicos.
-
Bryce Canyon tiene un aeropuerto cercano al que llegan vuelos nacionales.
Te dejo este enlace a la página oficial del parque. En ella puedes encontrar toda la información detallada y actualizada, con los últimos avisos de alertas por agua, fuego, etc. Además de mapas de los distintos senderos y puntos de observación, encontrarás todos los datos de los distintos campings, con horarios, tarifas y demás. Échale un vistazo antes de organizar tu viaje.
Kanab - Antelope Canyon - Page
Nos levantamos a eso de las 07:30. Como el día anterior, desayunamos en la recepción del hotel y a las 08:45, tras hacer el check-out, arrancamos hacia el este. Esta jornada también se presentaba tranquila.
Tan sólo 120 Kms separaban la localidad de Kanab, en Utah, de Page, en Arizona, la siguiente parada y la última antes del traslado definitivo a Las Vegas. Los relojes seguían medio locos porque nos estábamos moviendo prácticamente por la línea divisoria de los dos estados.
Cogió el coche Jesús, que condujo unos 70 Kms por la carretera 89 hasta Paria Contect Station, la zona donde empezaban las hoodoos. Llevábamos anotados varios puntos donde encontraríamos estas formaciones a lo largo de la ruta antes de llegar a Page. Las primeras formaciones y, finalmente, las únicas donde paramos un buen rato, fueron las de la zona denominada Toadstool Hoodoos.
Camino de Page las verdes praderas se sucedían ante nosotros.
Los Toadstool Hoodoos son un grupo de formaciones rocosas que se asemejan a unos hongos. Se calcula que han tardado más de 30 millones de años en erosionarse para obtener las formas actuales. Estas formaciones se crean debido a que los duros cantos de arenisca de Dakota se posan sobre los pedestales de lutita o arenisca blanda y, a medida que esta, la más débil, se erosiona, la arenisca de Dakota forma una capa en la parte superior que se asemeja a un hongo.
En España también tenemos chimeneas de hadas en varias zonas: (Zaragoza, Huesca, Navarra, Canarias), pero, a pesar de lo escasas que siguen siendo hay chimeneas en otros lugares del Mundo... Turquía (Capadocia), México (Sombrerete), Francia (Alpes), Perú (Huancayo), Suiza (Valais), Italia (Bolzano)...
El paisaje que se mostraba, antes de llegar a la zona de los hoodoos, era ya una fantasía... Unas formaciones geológicas impresionantes y muy curiosas. Los pliegues del terreno me recordaban a un pastel de “tiramisú”... Colores rojizos, blancos, ocres y amarillentos de sucedían en capas perfectamente alineadas, propias de la inspiración de la mejor pastelería. Me imaginaba cómo pudo haber sido la creación de todo aquello, el magma en ebullición brotando de las entrañas de la Tierra, lluvias torrenciales que lo enfriaron poco a poco, creando ríos y cañones... ¡! Un verdadero espectáculo ¡!
El parque Grand Staircase-Escalante National Monument, con sus montañas de "tiramisú".
Llegamos al punto que marcaba el GPS sobre las 10:00. Al pie de la carretera encontramos una zona de gravilla acondicionada como un estacionamiento para unos 20 automóviles. Buenas noticias... ¡! Era gratuito ¡! Sí, la entrada al parque estaba acotada por una alambrada y un paso de esos que se ponen en la montaña para obligarte a entrar de uno en uno, pero, el acceso era libre. No había que pagar ninguna tarifa ni para estacionar, ni para entrar a caminar hasta Toadstool Hoodoos. Además, para una emergencia, hay dos baños portátiles en el comienzo del sendero y se admite caminar con perros, pero, deben estar atados. Bajamos todos del coche y, tras coger las cámaras, cruzamos la alambrada.
Inicio del sendero hacia los hoodoos.
Algunas de las plantas que encontramos en la zona.
La escasez de agua provoca que la flora del lugar esté compuesta por pequeñas florecillas de colores, cactus, algunas retamas y una especie de "alcachofa" que sale de unos tallos verdes y duros.
El sendero, de unos 3 Kms ida y vuelta, es bastante plano, sin apenas desnivel y, el poco que hay, es muy suave. El terreno a lo largo de la pista se compone de arcilla y arena. Nosotros lo hicimos en seco, pero, ese terreno empapado tiene que ser bastante más complicado. La mayor parte del camino hasta llegar a los hoodoos es a través de estas tierras baldías, cruzando pequeñas rieras que, cuando llueva, formarán arroyos. Va subiendo por unas suaves colinas, pero en general, el camino es llano y fácil. Eso sí, había muchos mosquitos, muchos y muy pesados. Hacía calor. Las mujeres se quedaron en una zona de sombra y Jesús y yo empezamos a subir la colina. Lo mejor de Toadstool Hoodoos es que es una caminata rápida, fácil y familiar. Por un poco de esfuerzo, obtienes una buena recompensa al estar rodeado de formaciones inimaginables.
En cuanto a la hora de la visita, como todo, los hoodoos se fotografiarán mejor al final de la tarde o al amanecer. Nosotros, que teníamos que estar en Antelope Canyon a las 15:30 horas, pasamos a media mañana, un poco antes de mediodía y, el sol, ya proyectaba algunas sombras duras. Al haber algunas nubes en el cielo, pudimos hacer algunas cositas interesantes.
Un primer contacto con formaciones de "sombrero" rojizo y "tallo" blanco.
Un terreno de transición entre unas formaciones y otras.
Una zona de "setas" de color rojizo.
En la parte alta de la colina encontramos estas preciosas formaciones.
Después de aproximadamente 1 Km y, tras subir entre unas rocas, alcanzamos el primero de los hoodoos. Estos son de un color naranja intenso y unos de los más bonitos de todos. Allí se abre una pequeña plataforma donde podemos encontrar más formaciones. Cada uno es ligeramente diferente en color y tamaño, lo que hace que sea más divertido verlos. La mirada se perdía a derecha e izquierda e incluso hacia arriba, porque, en la parte superior de los acantilados, también puedes ver algunos.
Aunque había un puñado de personas cuando llegamos, había mucho sitio para moverse y no tuvimos problemas para repartir el espacio sin molestarnos para hacer fotos y disfrutar de todo el entorno.
Entramos por uno de los acantilados que parecía cruzar al otro lado, pero, al fondo nos encontramos con una enorme pared que cerraba el paso. Seguimos subiendo por otro sendero, pero, cada vez se iba haciendo más complicado. Terminamos en lo alto de una colina viendo el espectacular panorama que se abría ante nuestros ojos. El sol, le daba a toda el área una hermosa luz dorada que, si te entregabas a la imaginación y te dejabas cautivar por ella, realmente te transportaba a otro planeta.
Es un espectáculo único para ver y vale la pena visitarlo cuando viajes por el sur de Utah. Este parque está ubicado en el extremo sur del Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante, que no permite drones. Además, como todas estas zonas, no hace falta decir que los Toadstool Hoodoos son muy frágiles, así que, por muy tentador que sea, no te subas a ellos. SE RESPETUOSO.
Dejamos el parque con intención de parar en alguna otra zona de hoodoos que teníamos anotada más adelante, pero, el GPS no nos mostró la ubicación y, cuando nos dimos cuenta, lo habíamos pasado de largo. Bueno, tampoco nos sobraba mucho más tiempo...
Paisajes espectaculares camino de Page.
Llegamos a la presa del Lake Powell y paramos a ver aquella impresionante construcción. Tras unas fotos continuamos viaje. Entramos en Page a eso de las 13:00 horas. Bien, íbamos muy bien de tiempo. Fuimos hasta el hotel, llamado Rodeway Inn at Lake Powell, con la intención de hacer el check-in y dejar el equipaje en la habitación, pero nos dijeron que hasta las 15:00 horas no nos recibían. La hora de visita del Antelope Canyon era las 16:00, pero, a las 15:30 teníamos que estar en la entrada, así que, decidimos ir a comer.
El puente sobre la presa de Lake Powell y su canal.
Frente al hotel, al otro lado de la carretera, teníamos una zona comercial con restaurantes y un gran supermercado. Nos decantamos por un tailandés que nos llamó la atención porque tenía bastante clientela. Comimos los cuatro, bastante bien, por 100$.
Los platos del restaurante tailandés.
Luego, entramos en el centro comercial y compramos algunas cosas que nos hacían falta. Aprovechamos y nos tomamos un café en una Starbucks... 26$ por tres cafés y un té verde. Luego fuimos hacia Antelope Canyon.
El Antelope Canyon es uno de los cañones más bonitos de EE.UU. y, por ende, unos de los más fotografiados. El parque está gestionado por los indios navajo, porque está dentro de una reserva de sus reservas. Se sitúa a una altitud de 1.200 m y sus paredes alcanzan los 40 m de altura, teniendo la peculiaridad de estar ocultas bajo el suelo del desierto. Está situado a unos 12 Kms de Page.
Sabías que...
Este cañón, descubierto en 1931 por un joven indio navajo, debe su nombre a los rebaños de antílopes que pastaban antiguamente durante la temporada invernal por su interior. Los navajo consideran el Antelope Canyon un lugar espiritual, un espacio sagrado donde acercarse a sus dioses y creencias y, al mismo tiempo, encontrarse en armonía con la madre naturaleza. En navajo el cañón recibe el nombre de Tsé Bighánílíní, que significa literalmente:“lugar donde corre el agua a través de las rocas”.
La formación del cañón se produjo por la acción del agua, encargada de horadar durante millones de años las curiosas formas que se pueden ver dentro de las estrechas paredes por donde, la luz que penetra, origina una sucesión de colores espectaculares sobre la roja roca arenisca. Aunque está ubicado dentro del Desierto de Arizona, las lluvias torrenciales son abundantes en los alrededores, por lo que los pasadizos del cañón se pueden inundar en cuestión de pocos minutos.
Uno de esos típicos letreros que anuncian las ciudades.
El Antelope Canyon está dividido en dos zonas, separadas entre ellas por varios kilómetros de terreno desértico. Upper Antelope Canyon, es la parte alta y más visitada, y Lower Antelope Canyon, llamada por los indios navajo Hazdistazí, “arcos de piedra en espiral” en su idioma, es la parte baja, la zona más virgen y menos explorada debido a su inaccesibilidad.
Nosotros visitamos el “upper” y deciros que, con dos meses de antelación que sacamos las entradas, sólo pudimos conseguir entrar a las 16:00 horas... y gracias. Estaba todo ocupado. Las mágicas horas del mediodía son casi imposibles de reservar. Por cierto, la reserva on-line nos costó 40$ por persona.
Os dejo unos enlaces para poder comprar las entradas on-line. Nosotros lo hicimos con Ken´s Tours.
https://www.upperantelope.com --> Ken´s Tours
La reserva para acceder al Antelope Canyon... Sacarla con margen, se agotan enseguida.
Las llanuras de Arizona desde la entrada al Antelope Canyon.
El área de acceso al Antelope Canyon.
Llegamos con antelación. Presentamos el documento de la reserva y nos dieron un ticket con la hora: (reunión 15:45 / acceso 16:00) y las personas registradas (4). Todavía faltaba más de media hora para entrar, así que, fuimos a ver si encontrábamos un paraje llamado Le Chee. No lo encontramos y volvimos al cañón. Presenté el ticket y nos dieron paso un buen rato antes... Hubo suerte, nos tocó un grupo con un guía mexicano. Un chaval muy majo, llamado Sergio. Al oírnos hablar en español se nos acercó y nos saludó efusivamente.
Nos explicó que no estaba permitido hacer fotos en las escaleras de entrada, simplemente para evitar accidentes como caídas que, en ocasiones anteriores, ya habían sucedido. Nos comentó que estaba acabando la carrera (Fisioterapia) y que, de esta manera, se sacaba un sueldo para pagarse los estudios y poder vivir.
Se mostró muy simpático y al vernos con las cámaras, nos dijo que nos dejaría pasar por delante y que él frenaría un poco al grupo para que tuviésemos tiempo de hacer fotos sin gente. ¡! Gracias, Sergio !!
Iniciamos el descenso... Dos tramos de unas empinadas escaleras nos dejaron en posición, ya estábamos en las entrañas del cañón... ¡! QUE MARAVILLA ¡!
Réplica de una antigua choza de los navajo.
La erosión ha creado unas formaciones increíbles dentro del Antelope Canyon.
Ante nuestros ojos, abiertos como platos, unas rocas rojizas con formas retorcidas, en las que se ven líneas dibujadas por la acción del agua a lo largo de miles y miles de años de erosión, describían una perfecta sinfonía visual, un asombroso equilibrio de colores y composiciones... ¡! UNA OBRA DE ARTE IMPRESIONANTE ¡!
Dibujos, formas y tonalidades únicas... Eso es lo que encuentras en las entrañas de Antelope Canyon.
Era una auténtica locura... Sergio, en la medida de lo posible, frenaba a la gente y, nosotros cuatro, íbamos por delante con todo el campo de visión abierto, sin obstáculos... De vez en cuando, nos agrupaba para no perder la compactación del grupo, pero, enseguida nos daba vía libre.
Fuimos recorriendo las retorcidas galerías, subiendo y bajando en algunos tramos para comunicar un pasillo con otro. A veces, se abrían las rocas para mostrarnos un cielo azul celeste salpicado de alguna nube de algodón... Era la gota que colmaba el vaso de la belleza...
La visita duró algo más de media hora y se me pasó como un suspiro. Sinceramente, me hubiese quedado allí toda la tarde... Pero, el camino llegó a su fin y tuvimos que ascender a la superficie. Sólo tengo una palabra... ¡! ASOMBROSO ¡!
Arriba, cambiamos impresiones y Sergio nos contó algunas cosillas sobre la religión y la cultura del pueblo navajo. Además, nos explicó que entre junio y agosto se forman grandes tormentas que anegan el cañón y, a veces, tienen que esperar a que el agua se filtre para poder trabajar. Así que, tuvimos suerte de que todo saliera bien. Le di las gracias por haber frenado a la gente y le solté 30$ de propina. Me apeteció, porque se portó muy bien con nosotros. Luego accedimos a la tienda y cogimos unos café-moka fríos para mitigar un poco el calor. La tarde había sido genial. El comentario general era que, cada lugar que íbamos conociendo, nos hacía olvidar al anterior. Yo, por mi parte, me traje cientos de fotografías y un recuerdo que nunca olvidaré.
La huella de un dinosaurio en los alrededores de Antelope Canyon.
El grupo saliendo de las entrañas del cañón y el regreso al Centro de Visitantes.
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR ANTELOPE CANYON. -
-
Para visitarlo hace falta reservar, sobre todo si queréis hacer la visita en temporada alta y no quedaros sin hueco. Es necesario especificar cuántos sois, incluidos niños o bebés. Tened en cuenta que no se permite visitar el cañón sin guía, ni llevar mochilas a la espalda, para no erosionar sus paredes.
-
Hay varias compañías para reservar los tours, arriba os he dejado los enlaces.
-
Con cualquiera de ellas, reservad con tiempo. Pensad entre unos 50 y 70$ de entrada, mínimo… De estos, unos 8$ son de tasas por estar en territorio navajo. Los menores de 12 años suelen pagar más o menos la mitad de entrada y si queréis un tour profesional fotográfico… ¡Preparad la cartera! Es un poquito más caro…
-
Al llegar a la “caseta” de la empresa con quien hayáis reservado el tour (suelen pedir 30-45 minutos de adelanto para hacer el check-in), los guías os irán llamando y una vez hechos los grupos os llevarán hasta la entrada del cañón.
-
Según la compañía con la que hagas la reserva, te llevarán al cañón a pie o en un Land Rover, depende de lo lejos que tengan la base.
Desde allí regresamos al hotel. Hicimos el check-in y, tras alojarnos, Rosa y yo hicimos la colada en unas enormes lavadoras que había para los clientes. Por 3,50$ lavamos y secamos completamente toda la ropa. Ahora, en la recta final del viaje, ya no teníamos nada sucio en las maletas. Cuando salimos, nos encontramos con Isabel que había optado por darse un chapuzón en la piscina para refrescarse.
Después, Rosa y yo fuimos al supermercado a por comida para el tour del día siguiente... Era un día importante, con la visita al Gran Cañón del Colorado... Yo estaba como un niño con zapatos nuevos, aunque iba a ser difícil superar lo vivido hoy...
La tarjeta y los datos del hotel de Page.
A las 19:30 nos reunimos para salir a cenar. Esta vez fuimos a un coreano que había junto al tailandés de esa misma mañana. Aunque el cocinero se acercó a desearnos que disfrutásemos de los platos, la comida estaba un poco sosa, sin sustancia, nada que ver con el tailandés de mediodía. Pagamos 82$ entre los cuatro. Tras un ratito de sobremesa regresamos al hotel.
Los platos del restaurante coreano.
En esta ocasión estaríamos tres noches seguidas en el mismo sitio y, sinceramente, nos parecía mentira.
Recogimos la ropa, descargué las fotos y tras una ducha nos fuimos a descansar. A Rosa no le sentó muy bien algo de la cena, seguramente las setas que llevaba uno de los platos.
Quedamos a las 06:30... Ahora a intentar descansar. El lugar era tranquilo, se respiraba paz...
Imagen del las instalaciones del Rodeway Inn en la ciudad de Page.
Page es una ciudad ubicada en el condado de Coconino, al norte del estado de Arizona, muy cerca de la frontera con Utah. En el censo de 2021 tenía una población de 7.375 habitantes. Se encuentra a orillas del río Colorado, junto a la presa del Cañón de Glen, que forma el lago Powell y unos pocos kilómetros, al este, del Gran Cañón. Tiene una superficie total de 43,08 km².
Page - Colorado Grand Canyon N. P. - Page
Habíamos quedado a las 06:30, desayunados y preparados para salir hacia el Gran Cañón del Colorado. Era otro día especial... La “joya de la corona”, el Gran Cañón, tantas veces había soñado con verlo... 80 millones de años para horadar
esta maravilla de la naturaleza... ¡! Y nosotros íbamos a caminar por allí ¡!
Este era otro de los puntos de mi lista de 10 lugares que, cuando empecé a viajar hace unos años, me propuse fotografiar y que, poco a poco, se va completando...
* Esta lista no tiene ninguna prioridad en el orden que está escrita y la iré completando sobre la marcha...
01.- Las pirámides de Egipto
02.- El Taj Mahal
03.- El Kilimanjaro y un safari fotográfico en Kenia o Tanzania
04.- Machu Pichu
05.- El Gran Cañón del Colorado
06.- La Gran Muralla China
07.- El glaciar Perito Moreno
08.- Islandia y una aurora boreal ( nos faltó la aurora, pero… )
09.- La cultura maorí de Nueva Zelanda
10.- El monte Fuji en Japón ( estamos preparándolo para otoño del 2024 )
Pero... Volvamos al tema. El Cañón del Colorado se divide en cuatro grandes zonas:
-
South Rim
-
North Rim
-
West Rim ó Skywalk
-
East Rim
De las cuatro zonas, las puertas de entrada al Gran Cañón son sólo las dos primeras, ambas con sus respectivos miradores, alojamientos, centros de visitantes, senderos...
El clima en la meseta es semi-desértico y esto lo hace bastante extremo. En invierno las temperaturas suelen ser bajo cero y en verano puede llegar a alcanzar temperaturas de hasta 54 ºC. En el valle, las temperaturas son más elevadas aún que en su parte alta.
Mapa de las distintas zonas del Gran Cañón del Colorado.
La decisión de por qué punto abordar tu visita, quizá es más fácil si decides por dónde vas a llegar, qué es lo que quieres ver, o la época del año en la que decides visitarlo, ya que, la distancia entre un borde y otro son unos 350 km en coche.
South Rim
Tiene gran cantidad de puntos y miradores y la mayoría de las vistas que conoces por fotos son tomadas desde aquí. Posee alojamientos, un Visitor Center, líneas de autobús gratuitos que te llevan por todo el borde, una gran oferta de actividades y su acceso es fácil desde múltiples puntos cercanos como Flagstaff, Williams, Tusayan, o algo más alejados como Las vegas o Phoenix...
Está abierto todo el año, 365 días / 24 horas, y es visitado cada año por miles de turistas.
North Rim
Es, lógicamente, el extremo opuesto al borde anterior. Sólo está abierto de mayo a octubre debido a las nevadas que suelen caer en este otro lado. Es mucho más verde y más fresquito (unos 10º menos), más tranquilo y con mucha más fauna y vegetación.
Los miradores desde este borde son menos numerosos, sólo 3 frente a las 12 del borde sur, pero en esta zona se puede respirar más tranquilidad y ver mejor el ancho del cañón. Desde el borde sur puedes apreciar más la profundidad.
También tiene alojamientos, visitas y excursiones programadas, pero, en mucha menor cantidad comparado con el South Rim.
East Rim
Este borde es el único que te permite tener una visión del río Colorado desde arriba, cosa que desde los dos anteriores es imposible, debido a la profundidad del cañón. El punto para tomar una preciosa fotografía sería Horseshoe Bend.
Alrededor de este borde también hay varios puntos desde donde poder hacer excursiones, acampar o visitar reservas del pueblo navajo, pero, para esto hay que pedir los correspondientes permisos del departamento de parques.
West Rim
Este sería la última opción, pero, no por ello sin menos importancia. En ella se encuentra la famosa estructura Glass Skywalk y es la zona más accesible y cercana desde las Vegas. No forma parte propiamente dicha del Parque Nacional de Gran Cañón (por lo que su entrada y tarifas van por separado), pero, independientemente de quien administre sus tierras, no deja de ser parte del cañón que a horadado el río.
Te dejo su página web por si quieres saber más sobre Grand Canyon Glass Skywalk .
Aunque no fue nuestro caso, además de los alojamientos hoteleros (súper caros en esta zona), en el parque se puede acampar, pero, necesitas unos permisos especiales... Te dejo un enlace si quieres mirar algo. Para poder acampar en el Gran Cañón (fuera de los camping que hay tanto en el borde sur como en el norte), necesitarás rellenar estos papeles que aquí te adjunto y abonar los 10$ por permiso (aparte de la entrada al parque) y 8$ por cada persona que vaya a acampar. Es necesario que se envíe por fax, correo o en persona a Backcountry Information Center que se encuentran dentro del parque en ambos lados, North Rim y South Rim. Ten en cuenta que las adjudicaciones de espacio de acampada deben hacerse con 4 meses de antelación.
Sabías que...
El primer europeo que vio el Gran Cañón fue García López de Cárdenas quien, en 1540, al mando de una expedición buscando un río del que los indios hopi habían hablado, se encontró con esta enorme grieta imposible de sortear. En el fondo un río al que bautizaron por el color de sus aguas... Colorado.
Bueno, después de la información de sus cuatro puntos cardinales, continuaré con mi Diario de Viaje...
Como os he contado antes, por el sentido de nuestro viaje y la reserva del vuelo en helicóptero, nosotros entramos por Tusayan, es decir, entramos por South Rim, es la zona más visitada ya que está abierta todo el año. Además, es la que mejor preparada está en cuanto a accesos, senderos y miradores. De hecho, a 24 de abril de 2023, la zona del North Rim permanecía cerrada al público por una gran nevada y se calculaba que hasta primeros de junio no se podría abrir.
Lo primero que debes saber es que, para entrar al parque, debes pagar la correspondiente tasa de entrada, de la cual estarás exento si llevas contigo el Anual Pass, como fue nuestro caso. El importe es el mismo que en los parques nacionales anteriores; 35$ por vehículo, 25$ por motocicleta y 15$ por cada persona que entre al parque en tren, autobús, en bicicleta, caminando...
Como he dicho, habíamos contratado un vuelo en helicóptero para ver el Gran cañón desde sus entrañas y estaba programado a las 10:00 de la mañana, aunque debíamos estar allí media hora antes. Además, teníamos por delante 2h 30m de coche.
Desde la carretera 89 camino al Gran Cañón del Colorado..
Salimos por la carretera 89 en sentido sur hasta la localidad de Cameron. Allí, giraríamos a la derecha, según el sentido de la marcha, para coger la 64, desde donde todavía nos quedarían casi 100 Km ( 1h 15m ) hasta llegar a Tusayan. Esta localización, Tusayan, está a 20 minutos en autobús de la entrada al parque y cuenta con hoteles, restaurantes, un Visitor Center, tiendas y es donde la empresa Papillon Helicopters tiene instalado su helipuerto, con los helicópteros para hacer los tours por el Gran Cañón.
Los paisajes iban cambiando según nos acercábamos a Tusayan.
En el Visitor Center de Tusayan hay un parking donde también puedes dejar el coche de forma gratuita y, dentro del mismo, hay una máquina expendedora donde podrás sacar la entrada del parque, aunque únicamente se puede pagar con tarjeta. Desde allí, sólo de mayo a septiembre, la línea violeta de shuttles, te lleva en 20 minutos hasta el Grand Canyon Visitor Center.
En las cercanías de la entrada al parque ya se podía ver parte del cañón.
Al ser un Parque Nacional, entramos enseñando el National Pass. Luego, nos dirigimos a las oficinas de la empresa Papillon. Cuando nos presentamos en el mostrador nos dijeron que todavía faltaba una hora y pico para nuestro vuelo, es decir, habíamos llegado a las 08:15... ¡! Joder ¡! Con el tema del cambio horario nos habíamos equivocado. Menos mal que la hora corría a nuestro favor, si no, hubiésemos tenido un serio problema.
El logotipo de Papillon Helicopteres.
Hay varias empresas que se reparten el “pastel” de los vuelos en helicóptero por el Gran Cañón, pero al contratar directamente con Papillon, te evitas intermediarios y consigues mejores precios. Te dejo el enlace a su página web.
La hoja de la reserva y el monolito que anuncia la empresa en Tusayan.
De todas formas, en el mostrador nos tomaron los datos e hicimos el registro para nuestro vuelo y pagamos los 15$ de combustible que añaden al precio de la reserva... Esta, no es nada barata, porque te sacuden nada más y nada menos que 349$ por barba para volar unos 50 minutos, además, si quieres tener acceso a la primera línea, es decir, junto al piloto, te cobran 50$ más... Pero, es una experiencia que haces una vez en la vida... Este tema de volar en primera línea no te lo garantizan porque, el helicóptero, debe ir equilibrado y no puedes poner a todos los pesados atrás y los delgaditos adelante o viceversa... Si accedes a la parte delantera te cobran, si no, pues nada.
Luego, entramos a una sala con otro grupo de personas para ver un video explicativo sobre las normas de seguridad a seguir y, tras ello, tuvimos que aguardar un buen rato en la sala de espera frente a las pistas.
A las 09:30, hora local, llamaron a todos los de nuestro vuelo. Repartieron unas cartulinas con unos números y nos dijeron que no podían cambiarse. Jesús tenía el “1” y yo el “2”... Se suponía que era el orden de embarque para compensar el tema del peso, pero... ¿Nos tocaría en la parte delantera o en la trasera?
Enseguida salimos de dudas. Nos pusieron los petos con los paracaídas y nos llevaron a la pista. Llegó la piloto, una chica jovencita, muy maja... El auxiliar nos pidió que le enseñásemos las cartulinas y llamó primero a Jesús (el número 1)... Lo colocó en la parte delantera, junto a la piloto, en el asiento central. Luego iba yo... Me tocó en la parte delantera, junto a Jesús, a la derecha en el sentido de la marcha. ¡! BIEN ¡! Luego colocaron a los cuatro de la parte trasera y... ¡! A VOLAR ¡!
Jesús y yo montando en el helicóptero.
Puntuales, a las 09:55 estábamos cogiendo altura de camino al cañón. Atravesamos el Kaibab National Forest, un bosque de pinos y enebros y, tras ello, entramos de lleno en la parte llamada South Rim... Era maravilloso, grandioso, una maravilla de la naturaleza.
Kaibab National Forest en toda su amplitad.
El bosque terminaba dando paso a la gran hendidura.
Conocido en español como El Gran Cañón del Colorado y en inglés como Grand Canyon, es una vistosa y escarpada garganta por la que transcurre uno de los grandes ríos de EE.UU. como es el río Colorado, que cruza el suroeste del país y noroeste de México. Nace en las Montañas Rocosas en el estado de Colorado y desemboca en el Golfo de California (México), con una longitud de 2.333Km. Su curso fluvial es el que ha dado lugar a esta maravilla de la naturaleza, situada en el estado de Arizona.
El cañón, tiene 446 Kms de largo y 30 Kms de ancho, con una profundidad de 1.500 m. El borde sur del cañón se encuentra a 2.300 metros s.n.m. y, el borde norte alcanza los 2.700 metros s.n.m.
Fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1979.
El helicóptero se asomó al cañón dejando ver su inmensidad.
En el fondo del cañón, el río Colorado serpenteaba abriéndose camino entre los riscos.
Cortados y hendiduras de miles de colores se mostraban desde las alturas.
El vuelo en helicóptero fue un cúmulo de sensaciones difícil de explicar. Sentirte como el rey de las aves americanas, el águila de cabeza blanca, inalcanzable y poderoso, en un vuelo vertiginoso a lo largo del cañón, fue una experiencia maravillosa y que nunca olvidaré. Creo que es la mejor excursión que puedes hacer, además de la mejor forma de ver el cañón. Tan sólo pensar que eso fue una gran meseta y que el río a horadado ese majestuoso camino de salida al mar, me hace ver lo insignificantes que somos en la línea de la historia del planeta. Casi 2.000 millones de años de historia geológica de la Tierra han quedado al descubierto a medida que el río Colorado y sus afluentes han ido horadando la meseta.
La elevación de la meseta del Colorado comenzó a producirse hace cerca de 65 millones de años. El área de drenaje del río se formó hace 40 millones de años, mientras que el Gran Cañón tiene, probablemente, menos de 6 millones de años de antigüedad. El curso del río cambió hace 5,3 millones de años cuando se abrió el golfo de California y descendió el nivel de su desembocadura. Esto incrementó la velocidad de erosión de tal forma que casi la totalidad de la actual profundidad del Gran Cañón se alcanzó hace 1,2 millones de años.
Durante miles de años, la zona ha estado habitada continuamente por pueblos nativos de los Estados Unidos, que construyeron asentamientos en el interior del cañón y en sus numerosas cuevas. Los indios de la tribu pueblo consideraban el Gran Cañón un lugar sagrado y peregrinaban a él. Las glaciaciones, los volcanes, las condiciones climatológicas, todo ha participado en la creación de esta maravilla geológica. El río sigue, en la actualidad, erosionando activamente su cauce y sacando a la luz rocas cada vez más antiguas. La creación del Gran Cañón es un proceso vivo.
De regreso a la base de Tusayan.
Tras el vuelo, nos reunimos con las mujeres y nos fuimos desde Tusayan hasta la zona llamada Grand Canyon Village. El parque tiene un parking gratuito, pero, por lo que parece, en verano suele estar bastante concurrido. Nosotros no tuvimos problemas para aparcar el coche, incluso pudimos coger una zona de sombra bajo un frondoso árbol.
Cogimos nuestras cámaras y fuimos en busca del llamado Rim Trail, un paseo perfectamente urbanizado y accesible también para sillas de ruedas. Caminamos alrededor de una hora, desde el punto donde comienza el Bight Angel Trailhead, que desciende por las paredes del cañón hasta el fondo del valle, hasta el punto South Kaibab Trailhead, otro sendero de descenso al valle.
Mi intención, en un principio, era recorrer un tramo de alguno de estos senderos, bajar por ejemplo la milla y media que hay en el Cedar Righ Point o el llamado Ooh, Aah Point…
Distintas imágenes desde el Rim Trail.
Pero, la mañana avanzaba rauda y el sol calentaba de lo lindo... Eran las 13:30 horas y decidimos volver hasta el coche para comer. Cogimos el shuttle de la línea azul y volvimos hasta Grand Canyon Village. Junto al coche teníamos una gran zona arbolada y, en ella, dispuestas por toda el área, mesas con bancos preparadas para comer en plan picknick. Ocupamos una cercana al coche. Llevamos las bolsas con nuestras viandas y comimos como reyes... ¡! Menudo restaurante ¡!
El “Grand Canyon Free Restaurant”, como yo le bauticé, nos brindó una comida inolvidable compuesta de ensaladas, sándwiches y fruta, pero, en un entorno difícilmente igualable...
Tras la comida y un ratito de sobremesa, cogimos el coche y fuimos al Parking 4 para dar un paseo por esa zona. Allí es donde está Grand Canyon Visitor Center. Desde allí accedimos a los miradores de Mather View Point y Yavapai Point. Tras un paseo, y unas cuantas fotografías, regresamos al coche para ir hacia el punto llamado Desert View Wachtower. En este punto es donde encontramos la torre de vigilancia. No es tan antigua como su vetusto aspecto intenta aparentar. Se construyó hace 90 años inspirándose en las ruinas arqueológicas indias. Está decorada en el interior con pinturas de la tribu hopi y presume de mostrar las mejores vistas del río Colorado, como ningún otro mirador del Gran Cañón.
A media pared, uno de los senderos que transcurre al filo de la roca cortada.
La torre del Desert View Wachtower y una de las vistas del río Colorado desde ese mirador.
Paramos en el parking. Jesús y yo bajamos hasta la torre para ver el paisaje. Desde luego es uno de los puntos que mejor visión tiene del conjunto. Desde allí, se ve alguna curva con el río Colorado al fondo... Luego, volvimos al coche, cogimos la carretera 64 y pusimos rumbo hacia Page.
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR GRAND CANYON - EL GRAN CAÑÓN DEL COLORADO. -
-
En primer lugar, tenéis que saber que la entrada cuesta 35$ por vehículo privado, 30$ por moto o 20$ por persona si entráis en el Grand Canyon Railway, en el autobús del parque, para a hacer rafting, a pie o en bicicleta. Este pase puede utilizarse durante 7 días y es válido para ambos bordes. Se puede comprar en las entradas del parque.
-
Como os he dicho anteriormente, recomendamos que si vais a visitar varios parques en EEUU, compréis por 80$ el Annual Pass válido para la inmensa mayoría de parques y durante un año entero para un vehículo privado y sus ocupantes.
-
El Village y la Desert View en el South Rim están abiertos todo el año, pero, las instalaciones del North Rim abren a mediados de mayo y cierran a mediados de octubre. Además, los horarios de los centros de información turística y negocios varían durante el año, así que comprobadlos antes de ir en vuestras vacaciones.
-
Si vais en verano, no os olvidéis de la crema de sol, gorra, zapatillas cómodas y agua (hay fuentes a lo largo del parque donde rellenar, no les gusta vender botellas.
-
¡! OjO ¡! Los cambios de temperatura entre el día y la noche son bastante bruscos, (de 2º a 29º) así que os podéis llevar algo de abrigo por si acaso si hacéis noche allí y no os olvidéis de un chubasquero, que también os puede sorprender alguna tormenta de verano.
-
En primavera y otoño, casi como en todos sitios, las condiciones son un poco más cambiantes pueden ir entre -2º y 18º.
-
Y en invierno, entre -8º y 5º no sería raro verlo nevado. En caso de nieve, el North Rim se cierra, y queda abierto solamente el South Rim, que es el que limpian.
Os dejo el enlace a la página web del parque: https://www.nps.gov/grca/index.htm
Paisajes camino de Page.
En busca de LeChee me encontré estos paisajes.
Llegamos al hotel sobre las 18:30 horas. Tras dejar las cosas en la habitación fuimos al supermercado a comprar algo para cenar y para la comida del día siguiente. Tras regresar a la habitación decidí salir a ver la “hora azul” e intentar encontrar la roca llamada LeChee... Mi gozo en un pozo. El GPS del coche no me encontraba ese punto y mi teléfono estaba sin acceso a Internet. Así que, tras un rato vagando por las carreteras en los alrededores de Page, volví al hotel para cenar con Rosa.
Curiosos montículos cerca de Page. La geología de la zona era impresionante.
Preparamos una ensalada y algo de fiambre para picar y, tras recoger todo, organizamos las cosas para la salida del día siguiente y nos fuimos a descansar. La jornada había sido intensa...
El Gran Cañón del Colorado me dejó un sabor agri-dulce. Por un lado, el viaje en helicóptero fue algo inolvidable y las vistas del cañón fueron algo maravilloso. Pero, por otro lado, la visita a la parte superior, los paseos por el Rim Trail y demás, me dejaron un poco decepcionado porque dan una visión muy escasa del entorno. Tal vez alguno de los trekings por los senderos de bajada al valle completen las vistas de la parte alta de la meseta... De todas formas, la experiencia fue maravillosa.
Languidecía la tarde en Page, al igual que el viaje por USA.
Page - Monument Valley - Page
Volvió a sonar el reloj sin piedad a las 06:30 horas de la mañana. ¡! Arriba ¡! Hoy tocaba la última visita del viaje a los parques… El Monument Valley, en pleno corazón del país navajo, entre Utah y Arizona, tierra de rodajes de famosos
westerns del mítico director John Ford. Fuimos a desayunar y, a las 08:00, nos reunimos los cuatro para iniciar la ruta. Nos esperaban 195 Kms de carretera, unas dos horas de viaje...
El trayecto consistía en salir de Page por la carretera 98 en dirección sureste, por donde debíamos hacer 106 Kms (1h), hasta llegar al cruce con la carretera 160. Allí, en el cruce, giraríamos a la izquierda y tras 53 Kms (30m), llegaríamos a Kayenta. En esta localidad de Utah giraríamos nuevamente a la izquierda por la carretera 134 hasta alcanzar la entrada al parque, tras 37 Kms (30m). En total esas dos horas de camino de las que hablaba al inicio...
Distintos paisajes se iban mostrando en nuestro camino a Monument Valley.
Bueno, nos acomodamos en el Chevrolet y Rosa se puso al volante. Salimos a la carretera y en el primer cruce se saltó el semáforo. Enseguida vimos que un coche de la policía daba las luces y se colocaba tras nosotros.
.- Para – le dijimos a Rosa que se puso tan nerviosa que no era capaz de reaccionar.
.- Para a la derecha y no bajes del coche ¿vale?
.- Sí, de acuerdo...
El sherif se bajó de su vehículo y, al igual que en las películas, vino hacia nosotros mientras pedía información por el walkie-talkie. Se acercó hasta la ventanilla del conductor y le indicó a Rosa que aparcase un poco más adelante en una entrada a un centro comercial. Una vez en el aparcamiento se acercó de nuevo y nos explicó que nos habíamos saltado el semáforo. Rosa estaba atacada... Pero, Isabel, en un perfecto inglés, le explicó que éramos turistas europeos y que, en Europa, las luces están por delante del cruce y no a cruce pasado como es el caso de EE.UU. Le pidió a Rosa el permiso de conducir y, tras comprobar el documento, nos dijo que condujésemos con cuidado y que tuviéramos un buen viaje por su país.
Ahí se quedó la anécdota con la policía de EE.UU., bueno, mejor dicho, con el sherif de Page. Rosa se descolocó y no quiso conducir más porque estaba muy, muy nerviosa. Cogí yo el coche y arrancamos hacia Monument Valley...
Según nos acercábamos a Kayenta se dejaban ver los primeros hitos de piedra. Justo en el centro vemos el llamado Agathla Peak, montaña sagrada para los indios navajo.
Los kilómetros pasaban rápido... Llegamos a Kayenta y, al girar hacia el norte por la carretera 163, Rosa se decidió a coger de nuevo el coche. Cambiamos de sitio y yo pasé al asiento trasero. El paisaje empezaba a mostrar los picachos rojizos tan característicos del país de los indios navajo. En apenas media hora entrábamos en el parque. Pagamos 8$ por persona para poder acceder, ya que, este parque, como os comenté con anterioridad, lo gestionan los indios y se queda fuera del Anual Pass.
En un “plis-plas” estábamos en el Visitor Center y bajamos del coche para hacer las primeras fotografías. Los paisajes eran, nunca mejor dicho, de película... Me parecía un sueño, bueno, a decir verdad, ya llevaba viviendo un sueño unos cuantos días atrás...
Hacía calor, pero, se aguantaba sin problemas. En esa primera parada teníamos una maravillosa sky-line, con las rocas al fondo, unos matorrales verdes a media distancia y unos retorcidos troncos muertos en primer plano que, en conjunto, nos ofrecían unas bonitas tomas.
La sky-line que nos ofrecía la primera parada junto al Visitor Center.
Mapa del recorrido por Monument Valley.
Geológicamente hablando, Monument Valley fue creado o, mejor dicho, se sigue creando, por la paciente e interminable erosión causada por el agua, el viento y el hielo, cincelando estas maravillosas formas. Los cambios ocurren muy lentamente, imperceptibles al ojo humano. Se calcula que, hace 570 millones de años, toda la meseta del río Colorado estaba bajo el Golfo de México, que rozaba los sedimentos jóvenes de las Montañas Rocosas. El mar se retiró hacia el oeste y la cadena montañosa comenzó a elevarse. Los materiales erosionados de las Rocosas se depositaron y se cementaron en areniscas. Un elevamiento generado por la colisión de las Placas Tectónicas del Pacífico y de América del Norte, frente a la costa de California, hace unos 65 millones de años, provocó que la superficie se agrietara. Con el tiempo, esas grietas se ensancharon y profundizaron hasta convertirse en barrancos y cañones.
La erosión deja formas que se pueden dividir en tres etapas:
-
Mesa: es la primera etapa y consiste en una formación rocosa elevada amplia y estable.
-
Butte: es la segunda etapa y consiste en una formación ancha más pequeña que la mesa.
-
Aguja: es la etapa final de la erosión de una colina y consiste en formaciones estrechas e independientes moldeadas por el viento y el agua.
Algunas de las formaciones de Monument Valley. A la izquierda podemos ver las tres etapas de erosión: mesa, butte y aguja.
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR MONUMENT VALLEY. -
-
El precio de entrada al parque es de 8$ por persona. Al ser un Parque Navajo no está incluido en el Annual Pass.
-
Al entrar en el parque os entregarán una folleto con los puntos de interés, actividades y noticias actualizadas que atañen a la visita.
-
En Monumet Valley, a caballo entre Utah y Arizona, no hay autobuses para hacer la visita al parque. Es un recorrido panorámico formado por un camino de tierra roja prensada sin pavimentar de unos 24 kilómetros (15 millas) y creo que, por eso, conserva su idiosincrasia. Se tarda unas dos horas en recorrerlo. La ruta comienza al norte del Visitor Center, por una carretera de dos carriles entre el punto 1 y el punto 5 del plano adjunto. Desde allí, se convierte en un circuito unidireccional alrededor de Rain God Mesa.
-
El circuito tiene unas normas básicas que se deben cumplir:
-
No dejan volar drones.
-
Las mascotas deben ir atadas.
-
No escalar las formaciones rocosas.
-
No caminar por el recorrido panorámico, sólo ir en coche.
-
No beber alcohol dentro del parque.
-
No dejar basura.
-
No molestar a los animales.
-
Nosotros lo encontramos todo súper seco y la polvareda que los coches provocaban era bastante desagradable. Además, en las orillas de la pista, grandes bancos de arena, se convertían en unas peligrosas trampas donde, el coche, podía quedarse atrapado, pero, debes tener en cuenta que, entre junio y agosto, en época de lluvias, se suelen producir inundaciones repentinas. !! OjO ¡!
Escudo del parque.
Rosa, que arrancó la mañana con un gran susto, ahora disfrutaba conduciendo por las pistas de Monument Valley y nos permitía hacer fotos desde el coche mientras avanzábamos en el recorrido, aunque el trayecto, lleno de baches, fue un poco martirizante. Fuimos visitando todos los hitos que aparecen en los wensters y, tras recorrer el parque, nos paramos a comer en unas mesas para tal fin que había instaladas junto al Centro de Visitantes. Estuvimos muy a gusto, porque una tejavana nos daba algo de sombra y la mesa era amplia.
Three Sistres, Camel, Elephant Butte, The Hub, John Ford Point... cada cual más fascinante.
Tras la comida regresamos hacia Page. La siguiente parada era la famosa “curva de la herradura”, un meandro que forma el río Colorado al sur del Powell Lake y a 6 km de la ciudad, en el estado de Arizona. Esta zona forma parte del East Rim del Grand Canyon National Park. En inglés se le conoce como Horseshoe Bend. En este punto, el río Colorado creó una curva de aproximadamente trescientos cinco metros de profundidad, que se ha convertido en uno de los lugares más reconocidos y visitados del Área Recreativa Nacional Glen Canyon.
El acceso a Horseshoes Bend. al fondo está la famosa curva.
La vista total del cauce del río, desde este mirador situado sobre una meseta, es fantástica. Este enclave está gestionado por los indios navajos y por la administración local. Una vez que hayas dejado el coche en el parking tienes que caminar unos ochocientos metros hasta el mirador, pero, el camino es fácil de andar. Aparcar cuesta 10$ por vehículo, independientemente de las personas que en él vayan.
El río Colorado, en su largo viaje descendente hacia el mar, serpentea y hace curvas anchas, siempre buscando el camino de menor resistencia. Hace unos 5 millones de años, la meseta de Colorado se elevó y los ríos que cruzaban el antiguo paisaje quedaron atrapados en sus lechos. Con el tiempo, los ríos han cortado las capas elevadas de arenisca. Aquí, en Horseshoe Bend, el río Colorado creó una curva en forma de herradura de aproximadamente 305 m de profundidad y 270 º en el llamado Glen Canyon, dentro del East Rim del Grand Canyon National Park.
Curiosas formaciones en el área de Horseshoes Bend..
Debido a las “tonterías” que últimamente se hacen con los shelfies y, tras algún accidente, en 2018 se creó una zona vallada para la seguridad de los visitantes ya que la arenisca del borde es muy frágil y quebradiza. Por eso, es fundamental que no traspases los laterales de esa zona protegida ya que puede haber deslizamientos o roturas bajo los pies. Ten mucha precaución todo el tiempo y, si viajas con niños, vigílalos especialmente. A lo largo del recorrido y a la entrada hay varios carteles en los que te recuerdan esta información. Te recomiendo que los leas con atención antes de iniciar la visita. No es preciso reservar cita para entrar en esta zona.
Muestras de la vegetación en el área de Horseshoes Bend.
Llegamos bastante temprano para mi gusto. La luz del sol, todavía muy vertical, deslucía mucho el paisaje... Pasamos un rato haciendo algunas fotografías y decidimos poner rumbo al hotel. Una vez allí, Jesús e Isabel se fueron a descansar. Rosa se quedó dándose una ducha y yo fui a comprar algo al súper de enfrente. Luego, le comenté a Rosa que iba a volver a salir, no quería perderme el atardecer en el famoso meandro... Este momento del día es precioso desde el mirador. Como acabábamos de estar allí hacía un rato, llegué sin GPS ni nada. Volví a pagar los 10$, pero, no me importó, mi idea era hacer alguna buena foto.
Llegué con tiempo suficiente para buscar un buen sitio. Había bastante gente, pero, tuve suerte y encontré un hueco justo en la mejor esquina del mirador. Instalé mi trípode y esperé el momento idóneo... El cielo se tornó rojizo y la luz suavizó todos los tonos. A la derecha podéis ver el resultado...
Cuando el sol se escondió tras el horizonte, recogí mis bártulos y regresé al hotel. Eran algo más de las 20:30 h. Rosa me esperaba para cenar, estaba algo preocupada, no en vano había salido sin teléfono ni GPS, ni nada que pudiese conectarnos en caso de necesidad... Tras un momento de enfado, se relajó y cenamos tranquilamente en la habitación. Luego, recogimos todo he hicimos la maleta, ya que, al día siguiente, partiríamos hacia Las Vegas, punto final de nuestro recorrido. Aquí acababa nuestra andadura por los grandes parques del oeste americano.
Un buen rato esperando para lograr una fotografía "digna".
Toma nota:
CONSEJOS ÚTILES PARA VISITAR HORSESHOES BEND. -
-
La zona está abierta desde el amanecer hasta el ocaso.
-
Tanto el amanecer como el atardecer son muy fotogénicos. Quizás el atardecer tiene un punto más “romántico”.
-
No hay precio de entrada, pero, para aparcar debes abonar 10 $ por coche independientemente de las personas que lo ocupen.
-
Si el parking está lleno, debes ir a Page y coger un shuttle que cuesta 5$. No se puede aparcar en la cuneta... Te multan.
-
Desde el parking hasta el cañón hay un paseo de 1,2 Km (10-15 minutos) por una buena pista.
-
El Anual Pass no es válido.
-
Se admiten mascotas, pero atadas.
-
Si sólo vas a ver la curva, la visita será corta, ya que, en apenas media hora tienes todo visto.
-
Si vas a hacer algún trekking por la zona lleva agua abundante, no hay fuentes.
-
Lleva ropa apropiada y cómoda según la temporada.
-
Si vas en verano no olvides: gafas de sol, gorra, zapatillas cómodas, protector solar y, en la medida de lo posible, evita las horas centrales del día.
-
En verano se alcanzan temperaturas de hasta 35ºC y en invierno se llegan a temperaturas negativas.
-
No está permitido volar drones.
-
Procura ser responsable y no dejes rastro de tu paso.
Page - Las Vegas
Nos levantamos muy temprano y a primera hora estábamos desayunado en el hall del hotel. Luego, hicimos el check-out y arrancamos sobre las 07:45. Teníamos por delante 440 Kms, unas 4h 30m.
Por el camino, fuimos viendo los últimos paisajes de esa zona alrededor de la localidad de Sant George, algo más verde, que toca tres estados: Utah, Arizona y Nevada. Según llagábamos a Nevada el desierto se hacía más evidente.
Los últimos paisajes del oeste.
Condujo primero Jesús, luego Isabel hasta que entramos en Nevada, en la localidad de Mesquite. Allí paramos a repostar y beber algo y le di yo el relevo. Hice los últimos 140 Kms y entré conduciendo en la “ciudad del pecado” a eso de las 13:45 horas.
Tras un momento de confusión en la manera de llevar el coche hasta el parking del hotel, nos dejaron hacer el check-in antes de la hora, ya que estaba marcado después de las 15:00h. Con la tarjeta que nos dieron metimos el coche en el aparcamiento y, tras ello, subimos a las habitaciones con la intención de lavarnos un poco y salir a comer algo y ver la ciudad.
Los datos de la reserva en el Luxor.
Algunas imágenes del Hotel Luxor de Las Vegas.
Intenté hacer el check-in de los vuelos de regreso, pero, mi sorpresa fue que no me dejaba porque me pedía un visado de entrada a Canadá. ¿Cómo era posible tener que sacar un visado si tan sólo hacíamos tránsito por el aeropuerto?
No había leído nada de eso y mira que leí cosas para preparar el viaje... Nos pusimos todos un poco nerviosos, pero, entramos en la web del Gobierno de Canadá y, tras una batería interminable de preguntas, fuimos obteniendo uno a uno los dichosos visados a un precio de 7$ por persona.
En eso se nos fueron casi dos valiosas horas, así que, salimos a la calle cerca de las 16:00.
Recorrimos el Strip entre neones, gente de todas las raza, sexos y religiones, escaparates de todo lo que puedas imaginar y con la compañía de un estridente ruido. ¡! Aquello era una jungla ¡!
Fuimos hacia el norte, caminando hacia la zona vieja de la ciudad hasta que decidimos dar la vuelta. Isabel y Jesús querían comer algo y Rosa y yo decidimos ir a ver el famoso letrero que reza la típica frase de “Wellcome to Las Vegas”. Llegamos caminando en unos 20 minutos y vimos una cola impresionante para hacerse una foto bajo el letrero, así que, cogimos otro ángulo, sin molestar a nadie, y salimos del paso en un momento. Este icónico signo de la ciudad fue creado en 1959 por Betty Willis.
Distintas imágenes de las calles de Las Vegas.
Boys, gogos, drag queens, limusinas, coloridos escaparates... Las Vegas es el lugar perfecto para hacer "street photography".
Cerca del famoso letrero nos encontramos este curioso edificio llamado "La Pequeña Iglesia del Oeste". Está ubicada a 3 millas al sur del Strip. Esta capilla de bodas es una réplica exacta de una iglesia encontrada en una antigua ciudad minera del oeste. Esta construcción, en sí, es históricamente significativa, ya que es el único edificio en el Strip de Las Vegas listado por la Sociedad Histórica Nacional.
A lo largo de los años, esta pequeña capilla ha sido el sitio de muchas bodas de famos@s como son:
Cindy Crawford, Richard Gere, Angelina Jolie, Mickey Rooney o Judy Garland, por nombrar solo algunos.
¡! Ay, Las Vegas ¡! La ciudad del pecado; cuna del vicio y la perversión, de los excesos de todo tipo, de las extravagancias más exageradas, del ruido, de los neones, del marketing y el postureo… Las Vegas.
The Wedding Chapel, la Pequeña Iglesia del Oeste data de 1860.
Me quedé con ganas de echar unas monedas en una de las tragaperras del hotel, pero, cuando vi que todo ese "glamour", de meter la moneda y tirar de la palanca, se había perdido con las tarjetas de crédito y las jugadas automáticas, se me fueron las ganas.
Luego, cansados de día, decidimos volver hacia el hotel mientras buscábamos algún sitio para comer algo. De camino vimos un Mac Donald´s pero estaba cerrado, sin embargo, unos metros más adelante, nos topamos con un restaurante de comida asiática. Cogimos un tupper de pollo con verduras y otro de carne de cerdo asada y nos los llevamos a la habitación con unas Heineken para “regarlo” todo. Comimos tranquilamente. Más tarde, recogimos todo y preparamos las maletas para el regreso.
El famoso letrero que podemos ver en las películas de Las Vegas.
Tras consensuar con los compañeros la hora en la que debíamos arrancar al día siguiente, intenté hacer el check-in del último vuelo de regreso (París-Biarritz), pero, no me dejaba porque, por el cambio horario, aún faltaban dos días.
Finalmente con todo preparado, nos dimos una ducha y nos fuimos a descansar. Después, ya sabéis lo que dice esa famosa frase: “Lo que pasa en Las Vegas, se queda en Las Vegas”...
Las Vegas es la ciudad más grande del estado de Nevada. Seguramente, los primeros visitantes al área de Las Vegas fueron las tribus Anasazi y Paiute que llegaron allí hace al menos 2.000 años. En la época de las caravanas de pioneros, allá por 1800, en algunas áreas bajas de Spring Valley, entre la inmensidad de Grand Canyon, al este y el infierno de Death Valley, al oeste, existían manantiales con abundancia de agua que creaban extensas zonas verdes. Era un “oasis” para los viajeros que cruzaban en busca de su gran sueño durante “la fiebre del oro”. El lugar recibió su nombre del viajero español Antonio Armijo, quien llegó hasta allí en 1829 mientras seguía un viejo camino español desde Los Ángeles. El territorio perteneció a México hasta 1855 cuando se lo anexionó EE.UU.
En 1900, sus manantiales fueron canalizados hacia la ciudad, que así quedó provista de una fuente de agua potable. Esto permitió a Las Vegas convertirse en una parada en la que repostar agua para los trenes que viajaban entre Los Ángeles (California) y Albuquerque (Nuevo México).
Las Vegas fue fundada como ciudad en 1905, cuando 110 acres (45 hectáreas) de tierra adyacente a la Union Pacific Railroad, se convirtieron en una pequeña urbe. Con la legalización del juego en los casinos en 1931, Las Vegas recibió un gran impulso y se inició su fama mundial. En 1941, se empezaron a construir grandes hoteles que incorporaban casinos con juegos de azar. Muchos de los primeros inversionistas de la ciudad fueron acusados de haber traído a Las Vegas dinero procedente de los sindicatos del crimen organizado de la Costa Este (La Mafia). De hecho, el primer hotel de la ciudad moderna, el Hotel Flamingo, fue construido bajo la supervisión del gánster Bugsy Siegel.
Actualmente es uno de los principales destinos turísticos del país debido a sus hoteles, zonas comerciales y vacacionales, pero sobre todo gracias a sus casinos. La población de su área metropolitana ronda los 2.000.000 de habitantes. Se calcula que es habitual que haya en torno a ella la misma cifra de turistas durante la temporada de vacaciones que de habitantes, ya sea turismo nacional o internacional.
Es conocida como "Sin City" (la ciudad del pecado) debido a la popularidad del juego, la disponibilidad de bebidas alcohólicas a cualquier hora del día y la prostitución.
Las Vegas - Cálgary - París (CDG)
Me levanté a las 07:00 y lo primero que hice fue intentar hacer el check-in del último vuelo... Entré en la web de Transavia y esta vez... Sí. Descargué las tarjetas de embarque sin ningún problema y las repartí vía WhatsApp a mis
compañeros. Luego, tras asearnos, bajamos a desayunar al hall del hotel. Lo cierto es que aún teníamos galletas y algún bollo que traíamos de Page, así que, cogimos dos “tanques” de café y nos subimos a la habitación a desayunar tranquilamente.
Recogimos las últimas cosas y a las 08:30, la hora convenida la noche anterior, nos reunimos todos en el hall para hacer el check-out e ir a recoger el coche al parking.
A las 07:00 de la mañana ya había gente jugando a las tragaperras.
La parada del shuttle para la T3.
Sin ningún problema, guiados por el GPS, llegamos a la zona de entrega de vehículos de alquiler en el aeropuerto internacional Harry Reid de Las Vegas. Debíamos entregarlo a las 10:00 de la mañana. Un servicio de recogida de “10” el que nos ofreció la compañía Alamo, rápido, cómodo a pie de lanzadera para la terminal... ¡! PERFECTO ¡!
Desde allí mismo un shuttle nos acercó hasta la Terminal 3. Eran las 09:45 de la mañana cuando llegamos a la terminal. El vuelo estaba programado a las 13:05 horas. Fuimos a facturar y a hacer el check-in ya que, finalmente, no habíamos podido hacerlo on-line. Andábamos bien, más relajados que en el viaje de ida. Facturamos he hicimos el check-in y, sin cobro adicional, nos imprimieron las tarjetas de embarque.
Luego control de pasaportes... A Rosa le volvió a dar problemas y tuvo que ir de nuevo a la ventanilla de facturación para hacer una nueva tarjeta de embarque con los dos vuelos por separado. Siempre hay algún imprevisto...
Una vez que nos reunimos los cuatro, pasamos un severo control de seguridad y entramos en la zona internacional. Buscamos la puerta D21 en aquel inmenso aeropuerto y... ¡! Listo ¡!
Ahora tocaba esperar.
Teníamos una hora por delante y, además, anunciaron que el vuelo WS1401 llevaba unos 25 minutos de retraso. Embarcamos a las 13:00 horas en un Boing 737 de la compañía WesJet, cuando debíamos haberlo hecho a las 12:30. Despegamos a las 13:45, con más de 40 minutos de retraso.
El vuelo transcurrió con algunas turbulencias que hicieron que Rosa estuviera nerviosa y lo pasase mal. Alcanzamos los 977 Kms/h. Llegamos a Calgary a la hora establecida. En Calgary, sin necesidad de recoger el equipaje, pasamos por la zona de tránsito tras imprimir un papel en una máquina, como en China. Con ese papel fuimos al control de pasaportes y entramos en zona internacional. Llegamos a la zona de embarque en la puerta D87. Anunciaban un retraso de 20 minutos.
La tarjeta de embarque, el avión que nos llevó a Calgary y el aeropuerto de Las Vegas desde el cielo.
Aprovechamos el rato y, tras hacer unas fotos, tomamos un café. Nos amenizaba la música de un piano que había instalado en un hall del aeropuerto. Fue relajante... El aeropuerto de Calgary es bastante lujoso y bastante grande, me gustó.
Efectivamente, el vuelo WS 10 de la compañía WesJet, entre Calgary – París CDG, en lugar de despegar a las 19:40 lo hizo a las 20:00 horas. En esta ocasión era un Boing 787. Dentro del avión manta y almohada en cada asiento, hacía mucho que no veía tanto detalle. Nada más despegar, nos sirvieron un vasito de zumo con unas galletas.
Sobre Canadá (21:00 h), volamos a 37.000 pies y 567mph, es decir, 11.287 m de altura y 963 Km/h. Sobre las 22:00 horas nos sirvieron la cena. Como casi siempre, podíamos elegir entre pasta vegetariana o pollo. Cenamos y nos acomodamos intentando dormir algo... Fue difícil. Rosa vio una película y yo me puse música country, intentando echar una cabezadita... ¡! Imposible ¡!
Una pianista amenizando la espera en Calgary.
Sobre la Bahía de Hudson (22:45 h), alcanzamos 989 Km/h, con un rumbo de 71º E. Pasamos sobre Terranova a 11.188 m de altura y 982 Km/h (23:20 h ). Así, mirando el trayecto del avión pasó la noche... "Volando".
El avión que nos llevó a París y un pantallazo del navegador.
París (ORY) - Biarritz - Donostia
Sobrevolamos Groenlandia (00:20 h Mar de Labrador) a 11.000 m y 988 Km/h... Ese era el punto medio del vuelo. Cruzamos el Mar del Norte frente a Islandia a las 0:44 horas.
(09:44 h en Europa), a una altura de 11.887 m y 922 Km/h. Amaneció de repente y continuamos hacia el Reino Unido. A la altura del Lago Ness, en Inverness (Escocia), marcaba que sólo quedaban 1.000 kilómetros para llegar a destino. Eran las 03:15 hora USA y las 11:15 hora de París... ¡! Un descontrol horario ¡!
Seguíamos volando a 36.000 pies, pero empezó a bajar la velocidad... 898 Km/h.
Llegamos a París a las 12:30 h del mediodía del martes 13 de junio. En París pasamos el control de pasaportes al que tuvimos que llegar tras coger un shuttle e ir hasta la zona “F” del aeropuerto. Después, un taxi nos esperaba en la puerta de salida para llevarnos hasta Orly. Estaba contratado con una compañía llamada T2 Transfer (por 95 €) para no perder tiempo. Aun así, la hora de recogida pasó a ser de las 12:30 a las 13:15. Además, el tráfico un día entre semana a las 13:30 horas para cruzar París, os podéis imaginar que era caótico. Yo no hacía más que mirar el reloj y ver lo rápido que pasaban los minutos.
La tarjeta de embarque
del último vuelo.
Llegamos a París Orly a las 14:50 y el embarque se cerraba a las 16:00 h. Todavía había que facturar...
La compañía Transavia cerró el embarque con media hora de retraso, es decir, a las 16:30. En la T3 del aeropuerto, el vuelo TO 7016 en un Boing 737-800, despegó de París a las 17:10 y llegamos a Biarritz a las 18:20 en lugar de las 17:40 que era el horario establecido.
El aeropuerto de París-Orly.
Llegando a Biarritz para aterrizar.
Estaba esperándonos el hijo de Rosa y nos llevó hasta casa en coche. Llegamos al pueblo a las 20:30, agotados y con unas 12.000 fotografías en las tarjetas de memoria, más unas vivencias y unos paisajes en las retinas imposibles de olvidar...
Ha sido una maravillosa experiencia, forrastero !!
NOTAS:
Os quiero dejar, a modo de resumen, los datos más relevantes y las direcciones más importantes para preparar un viaje a los Estados Unidos. Tened en cuenta que los requisitos cambian con el tiempo y las circunstancias (ejemplo COVID), así que no toméis esto como algo definitivo, simplemente es orientativo.
> Lo primero es tener toda la documentación en regla:
* Pasaporte
* Permiso de conducir
* Permiso de conducir internacional ( En tu Delegación Provincial de Tráfico) Cuesta 10 €
> Reservar los vuelos con bastante antelación:
* Con Google Flights, Kayak, Skyscanner, Edreams, Momondo... El que uses tú habitualmente.
> Después debes solicitar el visado de turista llamado ESTA:
* Se obtiene on-line en la página www.cbp.gov y que cuesta 20$.
> Reservar los hoteles:
* Yo trabajo casi todo con Booking, pero existen más plataformas: Trivago, Kayak, TripAdvisor, Agoda, Google Hotels...
> Reservar un coche de alquiler:
* Desde la página www.carflexi.com a nosotros ALAMO nos fue genial.
> Contratar un seguro de viaje con asistencia médica:
* Como os he dicho la sanidad está fatal y un seguro es indispensable. Cualquier atención médica cuesta una pasta.
> Reservar entradas:
* Es aconsejable reservar las entradas de los lugares más concurridos según vuestro itinerario.
* Con respecto al National Pass, para entrar en todos los parques nacionales durante un año, aconsejo sacarlo in-situ en el primer parque que visitéis. Recordad que, si visitáis más de dos parques, ya os sale rentable. Sólo para parques nacionales, no estatales.
> Normas de conducción:
* Existen varias normas distintas a las europeas. Aunque cada estado tiene las suyas, estas son las más significativas:
- Los semáforos están situados a cruce pasado ¡¡ OjO !!
- En las señales de STOP se va dejando pasar por orden de llegada, nada de preferencia al de la derecha.
- No hay ceda el paso al incorporarse a una autovía, así que cuidado.
* Por otro lado decirte que en EE.UU. los coches de alquiler son, prácticamente todos, eléctricos, Si no has conducido nunca uno de ellos, familiarízate antes de ir.
* El precio de la gasolina es algo más bajo que en España (mayo 2023), hemos pagado el galón a 3,785 $ ( 1,20 €/litro)
> Usos horarios:
* En EE.UU. existen 8 usos horarios diferentes. Dentro del continente son 4:
- Este, Central, Montaña y Pacífico. Además están el de Alaska, Puerto Rico, Hawái y Samoa.
Si te mueves por diferentes zonas ten estos usos en cuenta porque, si no, te puede costar un disgusto.
Mapa de usos horarios de EE.UU.
> Direcciones de interés:
* Te dejo algunas direcciones y teléfonos que pueden ser interesantes:
- Información de las carreteras de EE.UU. : https://www.fhwa.dot.gov/trafficinfo/
- Información de las carreteras de California : https://roads.dot.ca.gov
- Información del estado de los parques naturales : https://www.usa.gov/es/agencias/servicio-de-parques-nacionales
> Teléfono e Internet:
* Hay distintos operadores que te pueden dar servicio en EE.UU., pero lo más práctico es comprar una tarjeta de datos. Nosotros funcionamos con Holafly. Quince días de datos y llamadas ilimitados nos costaron 47€. Os dejo un enlace con tarifas y condiciones de activación. https://esim.holafly.com
Esto es todo amig@s, espero que esta información os sea de utilidad.
© F. J. Preciado 2023