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"La vida, como la fotografía, consiste en positivar lo negativo"

Julio / Agosto de 2023

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Eslovaquia

Un país de castillos y leyendas.

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La plaza del ayuntamiento (Radničné námestie) en Bardejov, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2000.

  Sin apenas desconectar del viaje a EE.UU., mi hijo y yo, nos embarcamos en una nueva aventura; esta vez por el noreste de Europa. La idea era recorrer Eslovaquia, pero, los vuelos desde Biarritz nos llevaban por Viena. Así que, aunque yo conocía algo de la capital austriaca, quise que la conociese mi hijo e hicimos una parada de un par de días en ella. Después, traslado a Bratislava donde alquilamos un coche para recorrer, sobre todo, la parte norte de Eslovaquia. Luego, para la vuelta, decidí entrar por Budapest para que la conociese también Iosu y cerramos el círculo en Viena para el vuelo de regreso. Una aventura entre las emociones de los parques de atracciones y la sobriedad de los pueblos medievales y los castillos de Eslovaquia. Un equilibrio que salió bastante bien y un viaje en el que, de nuevo, hicimos muchas risas y se confirmó el buen feeling entre padre e hijo.

Un poco de historia

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Eslovaquia, tal y como la conocemos hoy en día, nació el 1 de enero de 1993 cuando el final del comunismo marcó también su independencia, transformándose así en una república al desintegrarse lo que hasta entonces era Checoslovaquia. Vladimír Mečiar fue el primer Presidente o Jefe de Estado.

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Bandera de Eslovaquia.

  Mantuvo su bandera original, pero le añadió el escudo de armas para evitar que se confundiera con otras banderas similares como la rusa o la eslovena. Este escudo incorpora las montañas Tatra, Fatra y Mátra y la cruz cristiana de Cirilio y Metodio. El 2004 fue también importante para la historia de Eslovaquia más reciente, cuando fue admitida, igual que Chequia, en la Unión Europea. Pero, Eslovaquia tiene una dilatada historia hasta llegar a este punto.

  Los primeros rastros de origen humano que se han encontrado en la zona de la actual Eslovaquia son de finales del paleolítico, hace unos 100.000 años. Por lo que se sabe, la agricultura no se desarrolló hasta el año 5000 a.C., aproximadamente. Las primeras pruebas se hallaron en la cueva de Domica, en el Sur del país. Constan de hachas de piedra, algunas herramientas y platos. A parte de estos hallazgos, la cueva fue incluida en el listado del Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995.

   Los celtas llegaron a Eslovaquia hacia el siglo IV a.C. Vivían en asentamientos constituidos principalmente por casas de madera. Algunos de ellos estaban fortificados, como el de la actual Bratislava. Se cree que desde que los celtas se instalaron en la zona, ha estado habitada permanentemente.

  Desde el siglo I a.C. los romanos empezaron la conquista del territorio y expulsaron progresivamente a los celtas. Hacia finales del siglo IV d.C. el imperio romano ya estaba en declive. Pasaron por el territorio los visigodos, ostrogodos, lombardos y gépidos.

  Los primeros eslavos llegaron entre los siglos V y VI. Vivían de la agricultura y el ganado. Eran hábiles artesanos con las joyas y la cerámica.

  Ya a mediados del siglo VI, llegaron los avaros desde Eurasia. Era un pueblo nómada que llegó a dominar una amplia zona en Europa en una época de mucha actividad bélica. Fue por los avaros que los Eslavos dejaron de quemar a sus muertos y los empezaron a enterrar.

  Samo, un mercader franco, ayudó a los eslavos a rebelarse contra los avaros. Por su capacidad militar, fue elegido rey de la unión tribal entre los pueblos eslavos de occidente. Su imperio duró tanto como su vida, hasta el 658. Este imperio estaba formado por tribus checas, eslovacas, eslovenas y sorabas y su centro político estaba en algún lugar entre Moravia (actual Chequia) y Nitravia (de la actual Eslovaquia). Algunos consideran el Imperio de Samo como el primer estado eslavo de la historia.

  A partir del 833 surgió el Imperio de la Gran Moravia, germen de los checos, moravos y eslovacos. Sin embargo, fue el imperio Austro-húngaro el que dejó grandes huellas en el pueblo eslovaco. Entre los siglos XI y XIV la actual Eslovaquia se convirtió en parte del Reino de Hungría y por muchos años fue conocida como Alta Hungría, debido a su relieve montañoso. Esta situación política se mantuvo hasta 1918 cuando al finalizar la Primera Guerra Mundial el Tratado de Trianon marcó la unión de las regiones de Eslovaquia, Bohemia y Moravia para formar Checoslovaquia. Los húngaros fueron una de las potencias derrotadas. En las conferencias de post guerra las potencias vencedoras deciden que el imperio húngaro sea dividido. Es en esta época que Eslovaquia logra su independencia y junto con República Checa pasan a formar un país de dos naciones eslavas.

  Vivió momentos convulsos de traiciones y vendettas en la época nazi. Luego, tras la Segunda Guerra Mundial, el país fue parte del régimen comunista. En 1989 en Checoslovaquia sucede la "Revolución de Terciopelo" y el gobierno comunista es derrocado. El ocaso político de la URSS significó también la disolución de Checoslovaquia y la creación de Eslovaquia como país independiente.

  Más allá de sus orígenes, Eslovaquia es un país pequeño en el que no faltan los cruces de culturas. En la actualidad un 85% de sus habitantes son eslovacos, frente a una pequeña proporción de húngaros. La geografía del país es montañosa pues la cadena de los Cárpatos domina la región. Limita por el norte con Polonia, por el este con Ucrania, por el sur con Hungría y por la parte más occidental con Austria y la República Checa. Los bosques naturales son una de las grandes riquezas de Eslovaquia y es por eso que la industria maderera es muy fuerte. La agricultura es otra de las fuentes de trabajo, con grandes llanuras en la zona de los ríos Danubio y Uh. La capital del país es Bratislava, una importante ciudad que cada vez convoca más al turismo internacional. Esta urbe fue la ciudad de coronación de los reyes húngaros durante casi 300 años y presenta un hermoso casco antiguo que es ideal para caminar. Allí abundan los palacios, las estatuas y las fuentes. Son también ciudades importantes del país, Trnava, Trencin, Nitra, Zilina, Presov y Kosice.

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Mapa del recorrido del viaje.

  Este es el recorrido del viaje. Volamos desde Biarritz a Viena haciendo escala en Frankfurt. Luego, con la empresa FlixBus, viajamos en autobús hasta Bratislava. Allí alquilamos un coche y recorrimos la parte norte de Eslovaquia. Devín, Trencin, Kremnica, Svanska Sviatika, Orava, Ruzomberok, Dolný Smokovec, Bardejov, Kosice... Bajamos hasta Budapest y desde allí volvimos a Bratislava a entregar el coche.   Finalmente, Bratislava - Viena en autobús y en la capital austriaca cogimos el vuelo Viena - Frankfurt - Biarritz que nos trajo de regreso a casa.

  Unos 1.200 Kilómetros de recorrido en un Toyota Corolla que andaba como un tiro, tocando tres países; Austria, Eslovaquia y Hungría. 

    Recorrido:

- Día 29 de julio:   Donostia - Biarritz - Frankfurt - Viena

- Día 30 de julio:   Viena

- Día 31 de julio:   Viena

- Día 01 de agosto: Viena - Bratislava 

- Día 02 de agosto: Bratislava - Trencín 

- Día 03 de agosto: Trencin - Kremnica 

- Día 04 de agosto: Kremnica - Ruzomberok 

- Día 05 de agosto: Ruzomberok - Dolny Smokovec

- Día 06 de agosto: Dolny Smokovec

- Día 07 de agosto: Dolny Smokovec - Bardejov

- Día 08 de agosto: Bardejov - Budapest

- Día 09 de agosto: Budapest

- Dia 10 de agosto: Budapest

- Día 11 de agosto: Budapest - Bratislava

- Día 12 de agosto: Bratislava - Viena + Viena - Frankfurt - Biarritz - Donostia

Leyenda:

--- VUELO  --- ESTANCIA  --- TRASLADO EN FLIXBUS --- TRASLADO EN COCHE

Reflexión:

  Yo conocía algo de Viena y de Budapest cuando las visité con mi pareja, pero quería que mi hijo también conociera estas dos maravillosas ciudades de centro Europa, por eso organizamos el viaje de esta manera. Incorporar Eslovaquia, con toda su herencia del medievo, me resultaba interesante y atractivo. Siempre me han atraído los acontecimientos de la Edad Media, una época convulsa en la historia de Europa, cargada de sucesos que marcaron el devenir del continente. El romanticismo con que se narran aquellos acontecimientos, los amoríos, las intrigas palaciegas, las venganzas, las guerras... Todo se vive de una manera casi poética, tal vez porque la imaginación vuela creando mágicos escenarios. Pero, aquellos tiempos pasados, no tiene nada que ver con los actuales, fríos, sin alma, sin poesía...

  Además, enamorado de las leyendas, esta zona de Europa se prestaba a disfrutar de muchas de ellas. Según la RAE, se define como leyenda, la relación de sucesos que tienen más de tradicionales o maravillosos que de históricos o verdaderos, pero, muchas veces se basan en algún enlace con la realidad. El resto, lo hace el poder de nuestra imaginación, rauda, flexible e inagotable. Así que, con todos estos ingredientes servidos, solo quedaba DISFRUTAR

  Pero... No os entretengo más, vamos a dar paso a la aventura. Pueblos medievales, castillos y maravillosas leyendas nos esperan...

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Donostia - Biarritz - Frankfurt - Viena

Llegó el día señalado. Había trabajado hasta la víspera y, aunque estaba todo preparado, dimos una última vuelta a las cosas para no olvidar nada. Pasó la mañana bastante rápido y sobre las 13:00 horas comimos en casa. Como Rosa estaba

de vacaciones, Lucía, mi sobrina, se ofreció a llevarnos a la estación de autobuses de Donostia. Llegó a casa a las 14:30 y pusimos rumbo a la capital. El autobús de Flixbus salía a las 15:30, pero, como era el día en que se celebraba la Clásica Ciclista, y las carreteras se cortaban a intervalos en zonas distintas, según el paso de la carrera, quisimos andar con mucho tiempo para evitar sorpresas…

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El bus y el billete para Biarritz.

  Afortunadamente no tuvimos ningún problema y llegamos con tiempo de tomar un café antes de salir. El Flixbus que hace la ruta Oporto- París pasa por San Sebastián y, además, tiene una parada en el aeropuerto de Biarritz. Salimos puntuales y, a las 16:40 h, estábamos en el hall del aeropuerto. El viaje hasta Viena se componía de dos vuelos:

* LH1551 (Lufthansa) Biarritz-Frankfurt que tenía programado su despegue a las 18:20 horas.

* LH6420 (Lufthansa - operado por Austrian Airlines con el número OS220) que despegaría de la ciudad alemana a las 21:50 horas.

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Las tarjetas de embarque.
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El avión que nos llevó a Frankfurt.

  Pasamos directamente el control de equipaje ya que, en el momento que llegamos, no había apenas gente para hacerlo. Una vez dentro, esperamos pacientemente hasta que anunciaron el embarque por la puerta nº 7. Pasamos el control de pasaportes, embarcamos sin contratiempos y despegamos de Biarritz a las 18:35 horas, con 15 minutos de retraso, en un Airbus 320neo.

  Llegamos a Frankfurt a las 20:40 horas. El avión nos dejó a pie de pista y recorrimos todo el aeropuerto, de una punta a otra, en un shutle que nos dejó en la T1, la misma terminal en la que debíamos embarcar para el segundo vuelo. Todo controlado, sin prisas, sin agobios. Iosu, incluso se compró dos perritos calientes para cenar...

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Bandera de Austria.

  Embarcamos en hora, por la puerta A18, nuevamente en un Airbus 320neo. Iniciamos la maniobra de toma de pista ya de noche, a eso de las 22:05, pero no despegó hasta las 22:15.
  Llegamos a Viena, sin nada reseñable, a las  23:20, con 10 minutos de retraso. El avión tardó en abrir las puertas... 

  Salimos a la zona de llegadas y, allí, nos estaba esperando el taxista que previamente había contratado. En 20 minutos estábamos en el Hotel Flemings, pero, eran ya las 00:15. Hicimos el check-in y, tras asearnos un poco, nos fuimos directamente a descansar.

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La tarjeta y la reserva del hotel de Viena.

P.D.

Por cierto, la Clásica de San Sebastián la gano el corredor belga del equipo Soudal Quick-Step Renco Evenepoel.

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Escudo de Viena.

  Viena es una ciudad austriaca situada a orillas del Danubio. Es la capital federal y ciudad principal del país, además de uno de sus nueve estados federados (Bundesland Wien). Es la ciudad más poblada y mayor centro cultural de Austria, con una población que supera el 1.900.000 habitantes (2021). El idioma oficial es el alemán, pero, en la ciudad por lo general se utiliza el alemán austríaco y, de forma menor, también se habla el alemán vienés, un dialecto bávaro. La ciudad tiene una larga historia, ya que es una de las más antiguas capitales de Europa, por lo que cuenta con un importante patrimonio artístico. Durante los siglos XVIII y XIX fue una de las grandes capitales musicales del mundo y a principios del siglo XX meca de la filosofía y el debate político de Occidente, así como uno de los principales centros culturales mundiales.

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Viena

Nos levantamos a eso de las 08:00 y desayunamos en la habitación con los cafés solubles y unos bollos de leche que habíamos traído de Donostia. Sobre las 09:30 salimos para realizar la primera visita planeada; el Palacio de Schömbrunn. Para ello nos acercamos a la estación de metro de Westbhanhof L6 + L3, que apenas distaba 5 minutos a

pie desde el hotel. Allí sacamos el bono para dos días y así podíamos andar tranquilos en el metro, para recorrer toda la ciudad. Cogimos la L6 e hicimos transbordo en la parada de Längenfeldgasse L4 y desde allí, en dos paradas, hasta la entrada al palacio. Bueno, la parada del metro está a unos 500 m de la puerta principal...

El billete del metro.
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Anverso y reverso de la entrada a los jardines y laberintos del Palacio de Schömbrunn.

  Construido en el siglo XVII, el Palacio Schönbrunn-Schloss Schönbrunn sirvió durante años como residencia de verano de la familia imperial. Entramos al patio delantero. Los exteriores del palacio, así como sus hermosos y enormes jardines, se pueden visitar de forma gratuita. Sólo si quieres acceder al interior del palacio debes comprar una entrada. No fue nuestro caso, porque mi hijo no estaba muy por la labor y decidí recorrer tranquilamente el exterior de forma más amplia. Caminamos por la rosaleda del lado izquierdo del palacio, con jardines, fuentes y unos tramos de arboleda donde se agradecía la sombra de unas grandes moreras. Según avanzaba la mañana el calor se hacía notar. 

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A la izquierda la fachada principal y a la derecha la parte trasera del palacio, con sus hermosos jardines.
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Palacio de Schönbrunn

Horario

  Abril /Junio               : 8:30 a 17:30 horas
  Julio / Octubre            : 8:30 a 18:30 horas
Noviembre / Marzo  : de 8:30 a 17:00 horas

Precio

Palacio:

Grand Tour; Adultos           : 26 €, de 6 a 18 años: 19 €
Imperial Tour; Adultos     : 22 €, de 6 a 18 años: 15 €

Glorieta:

Adultos                                       : 4,50 €

Jóvenes de 6 a 18 años          : 3,20 €
Acceso gratuito con Vienna Pass

 

Concierto en el Palacio Schönbrunn    : 45 €

Precio
Laberinto:

Adultos                                    : 4,50 €

Jóvenes de 6 a 18 años       : 3,50 €

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Tened en cuenta que el palacio de Schönbrunn es el monumento más visitado de toda Austria, por lo tanto, aseguraos de reservar un ticket online cómodamente desde casa y evitar las largas colas que habrá en taquilla: 

www.imperial-austria.at

Dentro del Palacio existen distintas visitas: museo del palacio, laberintos, zoológico, museo de los carruajes, casa de las palmeras… Cada una tiene unos precios y unos horarios. Puedes consultar todo en esta dirección:

https://www.wien.info/es/turismo-en-viena/monumentos-imperiales/palacio-de-schoenbrunn-357534

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Fuentes, estanques con nenúfares, jardines, pérgolas y hermosos paseos conforman la parte trasera del palacio.

  Entramos en la zona de los laberintos para echar unas risas -esta zona sí es de pago- y después recorrimos el jardín de la parte posterior, llamado Jardín de Faisanes, que da acceso a la colina donde se asienta una arcada dedicada a María de Austria 13 de mayo de 1717 / 29 de noviembre de 1780 - quien fue princesa de la Casa de HabsburgoEsta construcción recibe el nombre de la Gloriette. Antes, la hermosa Fuente de Neptuno, nos regaló algunas bonitas fotos. La archiduquesa de Austria y reina de Hungría (con Croacia) y Bohemia, reinó desde 1740 hasta su muerte y fue una de las monarcas formativas de la era del absolutismo ilustrado

La zona de los laberintos.
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  La fuente de Neptuno, situada al pie del Cerro de Schönbrunn, proporciona el énfasis visual al final de la Avenida y, junto a la glorieta y el Zoo, es uno de los puntos de mayor interés en los jardines del palacio. Se trata de una preciosa fuente, en el marco incomparable de un jardín barroco y enmarcando el palacio de los Habsburgo. También fue diseñada por Johann Ferdinand Hetzendorf von Hohenberg y de acuerdo con la inscripción en el zócalo del obelisco se erigió en 1777. Las esculturas son de Benedikt Henrici según diseño de Wilhelm Beyer.

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La fuente de Neptuno sita bajo la colina donde encontramos la arcada de María de Austria, nos dejó unos interesantes primeros planos.
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  Desde un lateral del Jardín de los Faisanes se puede acceder al Zoo de Viena, pero, después de haber visto en 2022 el de Amberes, decidimos no entrar.

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Las estatuas de los dioses griegos que adornan toda la plaza... Adonis, Hermes, Medea, Apolo, Afrodita, etc.
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  Desde la arcada de María de Austria se tiene una vista general de toda la zona del Palacio de Schönbrunn. Desde allí, punto final de esta visita, iniciamos el regreso.

  Sobre las 13:15 volvimos en metro hacia el hotel. Comimos en un italiano, sito junto al metro de Westbahnhof, llamado Vapiano; 2 platos de pasta, 1 pizzas, 2 Coca-Colas y 2 aguas, nos costaron 44 €. Ese fue el menú del día. Estaba todo muy rico. Tras la comida fuimos un ratito al hotel y, sobre las 16:00 horas, salimos hacia el Parque de Atracciones del Prater. Teníamos reserva a las 17:00 horas, para montar en la Plataforma 9 de la vieja noria de Viena. Una atracción cara pero una experiencia única.

El Palacio de Schömbrunn desde la arcada de María de Austria.
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Los platos que comimos y la tarjeta del restaurante.

  Tras el rato de descanso, cogimos el metro en Westbahnhof pero, en esta ocasión, en la L3 hasta la parada de Stephansplatz, donde enlazamos con la L1 hasta la parada llamada Praterstern. Había empezado a llover y al salir al exterior, tras abandonar los túneles del metro, el chaparrón se hacía más intenso. ¡! Qué mala suerte ¡!

  El Parque de Atracciones del Prater-Wiener Prater es un popular espacio de recreo considerado el parque de atracciones más antiguo del mundo. Su noria Wiener Riesenrad, de 65 metros de altura, es uno de los símbolos de Viena.

  Si tenéis suerte y pilláis días de buen tiempo –no como nosotros–, una visita al Prater es más que recomendable. Además de ser un lugar con mucha historia y encanto, la entrada es gratuita y podréis disfrutar paseando entre sus avenidas llenas de atracciones antiguas, coloridos neones, bullicio y puestos de comida rápida. Si estáis hambrientos podréis cenar a la luz de las velas en una de las cabinas de la noria, eso sí, preparad la cartera...

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Sabías que...

  El espacio que ocupa el Prater había sido utilizado durante siglos como coto imperial de caza hasta que, en 1766, fue abierto al público. En 1895 se inauguró allí un parque de atracciones del que se conservan muchas de ellas. Aunque parezca mentira, todavía están en perfecto estado, envueltas en un aire antiguo y con mucho encanto.

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  Llegamos a la vieja noria a tiempo, pero, calados hasta los huesos. Enseñamos la reserva y enseguida apareció una joven que nos puso las cosas bastante crudas... Si no paraba de llover no habría viaje en la plataforma... Desde luego, a las 17:00, según la hora de nuestra reserva, era imposible. Nos dijo que esperásemos y que si, finalmente, no podíamos montar, escribiéramos a la empresa para que nos devolvieran el dinero de la reserva. Pero, ese no era el tema, nosotros queríamos subir, SÍ o SÍ.

  Esperamos y esperamos... Iosu empezó a impacientarse. Fuimos a un local a comer algo... Luego, sobre las 17:45 horas volvimos. Nos dijo que si venían los de las 18:00 horas, ellos tenían preferencia... Al cabo de unos minutos llamaron para cancelar esa reserva...

¡! Bien ¡! Pero, de nuevo empezó a llover... Volvimos al bar y nos tomamos un refresco. Iosu, como dicen ahora los jóvenes, estaba muy "rayado"...

  A eso de las 18:30 paró de llover y se abrió un gran claro en el cielo de Viena... ¡! Qué suerte ¡! Ahora, sólo faltaba que a las 19:00 horas no hubiese nadie esperando.

  Efectivamente, la chica encargada de la atracción salió a buscarnos y nos dijo que iba a secar la plataforma y que a las 19:00 horas subiríamos. ¡! Biiiiiiiien ¡!

  Y así ocurrió, a las siete en punto subimos en la Plataforma 9, atados con unos gruesos arneses y sobre una plancha de cristal de unos 3 o 4 centímetros de espesor. La emoción y los nervios subían de forma exponencial, disparando las pulsaciones... Llegó el momento... ¡! ARRIBA ¡!

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Iosu probando su fuerza.

  La chica nos acompañó en el viaje, bueno, ella va en todos los viajes como persona responsable del orden. Nos sacó unas fotos, nos señaló algunos edificios importantes de la ciudad y nos animó a acercarnos al borde y extender los brazos... 

¡! ERA ALUCINANTE ¡! 

  La Noria Gigante de Viena-Wiener Riesenrad es uno de los símbolos de la ciudad. Se construyó en 1897 con motivo del 50º aniversario en el trono del emperador Francisco José. Desde entonces, Viena es impensable sin su noria. Situada al principio del Wurstelprater, desde sus 65 metros de altura se obtiene una vista panorámica impresionante, tanto de la ciudad como del parque de atracciones. El diámetro de la rueda es de unos 61 metros, y el total de la construcción metálica pesa 430 toneladas. Un coloso sin prisa: la rueda  gira pausadamente a una velocidad de 2,7 km/h. Por su construcción, este monumento vienés es la noria más antigua y más conocida del mundo. 

  A lo largo de su historia, la noria ha logrado sobrevivir a catástrofes naturales y conflictos bélicos. Fue testigo de la I Guerra Mundial, durante la cual tuvo que dejar de funcionar por un periodo de dos años. Durante los últimos días de la II Guerra Mundial, en 1945, los bombardeos y el fuego destruyeron gran parte de ella. Aunque fue reconstruida en tiempo récord, sólo pudieron ser colocadas 15 de las 30 cabinas que tenía en sus inicios.

  Las cabinas que no pudieron ser colgadas, están colocadas en la parte de debajo de la atracción a modo de exposición, a través de la cual se puede viajar por diferentes épocas del pasado de la capital: el Imperio Romano, la Edad Media, las guerras contra los turcos, la Exposición Mundial de Viena o las catástrofes ocurridas durante las guerras mundiales.

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Subidos en la Plataforma 9 y vistas de la noria  desde allí arriba.
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    Desde mayo de 2022, con la Plataforma n.º 9, en la Noria Gigante hay una atracción especial que exige inmunidad frente al mareo: sobre esta plataforma preparada específicamente para este fin, puedes buscar una inyección de adrenalina durante un sobrecogedor viaje por las alturas. Es una construcción de acero con suelo de cristal. No hay paredes ni techo. Estás siempre asegurado por un arnés y podrás concentrarte a fondo en la emoción de las alturas y la belleza de las vistas. Puedes reservar en el siguiente sitio web:

https://wienerriesenrad.com/en/tickets-2/platform-9/

 

  Fue una experiencia emocionante, que se pasó en un abrir y cerrar de ojos. La noria tarda unos 20 minutos en hacer toda la circunferencia... Al terminar, y al vernos con ganas de más, la chica, a modo de compensación por la larga espera, nos regaló una vuelta en una de las cabinas cerradas. Fue todo un detalle por su parte.

  Montamos en un par de atracciones más y paseamos por las calles del parque entre  coloridos neones y ruidos estridentes. En una de esas atracciones mi gorra salió volando y se perdió entre la masa de gente que había bajo nosotros.

La noria nueva de Viena al atardecer.

  Un rato después volvimos al hotel. Iosu bajó al gimnasio y yo fui a comprar unas hamburguesas para la cena. Ya no salimos. Cuando subió mi hijo y se dio una ducha, cenamos tranquilamente en la habitación y, tras un rato de charla, nos fuimos a dormir.

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Parque de Atracciones del Prater

Horario

Del 15 de marzo al 31 de octubre, todos los días de 10:00 a 01:00


Las tiendas, los restaurantes y algunas atracciones como la noria permanecen abiertas durante todo el año.

Precio

Entrada al parque gratuita.
Se paga por atracción de 1 € a 5 €
Acceso gratuito a la noria y otras atracciones con Vienna Pass.

Contacto / Información

https://www.wien.info

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Nos levantamos a las 08:30. Las camas del hotel eran cómodas y descansamos bastante bien. Debíamos ir a comprar las proteínas y los carbohidratos para la dieta de mi hijo, ya que, con sus duros entrenamientos, debía completar la ingesta

de alimentos con estos aportes extra. Ya habíamos visto que, en el centro, bastante cercana a una parada del metro, había una tienda especializada en estos productos. Tras tomar un café en la habitación, salimos a la calle para desayunar en condiciones. Luego nos acercamos hasta Westbhanhof y cogimos la L6 hasta Burggasse-Stadthalle. Desde allí un paseo hasta la tienda llamada ATOMBODY. Compramos lo necesario y volvimos sobre nuestros pasos hasta el hotel. De regreso, en un mercadillo callejero, me compré una gorra para reponer la que había perdido en el Prater ya que, con esos calores, necesitaba cubrir mi despoblada cabeza… Luego, ya un poco tarde, a eso de las 11:00 horas, arrancamos con las visitas de la jornada.

  Lo primero fue el Palacio Belvedere. Cogimos el metro en Westbhanhof L6 hasta Längenfeldgasse, luego L2 hasta Karlsplatz y, finalmente, L1 hasta Taubstummengasse. Desde allí, hasta la entrada al palacio, apenas 15 minutos a pie. Entramos por la puerta oeste y recorrimos los jardines de la parte frontal hasta la fuente llamada Grobe Bassin situada frente a la fachada principal del edificio. Luego fuimos rodeando el palacio hasta los jardines posteriores, mucho más bonitos que los de la parte frontal, con fuentes y flores que daban mucho juego para la fotografía. Tras un buen rato recorriendo la zona, salimos por Lower Belvedere...

El Palacio Belveder desde sus jardines frontales.
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  El Palacio Belvedere-Schloss Belvedere fue construido como residencia de verano del Príncipe Eugenio de Saboya. Hoy en día alberga un museo de arte y de su interior palaciego ya no queda nada. El conjunto del Palacio Belvedere lo forman dos palacios unidos mediante un enorme jardín francés.

* El Alto Belvedere

  En el punto más alto del jardín se encuentra situado el Alto Belvedere, edificio principal del conjunto arquitectónico que disfruta de una fachada más elaborada. Según dicen, el interior del Belvedere decepciona bastante a los visitantes que esperan ver un palacio. Sólo se pueden ver decoradas la capilla, el hall de entrada y el Salón de Mármol. El resto de las estancias, faltas de decoración, muestran colecciones de pintura de la Galería Austríaca, desde la Edad Media hasta nuestros días, entre las que se encuentra la mayor colección mundial de obras de Gustav Klimt, incluyendo su famosísima obra "El Beso".

  En la planta baja se pueden ver obras maestras del barroco y arte medieval, además de la capilla. En la primera planta, se pueden contemplar obras vienesas realizadas durante los años 1880 y 1900. La segunda planta está repleta de muestras del neoclasicismo y del romanticismo, además de la colección Biedermeier.

* El Bajo Belvedere

  De menor tamaño y con una fachada menos llamativa que la del Alto Belvedere, en el edificio del Bajo Belvedere se encuentran las exposiciones de arte barroco austriaco, donde se exhiben las obras de los artistas que dieron forma a la ciudad durante la Edad de Oro de Viena. Algunas de las salas más importantes son la Sala de los Grotescos, la Galería de Mármol y el Salón de los Espejos, todos ellos dotados de un diseño barroco.

* La Orangery

  Junto al Bajo Belvedere se encuentra situado el elegante edificio que era utilizado como invernadero. Hoy en día alberga diferentes exposiciones temporales.

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La parte trasera del Palacio Belvedere, cuenta con bonitos jardines y fuentes.
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Las fuentes de Belveder con sus demonios y musas.

  Si no disponéis de demasiado tiempo en la ciudad, es mucho más interesante visitar los Palacios Hofburg y Schönbrunn, con una preciosa decoración interior. Según he leído, porque nosotros no entramos en ninguno de ellos, el Palacio Belvedere es interesante para verlo por fuera y pasear por sus jardines, pero su interior no es demasiado palaciego.

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Palacio Belvedere

Horario

Alto Belvedere : todos los días de 10:00 a 18:00 horas
Bajo Belvedere : todos los días de 10:00 a 18:00 horas (miércoles hasta las 22:00 horas)
Establos de palacio : todos los días de 10:00 a 12:00 horas

Precio

Adultos: 24,90 € (Alto y Bajo Belvedere y Orangerie)
Estudiantes y mayores de 65 años: 21,90 €
Menores de 18 años: entrada gratuita.
Acceso gratuito con Vienna Pass

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      Dejamos atrás Belvedere y anduvimos unos 10 minutos. Pasamos frente a la elegante Iglesia de San Carlos Borromeo-Karlskirche, pero, la zona estaba en obras y no daba opción a buenas fotos. Durante la epidemia de peste de 1713, el Emperador Carlos VI prometió al pueblo que cuando la ciudad fuera liberada de la enfermedad, construiría un templo dedicado a San Carlos Borromeo, patrono de la lucha contra la peste. La construcción de la Iglesia de San Carlos Borromeo fue un lento proceso que se vio finalizado 25 años después.

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Iglesia de San Carlos Borromeo

Horario

De lunes a sábado: de 9:00 a 18:00 horas
Domingos y festivos: de 12:00 a 19:00 horas

Probablemente lo que más llama la atención, al ver esta iglesia, son las dos columnas del exterior, inspiradas en la Columna de Trajano de Roma, con una decoración en espiral que representa escenas de la vida de San Carlos Borromeo. En su interior debe haber unos preciosos frescos pintados en la cúpula que representan la apoteosis del santo. Se puede subir a ella para verlos de cerca.

  Cogimos el metro en Karlsplatz L1, hasta Stephanplatz, en pleno corazón del llamado “Ring”. Vimos la Catedral de San Esteban-Stephansdom y las calles adyacentes. Mi intención era subir a la Torre del Reloj de la catedral, pero, la entrada eran 20 € por persona y eso me cortó el rollo. Había leído que se podía acceder de forma gratuita subiendo por las escaleras, pero no nos dieron opción, quizás porque había demasiada gente...

  La catedral está situada en Stephansplatz, en pleno corazón de la ciudad. Es la sede principal de la archidiócesis de Viena. Stephansdom, es el símbolo religioso más importante de la urbe. Se levantó sobre las ruinas de una iglesia románica dedicada a San Esteban construida en 1147, aunque del antiguo templo sólo se conservan la Puerta de los Gigantes y las Torres de los Paganos.

  El edificio está coronado por una gran torre con forma de aguja (Steffl) construida en estilo gótico que, con sus 137 metros de altura, puede verse desde diferentes puntos de la ciudad. Desde el mirador de la torre se pueden obtener unas preciosas vistas del centro de la ciudad, pero nosotros no las vimos.

  En la parte posterior de la Catedral se puede ver el Tejado de los Azulejos, formado por más de 250.000 azulejos que tuvieron que ser restaurados tras quedar seriamente dañados durante la II Guerra Mundial.

  En la parte derecha de la catedral hay una entrada llamada Puerta de los Cantores que, antiguamente, no podía ser utilizada por las mujeres. 

  En su interior, la Catedral, alberga los restos mortales de gran parte de los miembros de la familia Habsburgo y fue el lugar de boda y posterior funeral de Wolfgang Amadeus MozartLas bóvedas de Stephansdom guardan innumerables obras de arte procedentes de diferentes siglos.

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Precio

Adultos: 8 €
Estudiantes: 4 €
Menores de 10 años: entrada gratuita

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Catedral de San Esteban

Horario

De lunes a sábado: de 6:00 a 22:00 horas
Domingos y festivos: de 7:00 a 22:00 horas

Precio

La entrada a la catedral es gratuita. Para ver los diferentes precios de otras zonas como catacumbas, torre, etc., consultar su página web:

https://www.stephanskirche.at/

https://www.wien.info 

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La Catedral de San Esteban.
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Iglesia de San Pedro

Horario

De lunes a viernes: de 7:00 a 20:00 horas
Sábados, domingos y festivos: de 9:00 a 21:00 horas

Precio

La entrada es gratuita.

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  A eso de las 14:00 los estómagos sentían hambre y fuimos a comer a un italiano llamado “Sole”, en la calle Annagasse. Dos platos de pasta; ravioli para Iosu y spaghetti para mí, además una pizza para compartir, más agua y cerveza para regar todo. Comimos tranquilos y pagamos 58 €.

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  Luego, la intención era ir a tomar un café con tarta en el Café Sacher, pero, la cola se alargaba unos 20 metros, más de ¾ de hora de espera, y decidimos renunciar a ello. Pasamos frente al edificio llamado Albertina, palacio-museo de los Habsburgo. Luego pasamos frente a la Cripta Imperial y acabamos, nuevamente, en el corazón del “Ring”. Paramos frente a la Iglesia de San Pedro-Peterskirche, inspirada en la Basílica de San Pedro de Roma. El edificio actual data del siglo XVIII, aunque se tiene constancia de que en el mismo lugar se levantó la primera iglesia cristiana de Viena hace más de 1.600 años. La iglesia original se convirtió en una iglesia románica. Posteriormente, fue arrasada por dos incendios, tras los cuales, en 1733 se consagró la iglesia barroca que podemos ver en la actualidad.

La Iglesia de San Pedro.

  El siguiente punto que visitamos fue la Columna de la Peste-Pestsäule, una columna monumental dedicada a la Santísima Trinidad que se localiza en la calle Graben. Erigida después de la gran peste de Viena de 1679, el monumento barroco es uno de los más conocidos del patrimonio arquitectónico de la ciudad austríaca. 

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Sabías que...

En 1679, Viena sufrió una de las últimas grandes epidemias de peste. Huyendo de la ciudad, el emperador Leopoldo I juró erigir una columna conmemorativa si la epidemia acababa. Ese mismo año, una columna de madera provisional fue hecha por Johann Frühwirth, mostrando la Santísima Trinidad. Tras distintas vicisitudes, finalmente, el proyecto fue asignado a Paul Strudel, con ideas del ingeniero Lodovico Burnacini. Bajo la figura de la Trinidad, Burnacini ideó una nube piramidal con esculturas de ángeles y con el emperador Leopoldo rezando arrodillado. La columna fue inaugurada en 1693.

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La Columna de la Peste.
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  Luego, callejeamos por el centro de la ciudad hasta que paramos a tomar un refresco. La temperatura era de 22ºC, pero, la sensación térmica era bastante superior. Hacía calor...

  Sobre las 17:30 decidimos volver al hotel. Mi hijo quería aprovechar el gimnasio para entrenar un poco. Yo le acompañé hasta allí y le dejé que entrenara. Mientras tanto, yo volví a salir para ver el Ayuntamiento de Viena y el Parlamento de Austria, dos hermosos edificios que no quería perderme...

Una calesa típica de las calles de Viena.

  La línea de metro que me acercaba hasta allí estaba en obras y, por tanto, tuve que andar un buen tramo. Cuando llegué al Ayuntamiento, mi gozo quedó en un pozo, porque se estaba celebrando la “Semana del Cine” y el parque llamado Rathauspark, una enorme explanada frente al edificio principal, estaba abarrotada con puestos de comida, bebida, camisetas... Además, frente a la puerta principal tenían instalado un enorme escenario y una pantalla gigante. Es decir, adiós a la posibilidad de fotografiar este maravilloso edificio de estilo neogótico que fue diseñado por Friedrich von Schmidt y construido entre 1872 y 1883. En lo alto de la torre se encuentra el Rathausmann, una escultura dorada de 3,5 metros de altura que representa la figura de un porta-estandarte y que se ha convertido en un símbolo de Viena. Empecé a ponerme de mal humor… Es un verdadero fastidio que llegues a los sitios y te encuentres estas movidas. Yo soy de la opinión de que, estos eventos, hay que sacarlos fuera de los centros urbanos.

  Os dejo un enlace con la información del Ayuntamiento de Viena, por si queréis leer algo más:

  Bueno, continué calle arriba y llegué hasta el Parlamento. Este, se ubica en la avenida de circunvalación de Viena, llamada Ringstraße. Es uno de los edificios más famosos y céntricos de la ciudad y se construyó según el diseño del arquitecto Theophil von Hansen, entre 1874 y 1883. Hansen concentró en un edificio de estilo griego clásico, la sede del gobierno de Austria, con la intención de que, su construcción, recordara a la antigua Grecia como cuna de la democracia.

  Delante del edificio del Parlamento se encuentra la estatua de la diosa de la sabiduría de la mitología griega, Pallas Atenea. En esta ocasión me acompañó la suerte. No había nada que impidiese disfrutar de la arquitectura de esta maravillosa construcción. Me gustó mucho y pasé un buen rato haciendo fotos de todos los detalles que iba descubriendo. 

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La fachada principal del Parlamento de Austria.
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Detalles de la fuente sita delante de la fachada principal del parlamento.
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La diosa Atenea.
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Pinturas de los pórticos.
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Busto de Theophil von Hansen.
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Querubines y esfinges.

  A la fachada principal se puede acceder por dos rampas; una al lado derecho y adornada con estatuas de: Titus Livius, Tacitus, Sallustitus y Iulius Ceasar. En el lado izquierdo encontramos a; Herodoto, Polybydus, Xenophon y Thvkydides. Estas estatuas son obra del escultor H. Haerdll en 1899.

Escaleras lado izquierdo ------------------------------
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Heródoto.
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Tucídides.
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Xenóphanes.
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Polibio
----------------------------- Escaleras lado dererecho
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Tito Libio.
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Tácito.
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Salústio.
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Julio César.

  Cuenta con dos grandes salas de sesiones unidas por un gran pórtico central; una de ellas es la sede del Consejo Nacional y la otra es ocupada por el Consejo Federal. Tras su construcción, el edificio fue sede del Parlamento de la parte austríaca del Imperio austro-húngaro, pero, a lo largo de sus más de cien años de historia, el Parlamento ha albergado diversas instituciones.

  Tras la caída del Imperio de los Habsburgo, en 1918, el Parlamento de Viena pasó por uno de sus momentos más importantes, cuando los diputados proclamaron la transición a la República.

  Durante la II Guerra Mundial, la mitad del edificio del Parlamento quedó destruido debido a los bombardeos. Las obras de reconstrucción se prolongaron hasta 1956, dando al edificio un aspecto similar al original.

  En el lateral izquierdo del edificio, mirándolo de frente desde su fachada principal, y siguiendo con el estilo de la Grecia clásica, una de las puertas de acceso está adornado con una libre interpretación de las Cariátides, del templo llamado Erecteión en la acrópolis de Atenas.

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Las "Cariátides" del parlamento austriaco.

  Os dejo un enlace con la información del Parlamento de Austria, por si queréis leer algo más:

  Pues bien, después de este buen rato, puse rumbo de regreso hacia el hotel. Pasé frente al canal que se desvía del Danubio y es conocido como “el pequeño Danubio”. Allí hice unas fotos al atardecer y luego compré unas hamburguesas para cenar en un Mac Donald´s que encontré de camino. Cuatro hamburguesas y una ración de patatas 23 €.

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Languidecía la tarde y nuestra visita a Viena.

  Ya en el hotel, cuando mi hijo acabó de entrenar, nos duchamos y cenamos tranquilamente. Recogimos bien todo porque, por la mañana, debíamos salir temprano camino de la siguiente parada: Bratislava.

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Viena - Bratislava

Nos levantamos a las 06:15. El día amaneció nublado, nada que ver con la víspera, el mercurio llegaba a los 19°, pero la sensación era de más... Debíamos andar espabilados ya que teníamos que coger el Flixbus hacia Bratislava las 08:25.

  Desayunamos en la habitación y acabamos de recoger las maletas. A las 07:15 hicimos el check-out y salimos en dirección a la estación de metro de Westbhanhof L6 + L3, que tanto uso nos había dado estos días. Cogimos la L3 hasta la estación llamada Erdberg. Allí, tras bajar por unas escaleras mecánicas, salimos directos a la estación internacional de autobuses (VIB). Eran alrededor de las 08:00, andábamos bien...

  Tras encontrar la parada que correspondía al vehículo de FlixBus nº 901, destino Bratislava, tan sólo quedaba esperar. El bus llegó sobre las 08:10. Enseñamos los billetes, dejamos las maletas abajo y subimos a nuestros asientos. Puntual, a las 08:25, nos despedimos de Viena, cuando el conductor arrancó hacia Eslovaquia... 

  Salimos por la A4 en dirección al aeropuerto. El bus iba casi vacío, con tan sólo seis o siete personas. Poco a poco la silueta de las cúpulas y las torres del Ring fueron quedando atrás, dando paso a edificios de oficinas y naves industriales con grúas y contenedores. Paramos en el aeropuerto vienés y el bus se llenó.

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La reserva del viaje a Bratislava con FlixBus.
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El Castillo de Bratislava desde el autobús.

  La mayoría eran españoles que acababan de llegar en un vuelo. Luego, ya en carretera, extensos campos de cereal teñían el paisaje de tonos ocres. Parecían los campos polacos...

  En poco más de una hora llegamos puntuales a Bratislava. Hicimos una primera parada en el lado sur del Danubio y, después, nos dejó en la calle Mlynské Nivy, donde se ubica la estación central. Los autobuses paran en el sótano -2 de una moderna y lujosa torre acristalada. El sótano -1 está ocupado por galerías comerciales en las que puedes encontrar de todo, desde fruta, pan, pizzas, “txutxes” y bares, hasta ropa, libros, zapatos e incluso alguna peluquería...

  Desde la estación de autobuses apenas 10 minutos andando hasta nuestro alojamiento, el Hotel Apollo Bratislava ****.

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La tarjeta y los datos de la reserva del Hotel Apollo Bratislava.

  No nos dejaron hacer el check-in porque eran tan sólo las 10:15 de la mañana, pero, nos recogieron el equipaje y salimos tranquilamente a ver la ciudad. Bratislava nos recibió con un cielo plomizo que se iba cargando de unos negros nubarrones que amenazaban con soltar el Diluvio Universal, pero, de momento, nos íbamos librando.

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Escudo de Bratislava.

Bratislava es la capital y mayor ciudad de Eslovaquia. En 2021 tenía 462.603 habitantes y está situada a orillas del Danubio, cerca de las fronteras con Austria y Hungría, a unos 60 km de Viena. Cuenta con una gran oferta artística, cultural y educativa. La zona más interesante desde el punto de vista monumental y artístico es la Ciudad Vieja, con una gran variedad de comercios y servicios. Mención especial merece también el puerto fluvial, donde se pueden ver barcos mercantes y una gran actividad. Bratislava es el centro político, económico, financiero y cultural de Eslovaquia.

  Los territorios del sur de Eslovaquia, incluyendo Bratislava, formaron parte del Reino de Hungría desde la llegada de los húngaros en 895 hasta el fin de la Primera Guerra Mundial en 1918. Una vez caído el reino de Hungría en 1526 ante los turcos otomanos, este, quedó dividido en tres partes: el principado independiente de Transilvania, el valiato de Buda, bajo dominio turco, y el reino húngaro bajo control del Sacro Imperio Romano Germánico. Bratislava se ubicaba en la parte germánica y recibió esa influencia como tal, hasta la expulsión de los turcos de Hungría en 1686. A partir de ese momento, el monarca húngaro era el emperador germánico y, por consiguiente, pretendía germanizar los territorios húngaros y eslovacos. En 1804 surge el Imperio Austriaco y en 1806 desaparece el Sacro Imperio Romano Germánico. Luego de las guerras de independencia entre austriacos y magiares, en 1867 se firmó en Bratislava un acuerdo entre ambos países y nace el Imperio austro-húngaro. La ciudad se llamó Prešporok en eslovaco hasta el final de la Primera Guerra Mundial y sus antiguos nombres Pressburg y Pozsony, en alemán y húngaro respectivamente, aún son oficialmente reconocidos.

  El actual nombre de Bratislava tiene su origen en 1837, cuando el eslavista Pavel Josef Šafárik reconstruyó la variante Břetislaw​ a partir de nombres antiguos, creyendo que estos derivaban del gobernante Bretislao I de Bohemia. Este fue usado en primera instancia por los miembros del movimiento eslovaco en 1844 como Bratislav. Finalmente, en marzo de 1919, después de que la ciudad pasara a formar parte de Checoslovaquia, el nombre oficial sería Bratislava.

                                                                                      https://es.wikipedia.org/wiki/Bratislava

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Santa Isabel o la Iglesia Azul.
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  Tenía una ruta marcada para aprovechar el tiempo a tope. Primero vimos la Iglesia de Santa Isabel, más conocida como la iglesia azul. Es un edificio modernista en el casco antiguo de la ciudad. Se encuentra en las afueras del centro histórico de Bratislava, en la calle Bezručova. Esta calle era, a principios de siglo XX, un enlace entre la calle Grösslingova y la Dostojevsky.

El interior y el mosaico-rosetón de la fachada.

  La pequeña iglesia posee un edificio parroquial que fue uno de los primeros que se construyeron en la zona. Originalmente pertenecía al campus y estaba destinada a ser la capilla de la escuela secundaria, situada a su lado. El templo está dedicado a Santa Isabel de Hungría, la hija del rey húngaro Andrés II, y se concibió como su mausoleo simbólico. Está formada por una estructura lateral con una torre cilíndrica, coronada por una cruz doble bizantina que hoy forma parte del escudo nacional de Eslovaquia.

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  El templo se construyó entre 1909 y 1913 y fue una de las últimas grandes obras del arquitecto húngaro Ödön Lechner. La iglesia se caracteriza por su fachada de color azul pastel y por la cubierta vidriada. En la fachada principal se observa un mosaico de Santa Isabel encima del portal de entrada. En esta obra predomina el románico occidental. Esto se aprecia, por ejemplo, en las ventanas románicas relativamente grandes y en las dos columnas que rodean las entradas principales y laterales. 

  El diseño del edificio es simétrico, a excepción de la torre que se desplaza a un lateral. Estaba cerrada y no pudimos verla por dentro, sólo una foto desde la puerta...

  Luego nos dirigimos al llamado Old Market, pero, estaba cerrado. En esa plaza tomamos un café en una terraza. Allí sentados vimos que, en un lateral de la plaza, había un restaurante vietnamita y tomamos nota para venir a comer más tarde. Seguimos el circuito programado y ahora tocaba el Ayuntamiento Viejo, sito en la Stare Miastro.

Iglesia de Santa Isabel o Iglesia Azul

Horario

De lunes a viernes de 6:30 a 7:30 y 17:30 a 19:00

Sábados de 6:30 a 7:30 y 17:30 a 19:00

Domingos de 7:30 a 12:00 y  17:30 a 19:00

Precio

La entrada es gratuita.

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  El Ayuntamiento de la Ciudad Vieja-Stará radnica, está situado en el corazón de Bratislava, entre la Plaza Mayor y la plaza del Primado. Está junto a la iglesia de los jesuitas y cerca de las embajadas de Grecia y Japón. Es fácilmente reconocible por su techo de coloridas tejas. Es un complejo de edificios del siglo XIV en el casco antiguo de Bratislava. Es el ayuntamiento más antiguo del país y es uno de los edificios de piedra más antiguos que se conservan en la ciudad, ya que la torre se construyó aproximadamente en 1370. Terminado en estilo gótico en el siglo XV, resultó de la unión de varios edificios: la casa de Jacobus con una torre, la casa de Pawer, la casa de Unger y el palacio Apponyi. El edificio principal adyacente a la torre y frente a la plaza principal fue construido por el alcalde de la ciudad Jacobus II en el siglo XIV, mientras que la torre (originalmente gótica) fue erigida a fines del siglo XIII.

La Stare Miastro de Bratislava.
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  Las torres de piedra formaban parte de algunas casas medievales para proporcionar seguridad en caso de guerra o protección de la riqueza en caso de incendio. Aunque no se puede precisar la fecha exacta, los detalles de las ventanas góticas sugieren que se construyó aproximadamente en 1370.

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Sabías que...

  En el Palacio del Primado luce una bandera roja y blanca. Esa fue la antigua bandera de Bohemia. Bohemia es una de las tres regiones históricas que integran la República Checa, junto con Moravia y la Silesia checa. El nombre de Bohemia deriva de los boyos, un pueblo celta que habitaba aquella zona alrededor del siglo V a. C. Los boyos se mezclaron con los marcomanos hacia el siglo I d. C.; también formó parte del Imperio Romano. Entre los siglos V y VIII, llegó a Bohemia el pueblo actual, los eslavos.

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La Plaza Hlavné con sus edificios de colores.
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La torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja y el Palacio del Primado, actual Ayuntamiento.
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  El edificio se utilizó como ayuntamiento desde el siglo XV hasta finales del XIX. Sin embargo, en algunos momentos de ese periodo también sirvió para otros fines, como albergar una prisión​ y una ceca, y ser lugar de comercio y celebraciones. También se utilizó como depósito del arsenal de la ciudad y como archivo municipal. El ático se utilizó para el alojamiento desde el siglo XVIII hasta la primera mitad del siglo XIX (era habitual que los visitantes de las coronaciones y otros eventos importantes durmieran en los áticos de las casas y palacios de la nobleza), hoy en día, las habitaciones de madera para dormir han sido retiradas. Hasta la segunda mitad del siglo XIX, el palacio contaba con otras dos alas en torno a un patio de forma trapezoidal, utilizadas por la servidumbre. 

Nota: una ceca era el establecimiento oficial donde se fabricaba y acuñaba moneda.

Las estatuas del Palacio del Primado y gárgolas del Ayuntamiento Viejo.

  Hoy alberga el Museo de la Ciudad de Bratislava, fundado en 1868, que muestra exposiciones de la historia de Pressburg. Los elementos expuestos incluyen instrumentos de tortura, las mazmorras del casco antiguo, armas y armaduras antiguas, pinturas y miniaturas.

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El pasadizo bajo la torre del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja y el otro lado de la Plaza Hlavné.

  El edificio del viejo ayuntamiento tiene acceso a la torre de la campana. Por 3 € cada uno subimos hasta la parte superior para ver la ciudad desde las alturas...

  La vieja torre nos regaló unas vistas espectaculares de toda la ciudad. Un mirador inmejorable para ver el castillo, las empedradas calles de la ciudadela y la mayoría de los edificios importantes.

El ticket de entrada a la torre.
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Las calles de la ciudadela, el castillo y la Torre de San Miguel desde la torre del ayuntamiento.
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  Tras esta interesante visita, cruzamos la Stare Miastro y fuimos hacia la Puerta de San Miguel-Michalská brána, es la única puerta que se ha conservado de las fortificaciones medievales y figura entre los edificios más antiguos de la ciudad. Construida hacia el año 1300, su forma actual es el resultado de las reconstrucciones barrocas de 1758, cuando se colocó en su cima la estatua de San Miguel y el dragón. Su cara sur estaba andamiada… ¡! Siempre pillamos algo ¡!

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El escudo de Bratislava sobre el arco de la Puerta de San Miguel.

Torre del Ayuntamiento Viejo

Horario

De martes a domingo de 10:00 a 18:00

Lunes cerrado

Precio

3 €

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La Torre del Ayuntamiento y una calle de la ciudadela.
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Catedral de San Martín

Horario

De lunes a domingo de 7:30 a 18:00

Precio

La entrada es gratuita.

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Museo de la Puerta de  San Miguel

Horario

De domingo a lunes de 10:00 a 18:00

Martes cerrado

Precio

La visita a la torre es gratuíta.

La entrada al museo de armas es de 4,50€

  En la época medieval, la ciudad estaba rodeada de murallas y sólo se podía entrar y salir por una de las cuatro puertas fuertemente fortificadas. En el lado este de la ciudad, era la Puerta de Laurinc, llamada así por San Lorenzo; en el sur era la Puerta de los Pescadores (Rybná brána). Era la puerta más pequeña de las cuatro, utilizada principalmente por los pescadores que entraban en la ciudad con el pescado capturado en el río Danubio; en el lado oeste estaba la Puerta Vydrica (Vydrická brána), también llamada la Puerta Oscura o la Puerta Negra, ya que, era como un túnel - oscuro y largo; en el norte, estaba la Puerta de San Miguel, que llevaba ese nombre por la iglesia de San Miguel que se encontraba frente a ella, fuera de la muralla de la ciudad.

  La historia de la puerta de San Miguel se remonta a finales del siglo XIII y el primer documento escrito sobre su existencia data de 1411. La fortificación frente a la puerta de San Miguel estaba cerrada por un puente levadizo sobre un foso. Posteriormente fue reconstruida en piedra. La entrada estaba cerrada por un rastrillo y una puerta de madera. En la coronación en Bratislava (Pressburg), de los 19 reyes húngaros (1563–1830),  el gobernante entraba con su séquito a través de la Puerta Vydrica. Era coronado en la Catedral de San Martín y una de las paradas posteriores a la coronación, durante la procesión por la ciudad, era en la Puerta de San Miguel, donde el nuevo rey prestaba juramento frente al arzobispo.

  Esta puerta era la pieza central de un sistema de fortificación más amplio que incluía dos anillos de murallas, dos baluartes, una barbacana y un puente levadizo sobre el foso de agua. Mientras que las murallas han desaparecido en esta parte de la ciudad, la barbacana sobrevive, aunque parcialmente integrada en la casa de la calle Michalská n.º 25. Contenía ventanas (agujeros) que daban a la zona del foso y eran visibles hasta los años 60 del siglo pasado, pero que ahora están completamente cubiertas.

Hoy en día, existe un museo de las fortificaciones y armas medievales de Bratislava (Pressburg) situado en la torre. Las exposiciones del museo abarcan los inicios de la fortificación de la ciudad, las reconstrucciones y su destrucción final en el siglo XVIII.

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La Puerta de San Miguel.
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  Tras esta visita, pusimos rumbo a la catedral… La amenaza se cumplió y el cielo plomizo acabó descargando un buen chaparrón que nos obligó a parar y ponernos los impermeables. Bajamos por la calle Ventusrska, giramos a la derecha en la calle Prepostska, giramos a la izquierda en Kapitulska y llegamos hasta la catedral… ¡! Joder ¡! También estaba en obras. Los andamios deslucían su bella arquitectura. Entramos y Iosu encendió una vela, ya que, en estos casos,  siempre se acuerda del abuelo. No estaba permitido hacer fotos así que, tras echar un vistazo, nos fuimos. Tampoco había mucho que ver, porque estaban limpiando y renovando las vidrieras y estaban todas desmontadas.

Algunas calles del casco antiguo de Bratislava.

  La Catedral de San Martín - Katedrála svätého Martina, ​es la catedral de la archidiócesis de Bratislava. Está situada en la frontera occidental del centro histórico de la ciudad debajo del castillo de Bratislava. Esta es la mayor y una de las más antiguas iglesias de Bratislava, conocida sobre todo por ser la iglesia de coronación del Reino de Hungría entre 1563 y 1830.

La catedral de San Martín se erigió a finales del siglo XIII en el lugar donde había una iglesia románica y un cementerio. Sufrió varias ampliaciones y remodelaciones entre los siglos XV y XVIII.

  En 1760 cayó un rayo en la torre y tuvo que ser reparada. En 1835 un incendio la destruyó, por lo que fue reconstruida en 1847. Entre 1869 y 1877 se retiraron los elementos barrocos y el edificio recobró su estilo gótico original. A partir de 1563 se coronaron en esta catedral los monarcas del Reino de Hungría, reemplazando a la basílica de Székesfehérvar, pues esta ciudad había caído veinte años antes en manos del Imperio otomano. Maximiliano II de Habsburgo fue el primer rey húngaro en ser coronado aquí el 8 de septiembre de 1563 y Fernando V fue el último el 28 de septiembre de 1830. En total fueron coronados en la catedral once reyes y ocho reinas.

  La catedral tiene aproximadamente 70 m de longitud, 23 m de anchura y 16 m de altura. Consta de una nave central y dos laterales. La torre de la catedral mide 85 m de altura y antiguamente formaba parte de las murallas medievales. La punta de la torre no ostenta una cruz, sino una réplica de la Corona de San Esteban para recordar que en esta iglesia eran coronados los reyes. La corona dorada tiene, aproximadamente, un metro de diámetro y pesa más de 300 kg.

Dado que la catedral se construyó encima de un cementerio, debajo hay catacumbas de unos 6 m de profundidad, que contienen sepulturas de numerosas personalidades y autoridades eclesiásticas, miembros de la familia Pálffy o jerarquías del antiguo condado de Presburgo. Desde 1895 no hay más enterramientos aquí.

  Frente a la puerta principal de la catedral había un acceso a las antiguas murallas de la ciudad. Ahora es una zona de paseo por la que dimos una vuelta imaginando la antigua forma de la misma. Allí, unos paneles explicativos, en inglés y eslovaco, daban toda la información. La muralla, que se recuperó hace veinte años tras un trabajo exhaustivo de restauración, rodeaba el centro histórico de la ciudad de Bratislava. Gran parte de esa muralla, que aún se conserva, se encuentra visible y expuesta al público, siendo una de las maravillas a disfrutar en una visita a esta hermosa ciudad. 

Parte de la muralla de la ciudad
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  Las murallas de la ciudad de Bratislava son hoy solo una pequeña sección a lo largo de la calle Staromiejska. Tienen aproximadamente un metro y medio de espesor. Dan una idea de la solidez con la que se defendió Bratislava en el pasado. Se construyeron a finales de los siglos XIII y XIV. La última vez que las murallas cumplieron su función fue en el siglo XVI, cuando defendieron la ciudad contra los turcos. Con el tiempo, se adaptaron cada vez menos a la cambiante tecnología militar. En los años 1775-1778, la emperatriz María Teresa ordenó su demolición.

  Así, los suburbios de Bratislava estaban conectados con el casco antiguo. Se rellenó el foso, se erigieron casas en lugar de los muros y se delimitaron las calles. Solo quedó una sección de los muros en las cercanías de la Puerta Michalska. A principios del siglo XX, se descubrieron los restos de la Puerta Lawrence y la Puerta del Pescado. Después, entre 1975 y 1991 dos tramos fueron reconstruidos y son los que podemos disfrutar hoy día.

  Pero la lluvia empezó a ser más y más persistente hasta el punto de hacerse desagradable y decidimos poner rumbo al restaurante para comer. De todas formas, eran las 13:30, así que, era ya hora. Llegamos sin consultar el Google-Maps, porque el casco antiguo de Bratislava es pequeño y muy fácil de conocer. Nada más entrar al restaurante, empezó a llover con mucha intensidad...

 ¡¡ Menuda escapada !!

  El restaurante se llama Viet Home y lo regenta un joven matrimonio de vietnamitas. Él, el hombre, nos atendió muy amablemente, explicándonos los platos que veíamos en las fotos del menú. Yo elegí una sopa con nuddles, carne y verduras, a los que añadí jengibre, zanahoria y picante que me trajo en un recipiente aparte.  Iosu, por su parte, pidió un plato con pollo, arroz y verduras. Además, pedimos un segundo plato para compartir, compuesto de ternera, setas, brócoli y algunos ingredientes más.  Terminamos de comer y seguía lloviendo bastante, así que, pedimos unos cafés. Nos trajo uno típico vietnamita, donde el café se filtraba por un colador que goteaba muy lentamente debido a lo espeso que estaba. El café caía sobre una crema de leche (parecía leche condensada). Una vez filtrado todo, se añadía a un vaso con mucho hielo. Realmente estaba bueno. Estuvimos un ratito más, pero, viendo que no paraba de llover, aunque había aflojado bastante, sobre las 15:00 horas pagamos y nos fuimos. La cuenta, por los tres platos, dos aguas, dos cervezas y dos cafés, ascendió a 51 €.

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Padre e hijo en el restaurante.
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Los platos del restaurante vietnamita.

  Fue llegar al hotel y comenzó a caer agua como si del Diluvio Universal se tratara. De todas formas, llegamos calados hasta los huesos. Hicimos el check-in y Iosu reservó hora para el gym. Luego, subimos a darnos una ducha caliente y cambiarnos de ropa.

  A las 19:00 horas, Iosu bajó al gimnasio y yo aproveché para salir a comprar algo de pasta para la cena, a un restaurante que había a apenas 5 minutos de distancia. Dos tuppers de spaghetti a la carbonara me costaron 15 €. La tarde-noche estaba muy desagradable y no nos apetecía pegarnos otra calada.

  Cuando llegué, aproveché para actualizar este diario, descargar las fotos y repasar el programa del día siguiente. Lo cierto es que ese descanso supo a gloria.

  Habíamos visto el casco antiguo y lo que nos faltaba, sobre todo el castillo, lo dejamos para el último día del viaje, cuando regresásemos del periplo por Eslovaquia y Hungría.

  Al día siguiente debíamos coger el coche de alquiler e iniciar la ruta por el país. Así que, cuando vino Iosu, cenamos y nos fuimos a descansar... Las camas eran cómodas.

Seguía lloviendo...

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Bratislava - Trencín

Arrancamos el día a las 07:15 con una ducha y un potente desayuno. El bufet del restaurante era muy bueno, con yogures, bollos, fruta fresca, zumos, cereales, leche y

el elemento fundamental; café. Tras desayunar tranquilamente, subimos a terminar de recoger todo y luego bajamos a recepción para hacer el check-out. Pedimos un taxi para que nos acercase hasta el punto de recogida del coche de alquiler, al otro lado del Danubio. Llegó en apenas 5 minutos. Nos costó 15€ hasta el concesionario. La mañana estaba espléndida, alguna nube se colaba en un despejado cielo azul, con una temperatura de 17 ºC.

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El desayuno del hotel.
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  En la oficina de Europcar había un chico joven, bastante antipático, por cierto. Tras enseñar la hoja con la reserva, gestionó la solicitud y nos asignó un Toyota Corolla de color azul marino, con 19.098 km en el marcador. Tras firmar y pagar el alquiler, arrancamos en dirección al Castillo de Devín, a 15 Km de distancia del concesionario. Como llevábamos los dos teléfonos móviles y ambos teníamos datos ilimitados, cogí el coche sin GPS. Activamos el Google Maps y “Txi-Txi” nos indicó la ruta a seguir. En apenas 20 minutos estábamos en la localidad de Devín, perteneciente al área urbana de Bratislava.

El Toyota Corolla que nos llevó por Eslovaquia.
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Escudo de Devín.

Devín, en la actualidad, es un distrito de Bratislava. Originalmente fue un pueblo independiente en la confluencia de los ríos Danubio y Morava, que mantiene su carácter rural. Es un importante sitio arqueológico, con las ruinas de su famoso castillo. El sitio ha sido poblado desde el Neolítico y tanto los celtas como los romanos construyeron aquí fortalezas. Fue mencionado por primera vez en un documento de 1237 bajo el nombre de Villa Thebyn. Originalmente era un pueblo, pero, en el siglo XV alcanzó el estatus de “pequeña ciudad”. En el siglo XVI se formó un asentamiento de croatas que huían de la invasión otomana. Sus raíces aún perduran. Con una población principalmente alemana, el pueblo fue cedido a Alemania como parte del acuerdo de Munich en 1938.

  Desde octubre de 1938 hasta abril de 1945, Devín formó parte del Tercer Reich alemán, integrado en la Baja Austria. En 1946, fue devuelto a Checoslovaquia y se convirtió en parte de Bratislava. Los habitantes alemanes fueron expulsados. Durante la Guerra Fría, Devín estaba justo dentro de la Cortina de Hierro y las orillas septentrionales de los ríos Danubio y Morava estaban fuertemente fortificadas. Aunque todavía queda algún bunker disperso, las fortificaciones fronterizas fueron desmanteladas después de la Revolución de Terciopelo de 1989, y ahora hay libre acceso a la orilla del río. 

https://en.wikipedia.org/wiki/Devín

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El Castillo de Devín.
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El ticket de entrada al Castillo de Devín .

  Como os comentaba, Devín cuenta con un histórico castillo. Su posición estratégica, en un promontorio a 212 m de altitud, en la confluencia de los ríos Danubio y Morava, hace que constituya un lugar ideal para una fortaleza. Desde lo alto se puede controlar la importante carretera comercial a lo largo del Danubio. Entre las ruinas de origen romano se encontraron las que constituyen la primera iglesia cristiana al norte del río Danubio.

  Al castillo se accede por la puerta de Moravia, una puerta construida en piedra que cuenta además con dos bastiones semicirculares. Esta puerta data del siglo XV y formó parte de la muralla de la época de la Gran Moravia.  

El Castillo de Devín  desde la rampa de acceso.
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La puerta de Moravia que da acceso al castillo.

  Además, junto a la entrada principal, los arqueólogos están excavando nuevas zonas, con numerosas tumbas y también restos de viviendas de los siglos XI y XII. Más arriba, por el puente que hay sobre el foso del castillo encontraremos unas escaleras que llegan a los restos de una antigua torre de vigilancia. Esta torre data en el siglo XIII, fue reconstruida dos siglos más tarde. Desde la explanada en la que se asienta esta torre, tendrás la oportunidad de contemplar una panorámica maravillosa. Devín, puede interpretarse como atalaya o punto de observación. También es una derivación de la palabra eslava deva (niña). En este caso, "Devin Grad" significaría "Castillo de la Niña".

  Por otro lado, aún se mantiene en pie una torre con una almena conocida como “Torre de la Virgen”. Esta guarda entre sus muros una vieja historia…

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Cuenta la leyenda...

…Que una joven novia esperaba con anhelo la fecha para sus esponsales con un joven arquero del castillo. Su padre, que no veía el enlace con buenos ojos, habló con el cura del castillo y le propuso que, a cambio de una buena dote, le entregaría a su hija para que formase parte de un convento cercano. La noticia llegó a oídos de la joven y al saber que su padre quería encerrarla en un convento, saltó desde la torre almenada para quitarse la vida. Desde entonces esa torre es conocida como “la Torre de la Virgen”.

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Por el camino ascendente hasta el castillo nos encontramos con la imagen de una mujer obra de la escultora Ľudmila Cvengrošová.
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Panorámica del Castillo de Devín, con el Danubio a la izquierda

  El Castillo de Devín es un auténtico símbolo nacional para la gente de Eslovaquia. Fue fundado en el siglo VIII y desempeñó un papel crucial durante las frecuentes guerras entre Moravia y Francia. Después de su construcción, se añadió una iglesia, inspirada de los bizantinos de la región de Macedonia, lugar desde el que los santos Cirilo y Metodio llegaron a Moravia. La iglesia fue también decorada por pintores italianos. En el siglo XIII se erigió un castillo medieval de piedra para proteger la frontera occidental del Reino de Hungría: el nombre de "Castelanus de Devin" apareció en 1320. En el siglo XV se le agregó un palacio al castillo, y sus fortificaciones fueron reforzadas durante las guerras contra el Imperio Otomano. En 1809, el castillo fue destruido por Napoleón Bonaparte, durante la guerra de la Quinta Coalición.

  A partir del siglo XIX, Devín se convirtió en un símbolo nacional para los eslovacos, considerado como el punto más occidental del Reino de Hungría. En la actualidad el castillo alberga un museo, una zona de juegos y varias zonas abiertas donde se han encontrado restos arqueológicos. Desde el año 1973 se están realizando excavaciones. En 1975 se encontró una cruz de hierro que, junto con otros hallazgos, parece que se corresponde con la construcción cristiana más antigua de Eslovaquia.

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Castillo de Devín

Horario

De Abril a  Octubre          : de 10:00 a 17:00 horas
De Mayo a Septiembre  : de 10:00 a 19:00 horas

Los lunes permanece cerrado
 

Precio

Entrada al castillo:  adultos 10 €

                                         niños y estudiantes 5 €
Entrada al museo del castillo 3 €

Contacto

Telefono: +421 2/657 301 05

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Vistas del castillo y el pueblo de Devín desde la torre.
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Iosu probando su puntería.
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Cascos, espadas y una tabla con el antigua alfabeto eslovaco.
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Sabías que...

  Se dice que para escribir la novela “El castillo de los Cárpatos”, Julio Verne visitó el Castillo de Devín, y se inspiró en estas ruinas, aunque trasladara la trama a Transilvania.

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  Pasamos un rato muy agradable. Iosu jugó con lanzas y espadas, disparó con arco y flechas como los arqueros medievales y, ciertamente, no se le dio nada mal. Yo también hice un disparo… Vimos el museo con una larga muestra histórica, desde el paleolítico hasta la independencia de Eslovaquia.

  Luego, tras la visita al castillo, pusimos rumbo a Cachtice. Teníamos 115 Km por delante hasta esta localidad. El plan era comer en el pueblo y visitar el castillo, una pintoresca construcción en ruinas que se eleva en la cima del Karst de Čachtice… El "misterioso castillo de los Cárpatos".

  Llegamos al pueblo sobre las 14:00 horas. Era una pequeña población situada a lo largo de la carretera 504. Fuimos a comer a un bar sito al pie de esa misma carretera. 

El museo del Castillo de Devín era muy interesante.
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Campos de cereales, muy parecido al paisaje de Chequia y Polonia, nos acompañaban por el camino.

  Pagamos 15 € por dos menús del día, compuestos por una sopa (muy parecida a la que comí en Sibiu -Rumanía-), dos platos combinados con carne de cerdo, patatas, dos botellines de agua, una jarra de riquísima cerveza eslovaca y un café solo.

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Distintas iglesias de Cachtice.

  Después de un rato de sobremesa, cambiando impresiones con mi hijo, decidimos subir al castillo, aunque Iosu no estaba muy convencido. La carretera subía hasta media ladera, luego un pequeño tramo de pista de tierra prensada por la que se accedía hasta la zona de parking y, finalmente, 1.2 Km de ascensión a pie por una pista hormigonada. No era nada exigente, pero, mi hijo empezó a poner pegas. No estaba muy por la labor de andar para ver "piedras caídas"…

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Los platos que comimos en Cachtice.

  El Castillo de Čachtice fue construido en el siglo XIII para proteger la frontera occidental del Reino de Hungría. Originalmente era de estilo románico con una interesante torre con forma de herradura. Más tarde se convirtió en un castillo gótico y su tamaño se incrementó en los siglos XV y XVI, siendo reformado en el renacimiento y en el siglo XVII. A lo largo de su historia, el castillo ha pertenecido a diferentes familias aristocráticas. En 1708 fue capturado y saqueado por los rebeldes de Francisco Rákóczi II. Ha estado en decadencia desde entonces, pues en la actualidad está prácticamente en ruinas.

  El castillo es conocido por haber pertenecido a la condesa Isabel Báthory, apodada despectivamente «la Condesa Sangrienta», a la que se le atribuye la muerte de 630 muchachas de entre nueve y dieciséis años, motivada por su obsesión por la belleza. Tras conocerse sus crímenes, Isabel Báthory fue encarcelada en el castillo, donde murió.

  Entre 2012 y 2014, se puso en marcha un proyecto de seguridad estática de una gran parte del castillo y, por primera vez, se llevó a cabo una investigación arqueológica en el castillo. El 20 de junio de 2014, fue reabierto a los visitantes.

Actualmente, el propietario del castillo es el pueblo de Čachtice.

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Castillo de Cachtice

Horario

  Verano:

De martes a domingo          : 10:00 a 18:00 horas

  Invierno:

De martes a domingo          : 10:00 a 17:00 horas
Todos los lunes cerrado
 

Precio

Adultos        : 8 €
Niños            : 3 €

Contacto

Teléfono:  +421 32/740 10 14

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  Protestando y quejándose de todo conseguimos llegar hasta arriba. El castillo, a decir verdad, estaba prácticamente en ruinas. Sólo se mantenían erguidos sus muros exteriores. En su interior se estaban realizando trabajos de rehabilitación. Los testimonios de hallazgos arqueológicos demuestran que la colina del castillo de Čachtice ya estaba habitada en tiempos prehistóricos. La construcción de este castillo medieval, está relacionada con la invasión tártara de Hungría y comenzó en la primera mitad del siglo XIII por iniciativa del gobernante Bela IV.

  En 2012-2014, se llevó a cabo un proyecto de rehabilitación para reafirmar la seguridad de una gran parte del castillo y el 20 de junio de 2014, fue reabierto a los visitantes, pero, como os he dicho, en la actualidad se sigue trabajando en él. El precio de entrada era de 8 €.

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El "misterioso" castillo de Čachtice.
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Escudo de Čachtice.

Čachtice es una aldea de Nové Mesto nad Váhom, situada entre la depresión danubiana y los pequeños Cárpatos, en el oeste de Eslovaquia. Aquí se encontraron elementos prehistóricos del Neolítico, la Edad del Cobre, la Edad del Bronce, la cultura de Hallstatt, el período de la Tène, los períodos romanos y los primeros eslavosLa primera referencia escrita a la aldea data de 1263. Čachtice recibió el estatus de ciudad en 1392, pero más tarde fue degradado a un pueblo. En 1847 la casa parroquial fue el lugar de encuentro de la primera reunión nacional de eslovacos Tatrín, en la que se tomó la decisión definitiva de utilizar los dialectos eslovacos como base para el nuevo estándar de codificación de la lengua eslovaca.

La aldea es conocida por las ruinas del Castillo Čachtice, casa de Isabel Báthory. El castillo se alza sobre una colina y la zona fue declarada reserva natural por este motivo.

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  No entré. Iosu se había quedado afuera y yo, viendo que no había mucha cosa por ver dentro -excepto las grúas y los sacos de cemento- opté por hacer unas fotos del exterior y bajar a reunirme con mi hijo. Bajamos al coche y pusimos rumbo al siguiente punto del recorrido; el castillo de Bechov…

  El castillo de Bechov cerraba al público cuando nosotros llegamos y no pudimos verlo por dentro... ¡¡ Una auténtica pena !!

  Hicimos unas fotos, tomamos algo fresco en la zona y pusimos rumbo a Trencín, punto final de esta primera jornada con el Toyota.

El Castillo de Bechov dominando el valle.

  El Castillo de Beckov es uno de los más importantes de la historia de Eslovaquia. Se encuentra situado en un acantilado a orillas del río Váh sobre un peñasco no muy alto, pero, con difícil acceso. Cuidaba el paso del río y se convirtió en un importante y estratégico punto avanzado de la Gran Moravia para la defensa del Reino de Hungría. En la actualidad, del castillo original sólo quedan sus ruinas, sin embargo, aún sigue siendo uno de los más atractivos del país, ya que, encaramado a sus murallas se obtienen unas espectaculares vistas de los alrededores.

  El nombre original del castillo era Blundix. Este, deriva del eslavo Bludište (laberinto), lo que refleja el difícil acceso a la zona. Más tarde, el nombre del pueblo vecino Beckov fue adoptado también como el nombre del castillo.

  Fue construido en el siglo XIII, pero, no fue hasta finales de siglo cuando fue fuertemente fortificado, bajo la propiedad de Mateo III Csák. En el siglo XIV, concretamente en 1388, el castillo fue entregado por Segismundorey de Hungría, a Stibor de Stiboricz, un caballero de origen polaco. Stibor fue uno de los consejeros más influyentes del rey y controló una parte significativa del norte de Hungría (hoy, Eslovaquia). De los 31 castillos que estaban en posesión de Stibor, eligió Beckov como su hogar, dándole un cuidado especial. Reconstruyó el castillo en estilo gótico, para convertirlo en la sede de su familia. Artistas de Venecia, Polonia, Alemania y Bohemia trabajaron para hacer de Beckov un lugar excepcional.

Fortificó la ciudad debajo del castillo y unió sus murallas. Después del clan Stibor, el castillo fue entregado por el rey a Pál Bánffy en 1437. Después de la batalla de Mohács en 1526, donde el Reino de Hungría fue derrotado por el Imperio Otomano, la familia Bánffy reconstruyó el castillo para convertirlo en una fortaleza renacentista y sede noble. El castillo fue defendido con éxito contra un asedio tártaro en 1599. La familia Bánffy fue propietaria del castillo hasta 1646, cuando murió su último miembro, Kristóf Bánffy. Tras la muerte de este, el castillo de Beckov se convirtió gradualmente en prisión y cuartel. En 1729, un incendio destruyó el interior y los tejados del castillo y lo convirtió en ruinas.

  El castillo puede ser visitado desde los meses de mayo a octubre, por unos 4 €. Es monumento cultural nacional desde 1970 y su aspecto actual es el resultado de las reformas realizadas en el último cuarto del siglo XX y desde 2002 en adelante.

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Castillo de Bechov

Horario

  Abril / Septiembre                          : 09:00 a 18:00 h
  Octubre  (martes a domingo)         : 09:00 a 17:00 h
  Noviembre (fines semana)             : 09:00 a 16:00 h

  Diciembre a Enero sólo grupos de 10 personas o más

  Es posible llevar mascotas, pero, siempre atadas

Precio

Adultos                                 : 8 €
Jubilados y estudiantes  : 6 €

Niños (6 a 15 años)          :  4 €

Menores de 6 años          :  Gratis

Contacto

Teléfono :  +421 32/774 27 27

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Cuenta la leyenda...

… Que Stibor tenía un bufón que sabía divertirlo con gran inteligencia. Después de una cacería que había organizado, fue tanta la destreza con la que el bufón divirtió a su señor y a sus invitados que éste le dijo:

.- Pídeme lo que quieras.

El bufón viendo el peñasco cercano le dijo:

.- Quisiera un castillo sobre ese peñasco.

  Todos los invitados quedaron callados, pero Stibor, por no quedar mal, prometió construir el castillo cumpliendo su promesa un año después. Pero, al ver la belleza del mismo, se lo compró al bufón pagándole una gran suma de oro.

  El castillo conserva el nombre del bufón: Beckov quiere decir “perteneciente a Becko / propiedad de Becko”.

  Toda la historia fue inventada en el pasado. Por ejemplo, Stibor de Stiboricz entró al servicio de los reyes húngaros en la segunda mitad del siglo XIV, cuando ya se había construido el castillo de Beckov. Sin embargo, a pesar de ser históricamente falsa, la leyenda describe la fundación del castillo de Beckov tan vívidamente que casi todo el mundo en Eslovaquia está familiarizado con ella. El bufón eslovaco será eterno, a pesar de desviarse de la realidad. 

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Beckov es un municipio del distrito de Nové Mesto nad Váhom en la región de Trenčín, con una población estimada a final del año 2022 de 1.291 habitantes. La primera mención escrita de la villa se remonta a 1208.

Se encuentra ubicado al noroeste del país, cerca del río Váh y a menos de 10 km de la frontera con la República Checa.

Está a 27 km de Trenčín, la capital de la región.

Escudo de Beckov.

  Apenas 20 Kms nos separaban de Trencín. En media hora llegábamos a la pensión, a eso de las 21:40 horas. Nuestro alojamiento estaba en el mismo centro de la localidad y tuvimos que aparcar en un descampado al otro lado de la carretera principal, a unos 5 minutos a pie de la Penzion Exclusive. El edificio tenía sus años, pero estaba en el mismo corazón de la localidad. Hicimos el check-in y subimos a dejar las cosas. Tenía de todo y un baño enorme con una gran ventana, donde colgué una cuerda e hice la colada.

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Los datos de la pensión de Trencín.

  Luego, tras asearnos un poco, salimos a cenar a un restaurante italiano que había en la misma calle donde estaba la pensión. Pedimos una pizza para cada uno... La mía picaba bastante, porque llevaba chile. 

  Tras la cena subimos a la pensión. Iosu se quedó descansando y chateando con los amigos y yo salí a ver que ofrecía la noche en aquel lugar, fotograficamente hablando.

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La tarjeta del italiano.
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Alguna imágenes de Trencín en plena noche.

  Tras una vuelta por el casco antiguo y después de ver el castillo iluminado, puse rumbo a la pensión para reunirme con mi hijo y descansar un poco... Había sido un día intenso... Muchos datos para recordar y añadir al "Diario de Viaje".

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Trenčín es una ciudad situada al noroeste de Eslovaquia. Tiene una población estimada, a inicios de 2022, de 54.458 habitantes. ​Está ubicada en el valle del río Váh y es la capital de la región homónima.

Perteneció a Hungría desde 1011 hasta 1918. En la Edad Media fue residencia del noble húngaro Mateo Csák y posteriormente de la legendaria condesa Erzsébet Báthory.

En la ciudad está ubicado el castillo de Trenčín, el tercer castillo más grande de Eslovaquia.

Escudo de Trencín.
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Trencín - Kremnica

Nos levantamos a las 07:30 y tras asearnos fuimos a desayunar. A pesar de ser un humilde hotel nos sorprendió con un espectacular desayuno, con un buffet completo y todo muy fresco, en un espacio amplio y luminoso. Teníamos que hacer

el check-out, como muy tarde, a la 10:00, pero para las 09:00 horas salíamos del hotel/pensión, camino del castillo de Trencin, que abría a esa misma hora. Fuimos a recoger el coche y nos acercamos hasta la entrada de la fortaleza. Aparcamos en una gran explanada e iniciamos el ascenso por unas empinadas rampas.

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Las rampas de acceso al castillo nos trasladaban imaginariamente a la Edad Media.
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El Castillo de Trencín desde el valle.

  Íbamos ganando altura según entrábamos en una zona amurallada y con torretas de vigilancia a los laterales. Fue un paseo muy ameno y tras pasar el arco de entrada, llegamos a la zona de taquillas.

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Desde las murallas del castillo se divisaba todo el pueblo.
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Amverso y reverso de los tickets de entrada al castillo.

  Nos cobraron 11 € por los dos, ya que Iosu pagó precio de estudiante. Tras pagar, empezamos a recorrer la zona baja, donde había una colección de aves cetreras y unas pequeñas cuadras con ovejas, cabras, conejos y gallinas, simulando la vida en el castillo, allá por la Edad Media. Unos chavales ataviados con ropajes de la época cuidaban de ellos, tal y como harían por aquél entonces. Una joven "doncella", con un bonito vestido rojo, cuidaba de un corcel en una de las laderas que accedían a la parte alta del castillo. El camino de entrada a la fortaleza nos iba llevando por todo ese mundo medieval... Pasamos junto a las mazmorras y unas torres de vigilancia y seguimos subiendo.

El castillo desde la zona baja, dentro de las murallas.
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Distintas aves cetreras en la zona baja del castillo.
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La zona de animales de granja y la joven del vestido rojo con su corcel.

  Tras otra rampa, pasamos bajo el arco que daba paso a la zona residencial de la fortaleza, por estrechas callejuelas entre altos muros. El castillo está muy bien conservado. Dentro, sala tras sala, fuimos viendo exposiciones de armas, ropas e instrumentos y aperos de la época. Recorrimos prácticamente todo el complejo.

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Una vista general del castillo y sus accesos, el foso, una catapulta, un patio y sus torres.
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El Pozo de Amor en el patio del castillo.
Algunos de los trajes de época.

  Mi hijo no estaba por la labor, pero yo subí a la torre más alta del castillo, que está situada en el centro, llamada Matúš Tower. 

  Desde arriba, dominando los cuatro puntos cardinales, la vista se perdía en los montes Tatras, lugar hasta donde antiguamente llegaba el Reino de Hungría.

  La ciudad se mostraba sumisa a sus pies, protegida e indefensa al mismo tiempo... Una sensación que, sin lugar a dudas, vivian los habitantes de Trencín en la Edad Media. El día estaba algo nublado, pero, aun así, la vista era espectacular. Hice unas cuantas fotos y bajé a reunirme con mi hijo.

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Distintas vistas desde la Matús Tower.

  El Castillo de Trenčín, construido sobre un asentamiento que data de la Edad del Bronce en la cima de un acantilado de piedra caliza, domina la ciudad que le da nombre. Aquí vivieron durante cientos de años, celtas, tribus germánicas, romanos y eslavos. El edificio más antiguo del actual complejo data del periodo prerrománico de la Gran Moravia (siglo IX).

  Después de que el territorio de la actual Eslovaquia se incorporase al Imperio Húngaro en el siglo XI, Trenčín se convirtió en un castillo real. Jugó un papel importante contra los ataques turcos resistiendo el ataque otomano de 1241.

  En la época feudal, entre los que comenzaron de nuevo con el desarrollo arquitectónico de la fortaleza fue Matúš Čák de Trenčín, conocido como el “Señor del río Váh y de los Montes Tatras”. Lo había fortificado adecuadamente, sobre todo en su parte inferior, y el castillo se convirtió en su sede principal. Posteriormente, durante el reinado de Ludovít el Grande, en el siglo XII, se erigió un nuevo palacio y el castillo se convirtió en el escenario de varias negociaciones internacionales.

  En el siglo XV, el destino del castillo estuvo relacionado con el nombre de la reina Bárbara, la segunda esposa de Segismundo de Luxemburgo. Tras estar arrendado por distintos señores feudales, el castillo pasó a manos de la familia Zápolský, la cual inició una exhaustiva reconstrucción. La fortaleza se fortaleció, aún más, con la construcción de poderosos muros, profundos fosos y con la Torre del Molino (Mlynská veža), conectada por un puente a la antigua Torre Jeremías. En el castillo inferior se había construido un cuartel de dos pisos.

  En el siglo XVI el castillo sufrió daños considerables tras varios asedios. La reconstrucción de los daños llego con nuevas fortificaciones y un bastión aseguró la entrada al castillo superior. En esta época, el castillo pasó de mano en mano como arrendamiento real. En esa época, se realizaron varias reconstrucciones que cambiaron considerablemente el patrón arquitectónico del castillo. Los áticos bajos con friso porticado, elemento típico del Renacimiento, sustituyeron a los techos altos. A finales del siglo XVI el castillo pasó a manos de Štefan Illéšházy. En 1666, la familia Illéšházy arrendó el castillo a George Rákoci, y el arrendamiento de esta familia duró hasta 1710. En ese momento, la seguridad del castillo mejoró con la construcción de un bastión de armas. En la circunferencia del patio inferior se levantaron nuevos edificios y cuarteles, de los cuales solo se conservó, hasta nuestros días, la parte subterránea. El sistema de defensa del lado de Brezina, después del avance de la técnica de la artillería, resultó insuficiente, por lo que en 1673 se inició la construcción de una fortificación en forma de estrella con muros en primer plano. La presencia de numerosas tropas alemanas en el castillo provocó el traslado de la familia Illéšházy desde Trencín a su castillo en Nemšová y, más tarde, a Dubnica. Solo los cuidadores permanecieron en el castillo y se usó entonces como cárcel del condado.

  En la segunda mitad del siglo XVIII, el castillo había perdido toda su importancia. En 1783, por orden de la emperatriz María Teresa, las tropas imperiales también abandonaron el castillo, y luego, el 11 de junio de 1790, el desastre se produjo en forma de un incendio que arrasó la ciudad y el castillo. Štefan Illéšházy II vendió el castillo al barón Sina. Pero, ni él ni sus descendientes estaban dispuestos a invertir en reformas y, finalmente, lo donaron a la ciudad de Trenčín.

  Los esfuerzos para rescatar el ruinoso castillo ya se realizaron en la primera mitad del siglo XIX. Sin embargo, todos estos intentos de reconstrucción fueron insuficientes e incompetentes. Solo después de la proclamación del castillo como Monumento Cultural Nacional en 1953, llegó el cambio. Luego de un estudio arqueológico y una adecuada documentación del proyecto, se inició paulatinamente una verdadera reconstrucción, que se prolonga hasta la actualidad.

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Castillo de Trencín

Horario

  Marzo a Octubre           : 09:00 a 18:30 h
  Noviembre a Febrero   : 09:00 a 16:30 h

Contacto

Teléfono :  +421 32/743 56 57

Precio

 Tour Básico (sin guía)

Adultos                         : 8,00 €

Seniors                          : 7,00 €

Niños (3 a 6 años)    :  2,50 €
 

 Gran Tour (con guía)

Adultos                         : 11,00 €

Seniors                          : 7,50 €

Niños (3 a 6 años)    :  3,50 €

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Cuenta la leyenda...

... Que cuando en el castillo de Trenčín vivía la dinastía de los Zápoľský, llegaron las noticias de que los turcos querían atacar el castillo. Se desató una gran lucha entre los otomanos y los soldados de Zápoľský, con la victoria de estos últimos. Hicieron prisioneros y, entre ellos, a una mujer hermosa. La llevaron ante la presencia de Zápoľský, pero, la esposa del este se apiadó de la mujer y persuadió a su esposo para que no matara a la prisionera.

.- ¿Cual es tu nombre mujer ?

.- Me llamo Fátima.

.- Bien, Fátima, te perdono la vida pero permanecerás cautiva en el castillo.

  Sin embargo, Fátima tenía un novio que se llamaba Omar y cuando este se enteró que su amada estaba presa, se apuró y llegó al castillo de Trenčín para negociar un rescate. Le ofreció a Zápoľský regalos preciosos, hasta su propia vida, pero no consiguió ablandar su corazón. Al final, el señor asintió y le dijo a Omar que liberaría a su amada bajo una condición: el turco tenía que perforar un pozo en la roca en la que se asentaba el castillo porque la carencia del agua era su único defecto.

  Así, Omar y 300 compañeros más se pusieron a trabajar. Día y noche, verano e invierno y, durante tres largos años, no dejaron de golpear la dura roca para sacar de ella el agua tan preciada. Al final, Omar lo consiguió, aunque fue a costa de la muerte de casi todos sus hombres. Le trajo el agua a Zápoľský y le dijo: “Aquí tienes el agua, pero tu corazón siempre será más duro que esta roca”.

Zápoľský cumplió su promesa, liberó a Fátima y Omar se la llevó a los terrenos del imperio otomano.

  El pozo todavía se encuentra en el patio del Castillo de Trenčín y nadie lo llama de otra manera que “El Pozo de Amor”. En realidad, el pozo no tiene agua y sólo se llena con el agua de la lluvia.

  Desde allí pusimos rumbo al Castillo de Bojnice, a medio camino entre Trencín y Kremnica. Teníamos por delante 62 Kms, unos 50 minutos de coche. Pero, antes de dejar la localidad de Trencín, cruzamos a la otra orilla del río Váh para hacer una fotografía que tenía en mente desde que llegamos. Simplemente fue un capricho, pero no quería quedarme con las ganas...

  Empezó a llover y Iosu no quiso bajar del coche cuando llegamos al destino... El crío tenía mal día y estaba un poco agobiado. Yo bajé a hacer unas fotos. Me hubiese gustado entrar, cuentan muchas leyendas de fantasmas, pero me quedé con las ganas... El castillo es la atracción más importante de esta localidad. Por lo demás no hay grandes cosas reseñables. 

El Castillo de Trencín desde la margen derecha del río Váh.
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El castillo de Bojnice es una fortaleza medieval ubicada sobre una colina en la población de Bojnice, en la región de Nitra, cuando todavía pertenecía al Reino de Hungría. Se mencionó por primera vez en registros escritos en el siglo XII, concretamente en el año 1113, en un documento que se encuentra en la abadía de Zobor. Originalmente construido como un fuerte de madera, fue reemplazado progresivamente por piedra, y las paredes exteriores se moldearon de acuerdo con el terreno rocoso irregular. Su primer propietario fue el noble húngaro Mateo III Csák, quien lo recibió en 1302 de manos del rey Ladislao V de Hungría. Tiempo después, ya en el siglo XV, fue propiedad del rey Matías Corvino de Hungría. Al rey le gustaba visitar Bojnice, y fue aquí donde trabajó en sus decretos reales. Solía ​​dictarlos bajo un tilo, que ahora se conoce como el "Tilo del Rey Matías", un árbol con un tronco de 12,5 metros de diámetro.

              Después de su muerte, el castillo pasó a ser propiedad de la familia Zápolya, una familia noble húngara. Los Thurzós, la familia más rica del norte del Reino de Hungría, adquirieron el castillo en 1528 y emprendieron su importante reconstrucción. La antigua fortaleza se convirtió en un castillo renacentista. A partir de 1646, los propietarios del castillo fueron los Pálffy, quienes continuaron reconstruyéndolo.

              Finalmente, ya en el siglo XIX, el último propietario famoso del castillo de la familia Pálffy, el conde húngaro János Ferenc Pálffy (1829 - 1908), arquitecto y diseñador gráfico, realizó una compleja reconstrucción romántica y creó la imitación actual de los castillos franceses del valle del Loira. Fue uno de los mayores coleccionistas de antigüedades, tapices, pinturas y esculturas de su época.

              Después de su muerte y tras largas disputas, sus herederos vendieron muchas obras de arte del castillo y luego, el 25 de febrero de 1939, vendieron el castillo, el balneario y las tierras circundantes al empresario checo Jan Antonín Baťa.

              Después de 1945, cuando el gobierno checoslovaco confiscó la propiedad de Baťa, el castillo se convirtió en la sede de varias instituciones estatales. El 9 de mayo de 1950 sufrió un incendio, pero, fue reconstruido por el gobierno. Después de esta reconstrucción, se abrió un museo especializado en la documentación y presentación de la era de los neo-estilos arquitectónicos. El Museo Bojnice es, en la actualidad, parte del Museo Nacional Eslovaco.

              En 1970 fue declarado Monumento Cultural Nacional y constituye uno de los castillos más visitados de toda Eslovaquia. Ha sido escenario de múltiples rodajes cinematográficos. ​

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Castillo de Bojnice

Horario

Octubre a Marzo           : 10:00 a 15:00 h
Abril                                    : 10:00 a 16:00 h
Mayo a Septiembre      : 09:00 a 17:00 h 

Precio

Adultos                             : 13,00 €
Seniors y estudiantes  : 8,50 €

Niños (6 a 15 años)      :  6,00 €

Niños (3 a 6 años)        :  3,00 €  / menores de 3 años gratis

Contacto

Teléfono       :  +421-46-5430 624

Rreservas  :  rezervacie@bojnicecastle.sk

https://bojnicecastle.sk/en/entrance-fee/

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Cuenta la leyenda...

… Que en la época en la que el castillo era propiedad del rey Matías Corvino de Hungría (siglo XV), su avaro castellán (administrador), Peter Póky, robaba a su propio señor, recaudaba impuestos muy altos de los súbditos y guardaba el dinero (ducados), en cajas fuertes que él mismo custodiaba. Desde hace mucho tiempo, en Bojnice, brotaba una fuente curativa de agua termal que todos usaban, pero, Peter Póky decidió hacer un cercado alrededor de ella y obligó a la gente a pagar mucho dinero para poder bañarse en ella.

Un día un viejo gravemente enfermo llegó a la ciudad de Bojnice para bañarse en el agua curativa. Ya que no tenía dinero, Póky no le permitió usar el agua y dejó que los perros lo atacaran. Antes de morir, el viejo lo maldijo diciendo:

.- Tus ducados malditos se convertirán en piedras y tú morirás ejecutado ante los ojos de todos aquellos a los que humillabas.

Tras esto, la fuente de agua curativa se secó y Póky corrió a la torre más alta donde guardaba su dinero. Cuando miró en las cajas, vio que todos los ducados se habían convertido en piedras planas. Horrorizado, el castellán los arrojó al vacío por la ventana de la torre. Finalmente, Póky fue condenado a muerte y ejecutado en 1496. Después de su muerte la fuente de agua termal empezó a manar de nuevo.

  El avaro castellán Peter Póky verdaderamente existió a las órdenes del rey de Hungría Matías Corvino. La fuente también existe, pero, las piedras planas, que aún se pueden ver junto a los muros del castillo, son en realidad fósiles de moluscos de todo tipo.

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Lateral y entrada principal del castillo.
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Reflejos en el lago.
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El tilo del Rey Matías.
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Escudo de Bojnice.

Bojnice es un municipio del distrito de Prievidza en la región de Trenčín, con una población estimada a principios del año 2021 de 4.978 habitantes. Se encuentra ubicado al este de la región, cerca del río Nitra y de la frontera con las regiones de Banská Bystrica y a 64 Kms al sur de Žilina. ​ La primera mención escrita de Bojnice data de 1113, cuando se menciona un castillo de madera. Hasta 1872, Bojnice fue el centro económico, administrativo y militar de la región, pero, este papel fue asumido por su vecino Prievidza a principios del siglo XX. La ciudad es famosa por su espectacular castillo, una de las joyas de Eslovaquia. No obstante, Bojnice no es solo su castillo, también vale la pena hacer una visita a la pequeña ciudad termal emplazada bajo la fortaleza.   Cuenta con muchos spas y uno de los zoológicos más famosos de toda Eslovaquia.

  Tras esta rápida visita, pusimos rumbo a Banská Svtiavnica. Grandes extensiones de cereales nos acompañaron en este trayecto. Maíz, cebada, trigo... Los campos amarillentos se sucedían uno tras otro, con una continuidad tal, que parecía un gran campo interminable. Tan solo la aparición de algún sembrado de hermosos girasoles rompía esa grandiosa alfombra amarilla.

  Llegamos a Banská Svtiavnica sobre las 15:00 horas, justo cuando el estómago empezaba a protestar pidiendo “combustible”...

De entrada, el pueblo nos llamó la atención. Una larga cuesta ascendente, jalonada a ambos lados por cúpulas de mil formas y colores y preciosas fachadas floreadas. Lo primero paramos a comer en un restaurante tailandés que encontramos nada más aparcar en una gran plaza libre de parquímetros. Era el restaurante Anh Dung Ho. Pagamos 23 € por una sopa, un plato de arroz, carne y verduras, unos fideos chinos con mini rollitos de primavera y una cerveza. Estaba todo muy rico.

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Los platos del restaurante vietnamita de la ciudad minera de  Banská Svtiavnica.

  Luego fuimos a dar un paseo para conocer un poco la ciudad. Banská Svtiavnica tiene un extenso y rico pasado minero. Todavía hoy se puede percibir la esencia de esos tiempos flotando en su ambiente. Un lugar que me sorprendió, muy fotogénico, muy colorido y todo muy bien armonizado y conservado. Subimos toda la calle arriba apreciando su rica arquitectura...

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Escudo de
Banská Stiavnica

Banská Štiavnica está situada en el centro de una inmensa caldera creada por el colapso de un antiguo volcán. Debido a su tamaño, la caldera es conocida como Montañas de Štiavnica. Tiene una población estimada, en febrero de 2023, de 9.414 habitantes.

El destino de esta ciudad ha estado estrechamente ligado a la explotación de sus abundantes recursos de plata. De acuerdo con la evidencia que surge de las excavaciones realizadas, el lugar estuvo habitado ya durante el periodo neolítico.

El primer establecimiento minero fue fundado por los celtas en el siglo III a. C. Fue ocupado probablemente por la tribu céltica de los Cotini. El lugar también estuvo habitado por los primeros eslavos y un asentamiento fortificado eslovaco estuvo situado aquí durante el siglo X y el siglo XI.

En la Alta y Baja Edad Media la ciudad era el principal productor de oro y plata del Reino de Hungría al que pertenecía. En 1156, el lugar era denominado "terra banensium" (la tierra de los mineros). A la población eslovaca inicial se le fueron uniendo colonos alemanes durante el siglo XIII. Banská Štiavnica ganó el estatus de ciudad real en 1238, como una de las primeras ciudades del Reino de Hungría. La amenaza de la invasión turca forzó a la ciudad a construir poderosas fortificaciones, incluyendo dos castillos, en el siglo XVI. En 1735 se creó la primera escuela técnica para la industria minera del Reino de Hungría. A principios de 1763, el Hofkammer en Viena, con el apoyo de la reina María Teresa, transformó la escuela en la Academia de Minería, creando la primera universidad técnica en el mundo.​ En 1782 Banská Štiavnica era la tercera ciudad más grande del Reino de Hungría, pero su desarrollo estaba demasiado ligado a la industria minera, que fue progresivamente declinando desde la segunda mitad del siglo XIX. En la actualidad es un importante centro turístico, beneficiado por su rico patrimonio histórico. Su casco medieval, completamente preservado y con enorme valor histórico, hizo que fuese declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 11 de diciembre de 1993.

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La calle Kammerhofská.
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Vistas del casco histórico.
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La Iglesia de Santa Katalina y tras ella el Ayuntamiento.
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Distintas vistas de la ciudad de Banská Svtiavnica, con una arquitectura exquisita.

  La tarde acompañaba, aunque el cielo estaba algo encapotado, la temperatura era ideal para pasear. Empezamos a subir por Kammerhofská, una calle adoquinada como todo el casco histórico de la ciudad. Nos encontramos con que la calle Námestie Svätej Trojice, la que lleva a la Columna de la Santísima Trinidad, estaba cortada por obras. Esta obra de arte data del año 1764. Allí, en el cruce, está Kostol Svätej Kataríny, la iglesia de Santa Caterina, un edificio gótico de finales del siglo XV. Tras ella, el edificio que alberga el Ayuntamiento de la ciudad que, además, alberga una iglesia luterana del siglo XVIII. 

  Seguimos subiendo la cuesta y, tras la primera fila de casas encontramos el Starý Zámok o Castillo viejo. Su origen lo encontramos en una antigua iglesia del siglo XIII, pero ante el avance de las tropas otomanas en el siglo XVI, la ciudad decidió fortificarlo, convirtiéndolo en un castillo. Echamos un vistazo desde el patio de armas, porque para entrar había que sacar entrada y teníamos muy poco tiempo. En la actualidad ha sido rehabilitado como museo.

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El Castillo Viejo.
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El Castillo Nuevo.
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Cúpulas y fachadas de formas y colores diferentes componían una hermosa postal.
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El castillo y una de las iglesias de la ciudad.
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Al fondo el Monte Calvario, desde lo alto de la ciudad.
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La iglesia del  Monte Calvario.

  Luego, continuamos subiendo la cuesta... Encontramos un edificio blanco en forma de torre que estaba rematada con un bonito tejado de madera. Miré en Internet y era el llamado Klopacka. Desde esta atalaya, a base de golpes en la madera, se llamaba antiguamente a los mineros para ir al trabajo... Curiosidades. 

  Un poco más arriba, en una curva de la carretera, nos encontramos con la Iglesia de Nuestra Señora de las Nieves, la cual tiene adosado un cementerio. Desde allí vimos el Castillo Nuevo, que en realidad se levantó en 1571, con la intención de defenderse de los turcos. Al fondo, al otro lado del valle, se alzaba la montaña con el Calvario. Esta maravilla se creó en el siglo XVIII con fondos aportados por la burguesía minera alemana de la época. 

  Tras pasar por un momento de peligro por el abandono sufrido, desde 2007 se iniciaron unos trabajos de rehabilitación y en la actualidad, luce como lo hizo antaño. Consta de 17 estaciones en lugar de las 14 habituales que tiene un via-crucis. No subimos a ver las capillas barrocas ni la iglesia, porque se necesita algo más de una hora y andábamos muy pillados de tiempo.

  Tras un buen rato en la ciudad y unas cuantas fotografías, pusimos rumbo a nuestro destino final del día, la localidad de Kremnica, de la que nos separaban 45 Kms. Al salir paramos en un supermercado y compramos comida para hacer la cena esa noche en el apartamento al que íbamos.

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Escudo de Kremnica.

Kremnica es una ciudad está situada en las montañas, en la parte norte de Tekov y en el distrito de Žiar nad Hronom. Siempre ha sido una ciudad muy codiciada. Gozó de la atención de los soberanos, pero también fue objeto de deseo de personas poderosas que intentaron conquistarla. La causa de su interés fueron las ricas minas de oro. El verdadero auge de la minería se produjo a principios del siglo XIV. El 17 de noviembre de 1328, el rey de Hungría, Carlos Roberto de Anjou, dio a la aldea de Cremnychbana el privilegio de ser una ciudad real minera libre y sin obligación de impuestos. Al mismo tiempo, estableció la Casa de la Moneda que ha producido una gran cantidad de monedas de oro y plata a lo largo de su existencia.

Los ducados de oro de Kremnica y los florines, fueron unas de las monedas más valiosas y más buscadas en Europa. La casa de moneda de Kremnica, la más antigua del mundo, ha estado operando continuamente desde su fundación. Se producen aquí también las euro-monedas eslovacas. La minería y la acuñación han traído riqueza y gloria a la ciudad. En los años 1765 – 1772 fue construida en la ciudad la columna de la peste, una de las últimas estructuras de este tipo en los antiguos países dominados por los Habsburgo. El castillo de la ciudad está declarado monumento cultural nacional.

  Llegamos sobre las 19:00 horas. La dirección nos metía de lleno en la plaza Štefánikovo Námestie, en pleno corazón de la ciudad. Pero, por allí, no había ningún letrero que anunciase el alojamiento que buscábamos, llamado Apartmán Pond Fontánou. Google Maps me decía que habíamos llegado, pero yo allí no veía nada. Finalmente, pregunté en un kebab que había allí mismo y al enseñarle la dirección al propietario él mismo llamó para anunciar nuestra llegada. Enseguida vino una chica joven…

.- Hola, buenas tardes – nos dijo

.- Hablas español... ¡¡ Qué sorpresa !! - le dije yo

.- Sí, hablo un poco…

  Un poco no, hablaba perfectamente español... Se presentó como Adriana y nos acompañó hasta el apartamento. ¡! Estaba de lujo ¡! Nos comentó que, al estar en el casco histórico, el Ayuntamiento no le deja poner ningún letrero anunciando el establecimiento. Bueno, como fuera, estábamos allí, con todas las comodidades; lavadora, secadora, cocina completamente equipada, TV, Wifi, tendedero, una cómoda cama, un baño completísimo y mucho, mucho espacio. La verdad fue un acierto escoger este sitio.

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La tarjeta y los datos del apartamento de Kremnica.

  Antes de que se fuese la poca luz que quedaba de ese día, salí a hacer unas fotos por los alrededores del apartamento, no en vano, como os he comentado, estaba en el mismo casco histórico. Había quedado una noche maravillosa.

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Las murallas de Krenmica, la llamada  puerta inferior, el centro histórico con la Columna de la Peste y la iglesia-castillo al fondo y una torre de vigilancia de la muralla.
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La Columna de la Peste , la Plaza Stefánikovo Námestie con su fuente y parte de las murallas.

  La tarde languidecía y el cielo se fue tornando rojizo antes de que la luz se fuese del todo, así que, en ese momento, decidí volver al apartamento. Mi hijo me esperaba chateando con sus amigos.

  Tras una ducha y ordenar algo las maletas, preparamos la cena. Huevos, un poco de pasta para Iosu, carne... Cenamos de maravilla y muy tranquilos. Descargué las fotos y cargué los móviles. Luego era hora de un merecido descanso...

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Kremnica - Ruzomberok

Nos levantamos muy relajados a las 08:30 horas. Desayunamos tranquilamente y calentito en la cocina del apartamento. Luego, tras recoger todo, fui a buscar el coche para acercarlo hasta la puerta del apartamento para cargar las cosas.

Llamé al padre de Adriana, según me había dejado encargado ella la víspera, para darle las llaves. Vino enseguida y, tras agradecerle su hospitalidad, arrancamos hacia Banská Bystrica a las 10:00 de la mañana. Llenamos el depósito de gasolina que, por cierto, la Súper 95 estaba a 1,71 €/l.

  La intención era parar un rato a ver la ciudad. No me gustó tanto como Banská Svtiavnica, pero, de todas formas, dimos una pequeña vuelta viendo su centro histórico.

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Las calles de Banská Bystrica, con la Plaza del Levantamiento como centro neurálgico de la ciudad.
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Escudo de
Banská Bystrica.

Banská Bystrica es una ciudad situada a orillas del río Hron. Según su número de habitantes, alrededor de 80.000, es la tercera en Eslovaquia. La ciudad es capital de la Región del mismo nombre. Históricamente ha sido un importante centro minero desde la Edad Media y alberga numerosos monumentos de gran riqueza histórica y artística. La primera mención de la ciudad data de 1255, cuando el rey Bela IV de Hungría, aceptó la ciudad y le otorgó el poder de establecer leyes propias y la industria minera. En sus inmediaciones se habían descubierto importantes yacimientos minerales, sobre todo, cobre, hierro y plata y eso atrajo a gran cantidad de colonos sajones, conocidos más tarde como “los alemanes de los Cárpatos”. Los comerciantes se agruparon en más de 50 gremios y la burguesía adinerada construyó elegantes mansiones.

La producción de cobre creció, hasta el siglo XVI siendo una de las más avanzadas en la minería europea. Sin embargo, hacía el siglo XVIII se agotaron los yacimientos de ese mineral y se sustituyó por la extracción de hierro y el comercio de madera, pero, eso no pudo evitar el comienzo de una lenta decadencia. Después, cuando los ejércitos del Imperio otomano empezaron a pasar por Hungría (el año 1519), se ordenó fortalecer la ciudad. La ciudad, como un centro protestante, fue un foco del conflicto entre húngaros, turcos y la iglesia católica. La ciudad siguió siendo importante como la tercera mayor en Eslovaquia según el número de gremios.

  Durante la Segunda Guerra Mundial, fue ocupada de facto por las tropas alemanas. Luego, tuvo un papel importante en la oposición al nazismo, al empezar allí el Levantamiento Nacional Eslovaco (Slovenské Národné Povstanie) de 1944. Los eslovacos recuperaron enormes extensiones del país, pero finalmente fueron aplastados por la poderosa maquinaria bélica germana dos meses después. Desde 1950 ha sido una importante ciudad universitaria.

  Aparcamos cerca del centro en una zona libre de pago. Subimos por la calle central hasta la plaza. La pendiente era ostensible. Allí nos encontramos con la Columna Mariana, coronada, obviamente, por una estatua de la Virgen María. Data de 1719 como agradecimiento por el fin de una epidemia de peste que asoló la zona. Frente a ella, la Torre del Reloj, construida entre los siglos XVI-XVII. Su función fue la de torre de vigilancia y prisión. Si se suben los 101 escalones se puede disfrutar de unas preciosas vistas, pero, nosotros no lo hicimos. 

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La columna mariana.
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La Barbacana formaba parte del antiguo castillo de la ciudad.
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Iglesia de la Asunción de María.
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La parte trasera de la Barbacana con algunas secciones de la antigua muralla.

  A pocos metros de la plaza encontramos las construcciones medievales más importantes de la ciudad. Del antiguo complejo del castillo se conserva, únicamente, la puerta de acceso y la robusta torre de la Barbacana, pero, en su día hubo una gran fortaleza que protegía la ciudad minera del ataque de los turcos. Allí se alza la Catedral de San Francisco Javier-Katedrála sv Frantiska Xaverského, un templo construido a principios del siglo XVIII en estilo barroco. A su lado, la Iglesia de la Asunción de la Virgen María-Kostol Nanebozzatia Panny Márie, construida en el siglo XIII y reformada posteriormente en estilo gótico. En uno de los laterales de la plaza encontramos una estatua del Rey Bela IV, uno de los más famosos del antiguo Reino de Hungría.

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               REX BELA IV / 1206-1270

Bela IV by the grace of God King of Hungary, Dalmatia, Croatia, Rama, Serbia, Galicia, Lodomeria and Cumania in the year of our Lord one thousand two hundred and fifty five granted privileges to his guest settlers in the new town of Bystrica.

               REY BELA IV / 1206-1270

Bela IV por la gracia de Dios Rey de Hungría, Dalmacia, Croacia, Rama, Serbia, Galicia, Lodomeria y Cumania en el año de Nuestro Señor mil doscientos cincuenta y cinco concedió privilegios a sus colonos invitados en la nueva ciudad de Bystrica.

Esto es lo que dice la placa bajo la estatua del rey.

Estatua del Rey Bela IV en Banská Bystrica.
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  En la ciudad, además, podemos encontrar construcciones como la Casa Matías (Museo Municipal), la Casa Thurzo, la casa Benický, la Iglesia de Santa Isabel, el Baluarte de los Mineros y el Museo del Levantamiento Nacional Eslovaco.

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Grabado en la fachada del Museo del Levantamiento Nacional y un grafiti reivindicativo en la parte trasera del mismo.

  Tras esta visita nos dirigimos a la localidad de Vlkolínec. Llegamos a las 13:00 tras subir por una estrecha y sinuosa carretera por la que sólo entraba un coche de ancho. Menos mal que sólo eran 3,5 Kms y que, en algunos tramos, habían preparado unos aliviaderos para poder arrimarse a los costados... Aparcamos en una zona habilitada para ello antes de llegar al poblado. Era un prado con césped a unos 250 m de la entrada. Cogimos las mochilas y subimos a pie. Nos cobraron 11 € por entrar los dos, con acceso a la granja y al museo. El ticket hace la función de entrada. Nos dieron un mapa de las instalaciones y, como habíamos aparcada abajo, no nos cobraron el parking. Después, iniciamos el recorrido...

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Algunas de las casas de Vlkolínec.
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La iglesia, otra casa, la chabola visitable y una talla en madera.
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Escudo de Vlkolínec.

Vlkolínec es un pintoresco poblado de la ciudad de Ružomberok. Históricamente siempre fue una localidad separada. Parece que en el lugar donde se ubica este poblado hubo un asentamiento previo entre los siglos X y XII, pero el primer documento en el que aparece el nombre actual es de 1376. Durante mucho tiempo, Vlkolínec fue un feudo del Castillo de Livaka. La principal función del feudo en la Edad Media y Moderna parece proceder de su nombre: vlk significa lobo, de modo que Vlkolínec estaba al mando de controlar las trampas de lobos en las montañas. Este animal, aunque hoy en cantidades muy inferiores, sigue presente en los Cárpatos. Basando la economía en la ganadería, el lobo, resultaba un problema para los señores feudales.

Pero, además, los habitantes de Vlkolínec subsistían gracias a la agricultura a pequeña escala, reflejada en las parcelas alargadas típicas de la Centroeuropa feudal y a la propia ganadería. El poblado actual fue establecido en el siglo XIV en la región de Žilina. Después de 1882 pasó a formar parte de Ružomberok. Está ubicado a una altitud de 718 m.s.n.m. y es una de las diez villas eslovacas que tienen el estatus de pueblo a conservar. Se debe a que es un modelo complejo e intacto de arquitectura popular de campo de esta región del norte de los Cárpatos. El pueblo comprende casas del tipo cabina de troncos. También se ha conservado un campanario de madera del siglo XVIII. En 1977 se decidió proteger legalmente la arquitectura folclórica de Vlkolínec, entrando muchos edificios en la lista de monumentos nacionales. En la actualidad y desde 1993, está  incluida en la lista de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

  Vlkolínec se encuadra entre los suaves montes de Veľká Fatra. Este pequeño pueblo está formado por una calle principal en ligera pendiente de la que parten algunas secundarias. De cara a las calles están las fachadas de las 47 granjas. Estas, están formadas por una vivienda principal de diseño alargado. Lo que marca el pueblo es la tradición constructiva de sus materiales: cimientos de piedra y estructura de madera. Las paredes exteriores se recubren en cal para su protección y se pintan en colores suaves. Los tejados a dos aguas estaban compuestos antes de tejas de madera, pero se han renovado con materiales más duraderos. Detrás de cada vivienda, generalmente de tres estancias, están los edificios auxiliares como graneros y establos. Hay otros tres edificios en Vlkolínec: tienda, escuela e iglesia. Esta es del siglo XIX, como el resto, pero su campanario es original de 1770, lo que le convierte en la construcción más antigua.

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La granja no tenía mucha cosa para ver, pero, mi hijo, disfrutó con los anima

  Fuimos recorriendo las calles y viendo las coloridas casas de madera. La verdad es que es una arquitectura muy pintoresca. El poblado está en constante renovación, manteniendo las casas ya construidas y levantando alguna nueva. Tiene su iglesia, su pequeño museo e incluso una de las cabañas está accesible para ver su distribución interior. Sinceramente, es curioso de ver... Pero no hay más y desde allí pusimos rumbo a Ružomberok, nuestro destino final en esta jornada. 

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Vlkolínec

Horario

Lunes                              : cerrado
Martes a Viernes      : 10:00 a 15:00 horas
Sábado y Domingo   : de 10:00 a 16:00 horas

Precio

Adultos                  : 2 €
Tarifa reducida  : 1 €

Parking                  : 1 € por hora

Guía turístico        : 5€ por hora

OjO ¡! La entrada se va completando con distintos cargos si quieres ver la granja (que no vale la pena),

el pequeño museo u otros cargos como el guía, etc.

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Contacto

Informacné Centrum Vlkolínec  901.603.403

Teléfono   : +421 (0) 918.596.432

E-mail      : info@vlkolinec.sk

Web           : www.vlkolinec.sk

  Apenas nos separaban 10 Kms desde el poblado, así que a eso de las 15:00 horas estábamos en el apartamento. Nos costó encontrarlo porque, la ciudad, se distribuye en varios barrios separados incluso por un río.

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La tarjeta de visita y los datos de la reserva en Ruzomberok.
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Escudo de Ruzomberok.

Ružomberok es un pueblo situado en la región histórica de Liptov. Está localizado junto al río VáhLa primera mención escrita del asentamiento fue en 1233. Se transformó en ciudad en 1318. En 1340, el rey Carlos Roberto admitió los derechos como ciudad y los amplió. Sin embargo, su crecimiento fue interrumpido y fue situado bajo las reglas de la comarca de LikavkaEn el siglo XIX fue uno de los centros del movimiento nacional eslovaco. Fue lentamente convirtiéndose en uno de los actuales centros industriales y económicos del país, especialmente después de que la red de ferrocarril Košice-Bohumín estuviese finalizada en 1871, cuando muchas de las nuevas industrias emergieron, como la de producción de papel y resina, pero también la de fabricación de ladrillos (1871) o la industria textil.

  El apartamento era muy bonito y teníamos sitio para aparcar frente a la puerta. El propietario nos estaba esperando. Un tipo amable, pero, un poco raro. Aunque sólo había dos huecos (el baño y la cocina-comedor-dormitorio), todo estaba muy bien. La cocina completamente equipada (fuegos eléctricos, microondas, nevera, utensilios, lavadora, TV, WiFi ), todo nuevo y muy bien decorado. Frente a la cocina había una mesa con cuatro sillas y al otro lado de la estancia, separada un par de metros, una cama de 150 frente a una gran televisión. El baño también estaba de lujo, con ducha, lavabo, secador... La ropa, tanto sábanas como toallas, estaba muy limpia. Perfecto para una escala corta como la nuestra. El único "pero" que podíamos poner era que, por correo electrónico, el propietario nos dijo que había gimnasio en el edificio y lo que encontramos fue un cuarto adosado a la casa, donde guardaba unas bicicletas y en el que tenía una bici estática y una cinta para caminar... Iosu se rayó un poco, pero, cuando nos quedamos solos, le comenté que buscaríamos un gimnasio en la ciudad, para que pudiese ir por la tarde.

  Una vez que pagamos e hicimos el check-in, nos pusimos a cocinar. Teníamos comida en el coche, así que preparamos un poco de pasta, una ensalada y un poco de pollo a la plancha que habíamos comprado de camino. Tras la comida miramos en Internet y encontramos un gimnasio a unos cinco minutos en coche desde el apartamento. ¡! Tema arreglado ¡!

  Después de descansar un rato, fuimos al gym. La entrada para esa tarde costó 5 €. El gimnasio era enorme y tenía todas las máquinas de pesas que pudieses imaginar. Mi hijo se quedó para entrenar y yo decidí subir a ver una zona llamada Cutkovska Dolina, otro poblado pintoresco junto a un enorme lago. Ascendí por la pista que me marcaba “Txi-Txi” en el Google Maps, pero allí arriba no había nada. Estaba en pleno monte, con un coche no preparado para andar por allí y, al sentirme vulnerable, decidí dar la vuelta e ir a ver el Castillo de Livaka.

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Vista de Ruzomberok desde la montaña.
El Castillos de Livaka.

El Castillo de Livaka fue construido antes de 1341 por el gobernador del condado de Zvolen. Entre los años 1431-1434 fue una importante fortaleza husita. Desde finales del siglo XIV fue utilizado por los Liptov župani, fue propiedad de varias familias importantes, especialmente los Hunyady, los Illésházy y los Thököly. Este último reconstruyó el castillo en la segunda mitad del siglo XVII y lo convirtió en una lujosa residencia privada. Entre los siglos XIV-XVII superó varios asedios. Después de la captura del castillo por el ejército imperial en diciembre de 1670, pasó a ser propiedad de la Cámara Real Húngara. En 1707, el príncipe František II Rákoczi ordenó demolerlo. La arquitectura del castillo es un valioso testimonio del gótico tardío y del Renacimiento, el complejo palaciego se encuentra entre los edificios más altos de su tipo en Eslovaquia. Actualmente, se puede visitar la torre Huniady, que alberga una exposición de la historia del castillo, y dos patios del castillo inferior.

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Castillo de Livaka

Horario

  1 de abril / 30 de mayo                 : 8:30 a 17:30 horas
  1 de junio / 31 de julio                    : 8:30 a 18:30 horas
  1 de agosto / 30 de septiembre   : de 8:30 a 17:00 horas

  1 noviembre / 31 de marzo          : cerrado

Precio

Adultos          : 4 €
Estudiantes  : 2 €

Tasa para fotografiar: 1 €

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Contacto

Administrador del Castillo de Likava: +42 (1) 917.120.694

https://liptovskemuzeum.sk/expozicia/likava/

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  Pero, el castillo ya había cerrado cuando llegué a sus estribaciones. Hice unas fotos desde una loma frente a él y volví a la ciudad para recoger a mi hijo. Esperé un cuarto de hora a que terminara sus ejercicios y luego nos reunimos. Salía feliz y orgulloso de haber podido entablar una amplia conversación con un chico del lugar, aficionado también al culturismo.

- Jo, aita !!. He hecho un amigo en el gimnasio.

- Que bien hijo. ¿Habéis hablado en inglés?

- No, en eslovaco si te parece... (risas). Y no me vengas ahora con lo importante que es el inglés.

- Tú lo estás diciendo todo, hijo...

Esa fue la conversación a la salida del gimnasio...

  Luego, pasamos por un supermercado y compramos algo de carne y los ingredientes para hacer una ensalada. Desde allí fuimos al apartamento y preparamos la cena. Nos vino bien ese ratito de complicidad, cuando me ayudó a hacer la cena y a fregar. Después, yo descargué las fotos mientras el chateaba un poco y, tras recoger todo, nos fuimos a descansar.

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Ruzomberok - Dolný Smokovec

Llovió toda la noche, en realidad fue como un festival ininterrumpido de tormentas. Nos levantamos sobre las 08:00 horas y parecía que, por entonces, quería abrirse un poco el cielo con algunos claros. Desayunamos tranquilamente en el 

apartamento, bien desayunados, con fruta, yogures, bollos y café. Luego, recogimos todo y tras dejar las llaves en la key-box correspondiente, a eso de las 10:00 horas arrancamos hacia la primera visita de la jornada, el Castillo de Orava.

  Por el camino hacia la montaña fuimos encontrando frondosos bosques de castaños, robles, arces y hayas, muy parecidos a los de Euskal Herria.

  Llegamos a la localidad de Orava a eso de las 10:45 horas. Era sábado y encontramos una larguísima fila para entrar. Me asomé a la taquilla y comprobé que la entrada sencilla, sin acceder a las torres superiores, era de 13€ por persona, más 3 € de añadido si querías hacer fotos, pero, la larga fila de espera nos cortó las ganas de subir. Decidimos dar una vuelta por los alrededores y buscar un buen ángulo para hacer alguna fotografía. Después, dimos un rodeo para localizar un punto que nos dejase fotografiar la pared vertical donde se asienta la parte más alta y más espectacular del castillo.

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El Castillo de Orava dominando el valle.
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Distintas vistas del Castillo de Orava, con sus riscos, el río y los bosques.
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Escudo de Orava.

Orava es el nombre tradicional de una región situada en el norte de Eslovaquia y también en parte en el sur de Polonia (con la grafía Orawa).

Comprende el territorio del antiguo condado de Árva. El nombre proviene del río Orava, que discurre por la región.

El territorio pertenecía en su totalidad al Reino de Hungría entre 895 y 1920. El condado se creó antes del siglo XV. Su territorio estaba situado a lo largo del río Orava, entre Zázrivá y los montes Tatra, con el castillo de Orava como sede del condado.

El Castillo de Orava se ubica entre Zilina y Poprad, en el pueblo de Oravský Podzámok, que podría traducirse como el “pueblo bajo el castillo”. Sin duda es uno de los castillos más bellos y más grandes de Eslovaquia, majestuoso e imponente que corona un acantilado rocoso a 112 metros de altura sobre el sinuoso río Orava y escondido entre los frondosos árboles. Su aspecto vertical y su ubicación le proporcionan una sensación de castillo inexpugnable. Es uno de los alcázares medievales mejor conservados, construido en el siglo XIII. Por la ubicación que guarda dentro del paisaje donde se ubica, es conocido como “El Nido del águila”.

Su larga historia comienza hacia mediados del siglo XIII con una serie de cuarteles militares construidos en madera, que se levantaron tras la invasión de los mongoles en 1241, con el objetivo de proteger lo que entonces era el Reino de Hungría. En 1370, hay documentos que indican que se convirtió en un castillo del condado. En sus orígenes predominaban los estilos románico y gótico y posteriormente se reconstruyó siguiendo formas renacentistas y neogóticas. En 1556, el castillo fue ocupado por los Thurzó, una estirpe de nobles húngaros que iniciaron la remodelación más importante, completando el aspecto actual en el año 1611. Durante los siglos posteriores los nobles que lo fueron heredando no acometieron obras de mantenimiento y su estado se deterioró hasta que el incendio de 1800, originado en el bosque, causó daños importantes. En 1868 una vez restaurado por parte de Francis Zichy, abrió sus puertas como museo, siendo uno de los pioneros en Eslovaquia. Después de la segunda guerra mundial (entre 1953 y 1968) comenzaron las obras para rehabilitarlo y hoy se han recuperado los espacios que había antes de la devastación del fuego, como las estancias palaciegas, las torres, las murallas o las mazmorras. En el interior del castillo está la sede del Museo Orava (Oravské múzeum), con diferentes exposiciones relacionadas con las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo, y que muestran las diferentes etapas de uso del castillo, además de otras enfocadas a la fauna y flora de las montañas Tatras o al folclore y etnografía de las culturas populares del norte de Eslovaquia.

  Siete siglos más tarde, aún sigue en pie como una de esas construcciones que encuentras por este impresionante planeta, que parecen sacadas de viejas e interesantes leyendas donde tuvieron protagonismo personajes aguerridos, pasionales, violentos y visionarios. Su estructura sobrevive al paso del tiempo mostrando al mundo el férreo espíritu de sus creadores.

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Castillo de Orava

Horario

 Verano        : 9:30 a 18:00 horas
Invierno    : 9:30 a 17:00 horas

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Contacto

Teléfono                     : +42 (1) 435.816.151

Correo de contacto : rezervacie@oravskemuzeum.sk

Web                             : https://www.eslovaquiaturismo.es/castillo-de-orava-oravsky-hrad

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Precio

Adultos          : 13 €
Estudiantes  :   9 €

Tasa para fotografiar: 3 €

La visita siempre es con guía, y no se permiten visitas por libre.

Hay una aplicación gratuita de móvil (Orava Castle), para la compra de entradas y que tiene información en varios idiomas.

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Cuenta la leyenda...

... Que en Orava vivió un señor llamado Marek que poseía una inmensa riqueza. Un caprichoso día le entró la irresistible gana de tener un gran castillo. Cuando pasó junto al río y vio esta roca caliza, se prometió a sí mismo que, aunque se lo tuviera que pedir al propio Lucifer, tendría aquí un castillo majestuoso. Justo al acabar de pronunciar estas palabras que invocaban a la presencia del diablo, este apareció a su lado y le ofreció construir el castillo si aceptaba su propuesta diciendo:

 

- Si te construyo un majestuoso castillo dentro de los siguientes siete días y siete noches, tomaré tu alma cuando cumplas los 77 años.

 

  Marek, casi sin pensarlo, accedió y el diablo se puso manos a la obra, trabajando a destajo en tan azarosa empresa. Le iba todo muy bien y, viendo sus avances, Marek empezó a temer las consecuencias de su pacto. Su corazón se ahogaba en una tremenda ansiedad. Aunque era un hombre ateo, no le quedó otra que rezar y pedir a Dios que le ayudase y lo salvara del infierno.

  A Lucifer le quedaba un último esfuerzo, levantar hasta la cima una pesada roca para cerrar una de las paredes. Estaba a punto de conseguirlo cuando, adelantándose a su hora, un gallo anunció con su canto el octavo día. El diablo, enfadado, soltó aquella gran piedra que cayó rodando hasta el río Orava donde, incluso hoy, podemos verla. Todos la conocen con el nombre de “la Piedra de Marek”.

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Sabías que...

El clásico entre los clásicos del cine de terror, la película muda del vampiro Nosferatu, se rodó en 1922 y para recrear Transilvania, tierra natal de Vlad Dracul se recurrieron a diferentes localizaciones, entre las que está el castillo de Orava. Nosferatu fue la primera película basada en la novela “Drácula” de Bram Stoker. Florence Balcombe, la viuda de Bram Stoker, llevó a los tribunales a los productores por la libre interpretación de la película, que no tenía los derechos de la novela. Por ello los personajes principales cambiaron de nombre; Drácula fue transformado en Nosferatu, el conde se llamó Orlok y Mina fue renombrada como Ellen. Finalmente, los jueces dieron la razón a la viuda del escritor y, aunque se ordenó quemar las copias de la película, unas cuantas ya estaban en cines de Europa y América, lo que permitió que fueran escondidas hasta la muerte de Florence Balcombe. Nosferatu adquirió prestigio con los años y se convirtió en una película de culto y un reflejo del cine alemán de los años 20.

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    Tras conseguir nuestro objetivo pusimos rumbo hacia otra importante ciudad de Eslovaquia; Liptovský Mikulás. Descendíamos desde los Cárpatos hacia el valle interior. Paramos en un pueblo llamado Krivá para fotografiar una iglesia azul, llamada Iglesia de San José.

  Luego, pasamos por el lago llamado Liptovská Mara y allí paramos a comer una pizza en un restaurante al pie de la carretera. Tras la comida, nos acercamos hasta el lago a hacer unas fotos y, posteriormente, paramos en un lugar donde encontramos una iglesia-fortaleza. El poblado se llamaba Liptovské Matiašovce. Tras parar a estirar las piernas y hacer unas fotos, seguimos hacia nuestro siguiente destino.

La Iglesia de San José, la iglesia azul de Krivá.
A la derecha otra iglesia que vimos de camino a Liptovský Mikulás.
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La iglesia-fortaleza de Liptovské Matiasovce.
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Ruinas de iglesias y castillos aparecían por cualquier rincón del camino. 
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Escudo de     Liptovský Mikulás.

Liptovský Mikuláš es una localidad del norte de Eslovaquia, a unos 285 km de Bratislava. A principios de enero de 2021 contaba con 30.500 habitantes. Se encuentra en la región de Liptov, cerca de los Montes Tatras y está bañada por el río Váh. La ciudad, denominada hasta 1952, antes del periodo comunista, como Liptovský Svätý Mikuláš (San Nicolás de Liptov), era conocida por su cultura y sus numerosos gremios de mercaderes. Entre la segunda mitad del siglo X y 1918, perteneció al Reino de Hungría. La primera mención del pueblo de Mikuláš (Liptószentmiklós) data del acta real de Ladislao IV en 1286. En cuanto a la Iglesia de San Nicolás, que se convertiría en elemento fundacional de un asentamiento mayor, su primer registro escrito se remonta al año 1299. La Iglesia de San Nicolás es el edificio más antiguo de Liptovský Mikuláš.

Mikuláš fue uno de los principales centros de artesanía de la región de Liptov. Los artesanos formaron gremios, y el más antiguo fue el gremio de zapateros, mencionado ya en 1508. También formaron gremios los herreros, peleteros, sastres, sombrereros y carniceros. La ciudad tuvo un papel relevante para los eslovacos del siglo XIX durante el periodo de la magiarización. Fue uno de los centros del Movimiento Nacional Eslovaco.

  Entramos en la ciudad, pero me resultó muy desordenada y caótica. Paramos a sacar dinero en un cajero y como no nos llamó mucho la atención, continuamos viaje... Seguro que algo interesante habría en algún lado, pero, no conocer el entorno hizo que pasásemos de largo.   Salimos por la carretera D1 y sobre las 17:30, después de parar en una gasolinera a tomar algo fresco y sacar unas fotos de la sky-line de los Montes Tatras, llegamos al apartamento de Dolný Smokovec.

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La sky-line de los Altos Tatras.
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Escudo de 
Dolný Smokovec.

Dolný Smokovec es un pequeño asentamiento que forma parte de la ciudad de Vysoké Tatry. Es una ciudad balneario en el lado eslovaco de los Altos Tatras, que se encuentra a una altitud de 890 m s.n.m. El pueblo fue fundado en 1881 por iniciativa de Jozef Bohuš, que arrendó una parcela de tierra en un pantano cerca de tres manantiales de agua curativa, con la intención de construir un albergue asequible a todo el mundo, como contrapunto al ya existente en Starý Smokovec con una clientela burguesa.

El proyecto fracasó por falta de fondos y el terreno fue adquirido por un banco. Posteriormente, se construyeron villas para miembros de la nobleza húngara, como las familias Széchenyi y ZichyEn 1893 se construyó una casa de baños aprovechando el páramo y los manantiales.

A principios del siglo XX, se habían construido aquí siete edificios con 250 habitaciones destinados al tratamiento de enfermedades. En 1916, se estableció un hospital militar para soldados que padecían enfermedades pulmonares. Luego un sanatorio infantil, al que se añadió en 1931 un moderno edificio con salas para cirugía y medicina interna. Desde el punto de vista arquitectónico, son interesantes la iglesia de madera que data de 1890 y varias casas de 1884.

  En la actualidad ofrece la posibilidad de alojarse en un hotel, casa de huéspedes o en alojamientos privados. También tiene un restaurante y parada del ferrocarril. Es un excelente punto de partida de rutas de senderismo y pistas de esquí.

  El apartamento, al que entramos cogiendo las llaves de una key-box, estaba muy bien preparado. También tenía de todo. Aproveché y, como íbamos a estar dos días, hice una colada. Luego me acerqué al pueblo a comprar comida y controlar los accesos para el día siguiente. El cielo se fue cubriendo por momentos, amenazando con descargar una buena tormenta... Justo llegué al apartamento cuando comenzó a caer el Diluvio Universal. La niebla bajó a ras de suelo, no se veía a dos metros... 

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Los datos del apartamento de Dolný Smokovec.

  La noche se cerró de tal manera que apenas se adivinaban los árboles que había frente a la ventana. Cenamos y descargué las fotos... En el exterior, rayos y truenos llenaban la fría y solitaria noche en los Cárpatos...

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Dolný Smokovec

Hoy era un día que levantaba mucha expectación, ya que íbamos a subir al pico Lomniský, la segunda cota más alta de los Cárpatos. El día amaneció igual que terminó el anterior, lloviendo sin parar. No había dejado de caer una gota en toda la

noche. La mañana estaba completamente cerrada en niebla y pintaba todo bastante mal para nuestros planes. De todas formas, desayunamos bien en el apartamento y a las 08:30 subimos hasta la estación de Tatranská Lomnica para coger las tele-sillas rumbo a las montañas. Teníamos asignada la hora de las 10:00 de la mañana para iniciar el primer tramo del ascenso. Llegamos con tiempo y calados hasta los huesos. Los picos de las montañas ni se imaginaban, todo estaba cerrado en una espesa niebla. La única esperanza era pensar que, al pasar de cierta altura, las nubes se abriesen y pudiésemos ver las altas cotas de los Cárpatos...

  Dejamos el coche en el parking y nos encaminamos a la primera de las tele-sillas. En el restaurante sito junto a las sillas tomamos un café mientras hacíamos tiempo hasta nuestra hora. Llevábamos impresos y en el móvil los tickets de acceso que habíamos sacado online desde casa, con un código QR que pasamos por el escáner de la entrada. Seguía lloviendo mucho...

  En la cima parecía verse algo de luz y un hilo de esperanza prendió cierto brillo en nuestros ojos. Llegamos a la segunda de las cabinas... Seguimos ascendiendo... Pero, al montar en la tercera de las cabinas, la que nos llevaba a la cima de forma casi vertical, las esperanzas de desvanecieron. Arriba todavía estaba más cerrado, si cabe.

Unas de las tele-sillas de subida al pico Lomnicky.
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Iosu en la tele-silla.
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  Al llegar arriba te dan una tarjeta con un número al que llamarán después de 50 minutos, que es el tiempo que te dejan estar en la zona para hacer la visita, pero, a nosotros nos sobró todo. Lo llevan todo muy estricto. Tras pasar por la cafetería, igual que en los aeropuertos, salimos al exterior... Una plataforma con una barandilla nos recibió y, después, una impenetrable niebla se apoderaba de todo. 

  ¡! No se veía ni a dos metros de distancia !! ¡! Maldita sea !! El día más esperado del viaje y todo al revés. Además, arriba, la temperatura era de 4º C, pero, la sensación térmica era de 0º C y una fina capa de agua-nieve y un viento helado te cortaba la respiración. Un golpe de ese frío viento, me voló la gorra que quedó enganchada en un risco a apenas metro y medio de la barandilla. Iosu quiso salir a cogerla, pero, como podéis imaginar no le dejé. Sólo se veía la punta del risco y seguro que hacia abajo había un terrorífico abismo...

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Anverso y reverso de la tarjeta del turno de regreso.
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Iosu en la terraza de la estación metereológica.
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Esto es todo lo que se veía desde la balconada a 2.634 m de altitud.

  Nos metimos a la sala, tomamos un café y esperamos pacientemente a que llegase la hora de bajar. Bajamos del pico Lomniský (2.634 m) sin pena ni gloria. Además, después de haber pagado casi 100 € para subir, todavía me toco pagar 6 € más de parking. Estábamos helados y calados hasta la médula. Desde allí fuimos al apartamento para cambiarnos de ropa y tomar un café caliente que nos reactivase la circulación. Tras descansar un ratito, decidimos ir a ver la localidad de Kezmarok y comer allí.

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Escudo de Kezmarok.

Kežmarok es una ciudad de Eslovaquia situada en la región de Prešov. Tiene una población estimada, en noviembre de 2022, de 15.330 habitantes. Es la capital del distrito homónimo. Pertenece a la región tradicional y turística de SpišEn la cuenca del río Poprad existieron rutas de comunicación de larga distancia desde la antigüedad. Dichos territorios incluyen la actual ubicación de la ciudad de Kežmarok y la región de Spiš.Desde el Paleolítico superior han existido asentamientos en la ciudad, pero la iglesia de San Miguel es mencionada por primera vez en 1251. Un poblamiento más significativo está documentado desde el período final de la época romana y el comienzo de la gran migración de pueblos a finales del siglo IV y principios del siglo V.

Los hallazgos documentan la penetración de tribus germánicas y eslavas, cuya principal ocupación era la agricultura y la cría de animales domésticos. Poco a poco se crearon varios asentamientos medievales que se convirtieron en la base de la futura ciudad. En 1269 obtuvo privilegios de ciudad por parte del rey húngaro Béla IV. En 1433 fue totalmente destruida por un ataque de los husitas. En 1440 se estableció en la zona el conde de Spiš. En el siglo XV, y de nuevo en 1655, la ciudad recibió el estatuto de ciudad libre del reino de HungríaLa gran mayoría de los habitantes de la ciudad eran alemanes hasta finales de la Segunda Guerra Mundial.

  Al salir del apartamento, parecía que la lluvia nos iba a dar una tregua, pero tan sólo fue un espejismo. Hicimos los 17 Kms que nos separaban de esta ciudad entre nubes y claros. Paré a hacer unas fotos con un arco iris que apareció delante de nuestros ojos. Luego, al llegar a la ciudad, la lluvia arreciaba afeando, más aún, la fría ciudad de Kezmarok. Aparcamos en una plaza libre de peaje y buscamos en Google Maps un sitio para comer. Después de andar un par de kilómetros llegamos al sitio que nos marcaba el teléfono y allí no había nada... ¡¡ Joder, con la que estaba cayendo !!  Hay que actualizar los mapas...

  De camino vimos por fuera el Castillo de Kezmarok y le saqué unas fotos, nada buenas por cierto, ya que la mañana no estaba para muchas florituras y tenía las manos heladas.

El Castillo de Kezmarok fue inicialmente una estructura defensiva gótica típica, que fue reconstruida integralmente en una residencia noble renacentista. Después de extensos trabajos arqueológicos y de conservación en los años 1962-1985, el edificio se dedicó íntegramente a fines museísticos. Hay una extensa exposición que presenta la historia de Kieżmark desde su fundación en el siglo XIII hasta los años 30 del siglo XX.

Las obras de construcción del castillo comenzaron en 1465 a instancias de Emeryk Zápoly, condado de Spisz. En 1579, el castillo pasó a ser propiedad de la familia Thököly, cuya ambición era convertir la ciudad real de Kežmarok en una ciudad privada. Las disputas a menudo se convirtieron en peleas callejeras y ataques mutuos. El último propietario del castillo fue Ferdynand Rüber, quien vendió el castillo a la ciudad en 1702. Aquí se instaló un granero, más tarde cuarteles, varias fábricas y talleres. El castillo fue devastado gradualmente, también debido a los incendios. Las primeras ideas para utilizar las instalaciones con fines museísticos aparecieron ya en el siglo XIX. En 1931, después de la renovación de la torre principal, se inauguró allí la primera exposición.

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Castillo de Kezmarok

Horario

Mayo -  Septiembre

Lunes a Domingo : de 9:00 a 17:00 (última entrada 16:30 h)

Octubre -  Abril

Lunes a Viernes : de 9:00 a 16:00 (última entrada 15:00 h)

Sábados, Domingos y festivos : cerrado

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Contacto

Teléfono                     : 0918 742 726

Correo de contacto : profesores@kezmarok.com

Web                             : https://www.guide.kezmarok.com

Precio

Adultos                                         : 8 €
Estudiantes y Pensionistas   : 4 €

Niños de 3 a 6 años                  : 2 €

Niños < de 3 años                      : Gratis

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Un poco más adelante preguntamos a una pareja...

- Excuse me, do you know somewhere to eat? ( Haciendo el gesto de llevarte la mano a la boca )

- Nikozma bejiora... - o algo así me dijo, echándose las manos a los bolsillos.

  No te digo, me entendió que le pedía dinero para comer... Fuimos a preguntar a otra chica, pero, sin hacernos caso, se metió corriendo en el coche y se marchó. Yo pensé que debíamos llevar muy mal aspecto, mojados y desencajados de frío...

  Así que, caminando, encontramos una pizzería y nos metimos allí para matar dos pájaros de un tiro; el hambre y el frío...

¡ Horrible, un día para olvidar !

  Comimos y nos llevamos una pizza para casa. En el apartamento no teníamos gran cosa y como las predicciones no eran muy buenas, decidimos llevar esa comida. Al llegar, una ducha caliente y a descansar un poco. Eran alrededor de las 16:00 horas y seguía lloviendo sin parar. Puse la TV y me encontré con el Campeonato del Mundo de Ciclismo. Me cogí una cerveza y me dispuse a disfrutar de la carrera. Desde luego que disfruté... Ganó de forma épica, incluso con caída a poco de la meta, el neerlandés Mathieu Van Der Poel, del equipo Alpecin-Deceuninck.

  Después, recogimos todo, cenamos a eso de las 21:00 horas y nos fuimos a descansar. Mañana sería otro día... Me asomé a la ventana y aunque algo más suave, pero, seguía lloviendo...

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El castillo de Kezmarok.
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Dolný Smokovec - Bardejov

Nos levantamos a eso de las 08:00 horas. Desayunamos en el apartamento, cargamos el coche y arrancamos con dirección a Levoca. Dejábamos atrás los Altos Tatras y poníamos rumbo a la última escala en Eslovaquia; Bardejov.

Al bajar al valle, paré para hacer unas fotos desde la carretera. Las montañas seguían cubiertas por una espesa capa de nubes, pero, por lo menos, hoy no llovía...

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Un precioso arco íris nos dio la despedida de Dolný Smokovec... Pero seguimos sin ver los Altos Tatras.

  Llegamos a Levoca sobre las 11:45 de la mañana. Vimos el casco antiguo, con la Basílica de San James, la casa Thurzov y la Iglesia del Espíritu Santo como obras más interesantes y después, aconsejados por un vecino, subimos hasta la Basílica de La Virgen María, arriba, en la cima de la montaña que daba amparo a la ciudad. La vista era muy extensa, pero tampoco fue nada espectacular.

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Las murallas de Levoca.
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Imágenes de las calles de Levoca.
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Distintas vistas de la basílica de la Virgen María de Levoca.
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Levoca desde la iglesia en la cima de la colina.
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Escudo de Levoca.

Levoča es una ciudad del este de Eslovaquia, en la región de Prešov, de aproximadamente 15.000 habitantes. Inicialmente fue un asentamiento eslavo aunque, tras la invasión de los tártaros en 1241, se repobló con pueblos germánicos. En 1249 aparece la primera mención de la ciudad, con el nombre de Leucha, en una carta de Bela IV. En 1271 es la capital de los sajones de Spiš, convirtiéndose en “villa real” en 1371. Desde 2009 es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO como extensión del castillo de Spiš, que ya recibió esa calificación en 1993. Entre los monumentos existentes en la ciudad destacan: la iglesia de Santiago de estilo gótico, el ayuntamiento del siglo xv, la casa de Thurzo y la puerta de Košice.

  Tras esta parada pusimos rumbo al Castillo de Spis, que distaba desde allí unos 20 Kms. Desde una loma frente a él, hicimos unas fotos y, cuando cogimos la carretera para subir a verlo, nos encontramos un letrero que advertía que el castillo estaba cerrado por trabajos de reconstrucción. Una verdadera pena.

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El maravilloso castillo de Spis.

El Castillo de Spiš está situado en el este de Eslovaquia siendo uno de los mayores castillos en centroeuropa. Corona un monte sobre la ciudad de Spišské Podhradie y el pueblo de Žehra, en la región conocida como Spiš (Szepes). Fue construido en el siglo XII en el mismo emplazamiento de otro castillo anterior, siendo el centro cultural, político y administrativo del condado de Szepes. Antes de 1464, el castillo era propiedad del rey de Hungría, luego pasó a manos de la Casa de Zápolya hasta 1528, la familia Thurzo (1531-1635), la familia Csáky (1638-1945) y desde 1945 es propiedad estatal.

Se trataba de un castillo románico de piedra con fortificaciones, dos palacios y tres basílicas construidas a mediados del siglo XIII. Se erigió una segunda muralla exterior durante el siglo XIV. El castillo fue reconstruido completamente en el siglo XV. En 1470 se añadió al conjunto una capilla gótica.

La familia Csáky, últimos propietarios privados del castillo, lo abandonaron a principios del siglo XVIII debido a lo incómodo de residir en él. En 1780 el castillo se incendió, quedando en ruinas. A mitad del siglo XX fue parcialmente reconstruido, realizándose una intensa labor arqueológica en la zona. Las partes de la casa reconstruida se convirtieron en el museo de Spiš.

El castillo se cierra durante el invierno y la temporada se extiende de abril a octubre. También puede visitar la zona en marzo, pero la exposición del museo estará cerrada.

Fue incluido por la UNESCO en la lista del Patrimonio de la Humanidad en 1993 junto a las localizaciones de Spišská KapitulaSpišské Podhradie y Žehra. En 2009, se amplió el sitio protegido para incluir el centro histórico de Levoča.

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Castillo de Spis

Horario

Noviembre -  Febrero : Cerrado

Marzo y  Abril

Lunes a Domingo : de 9:00 a 17:00 (última entrada 16:00 h)

Mayo -  Septiembre

Lunes a Domingo : de 9:00 a 19:00 (última entrada 18:00 h)

Octubre

Lunes a Domingo : de 9:00 a 17:00 (última entrada 16:00 h)

Entrada gratuita el primer miércoles de cada mes.

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Contacto

Teléfono                     : +42 (1)534.541.336

Correo de contacto :  info@spisskemuzeum.com

Web                             :  http://www.spisskyhrad.sk/

Precio

Adultos                                         : 8 €
Estudiantes y Pensionistas   : 6 €

Niños de 6 a 18 años                 : 4 €

Niños < de 5 años                      : Gratis

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El castillo de Spis desde otra persperctiva.
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Aldeas "perdidas" entre zonas boscosas.
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Agricultura y ganadería es su forma de vida.
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La campiña eslovaca con suaves colinas y extensos campos de pasto y cruces en cualquier cruce del camino.

  A eso de las 14:10 el cielo se tornó oscuro y comenzó otro diluvio. No pudimos parar en Stará L´uvobna y tan sólo hice una foto de su precioso castillo desde el arcén.

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El cielo se fue tornando oscuro y la tormenta nos sorprendió camino de Stará L´ubovna.
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            Escudo de             Stará L´uvobna.

Stará Ľubovňa es un pueblo eslovaco situada en el nordeste del país, en la región de Prešov. Tiene una población estimada, a fines de 2020, de 16.260 habitantes. Está dividido en dos partes: Podsadek y Stará Ľubovňa.

La localidad está situada a orillas del río Poprad, a 15 km al sur de la frontera con Polonia y a 30 km del Alto Tatra. Es una de las localidades más antiguas del condado de Spiš: antiguo condado histórico de los tiempos del Reino de Hungría y que hoy en día es la capital de la región. En 1292 se levantó el poblado con el nombre de Libenow hasta que en 1364 pasó a ser un reino independiente bajo la jurisdicción del castillo. En 1412 fue incluida entre las 16 localidades de Spiš cedidas por el Rey Segismundo de Luxemburgo tras un acuerdo con el rey Vladislao II de Polonia. El acuerdo fue parte del tratado de Lubowla que estuvo vigente durante 360 años, aunque en un principio debía de ser por un breve periodo de tiempo. 

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  La villa volvió a dominio húngaro tan solo durante el reinado de María Teresa I de Austria y la consecuente partición del territorio polaco. Tal acuerdo fue en realidad un privilegio para las villas al no tener estatus nobiliario entre Polonia y Hungría.

  Desde allí nos separaban unos 55 Kms hasta Bardejov. Llegamos sobre las 15:00 horas. Tras hacer el check-in en el Hotel Saris, fuimos al casco antiguo a comer. Apenas estaba a cinco minutos a pie desde el hotel. De paso, vimos la maravillosa plaza medieval de la ciudad.   Comimos muy bien en un restaurante del casco antiguo, dos platos combinados con arroz, pollo, patatas asadas + un plato de spaghetti que añadió mi hijo a su dieta, más dos aguas y dos cervezas, nos costaron 45 €.

El castillo de Stará L´ubvobna en la lejanía.
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La comida de Bardejov.
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La tarjeta de visita del hotel Saris y los datos de la reserva.
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Escudo de Bardejov.

Bardejov es una ciudad del noreste de Eslovaquia. Su población es de aproximadamente 33.000 habitantes, entre eslovacos, romaníes, rusos y ucranianos. Esta ciudad balneario, mencionada por primera vez en el año 1241, tiene numerosos monumentos culturales en su completamente intacto centro urbano medieval. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000.

El nombre de la ciudad viene de la palabra húngara bárd (destral, hacha pequeña), que indica una cierta cantidad de territorio que podía haber sido cortado en un solo día. El territorio del actual Bardejov ha atraído a pobladores desde la Edad de Piedra.

Sin embargo, la primera referencia escrita a la ciudad data de los años 1240, cuando monjes de Bardejov se quejaron al rey Béla IV sobre una violación de las fronteras de la ciudad por Prešov. Para entonces, una importante iglesia de San Gil había sido ya construida. Fuertemente fortificada en el siglo XIV, la ciudad se convirtió en un centro de comercio con Polonia. Bardejov ganó el estatus de una ciudad real en 1376, más tarde convirtiéndose en una ciudad real libre. La edad de oro de la ciudad acabó en el siglo XVI, cuando varias guerras, pandemias y otros desastres plagaron el país.

  Tras la comida, y después de descansar un rato, Iosu quiso ir a un gimnasio que encontramos cerca del hotel. Yo le acompañé y luego me fui a la plaza medieval para hacer unas fotos. Pasé una bonita tarde y conseguí la panorámica que abre este Diario de Viaje. Me tomé una buena cerveza eslovaca en una taberna antigua de esa misma plaza, en una casa con una fachada muy llamativa. 

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Distintas vistas de la plaza de Bardejov.
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Detalles de algunas construcciones de la plaza medieval de Bardejov.

  Desde la plaza me moví hacia el extrarradio de la ciudad y me encontré con los restos de una muralla, torres defensivas de alguna antigua barbacana y algunos notables edificios. La importante función estratégica y defensiva de este bastión defensivo queda evidenciada por el hecho de que el espesor de la mampostería alcanza hasta los 3,5 metros. La defensa estaba a cargo de cañones. Fue un gran hallazgo...

  Posteriormente, fui a recoger a mi hijo, compramos una pizza y nos la cenamos en el hotel.

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Las murallas, torres defensivas y alguna iglesia del extrarradio de la ciudad medieval de Bardejov.
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  Tras eso, yo salí de nuevo a la plaza para hacer unas fotos. Era un lugar precioso e histórico y quería darme la oportunidad de hacer algo bonito, pero, no fue mi noche... La contaminación lumínica de la plaza y la luz del cielo, no me dieron mucho juego para poder hacer una buena "noctruna"...

  Así que, decidí regresar al hotel y recoger todo para adelantar tiempo por la mañana, ya que, al día siguiente, teníamos un largo traslado hasta Budapest.

  Después de descargar las fotos y darme una ducha me fui a la cama a eso de las 23:00 horas. Mi hijo Iosu ya dormía...

Noche en la plaza medieval de Bardejov.
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Bardejov - Budapest

Nos levantamos sobre las 07:30 y tras una ducha fuimos a desayunar a la cafetería del hotel. El desayuno estaba pagado, así que nos servimos a gusto; un poco de fruta, yogurt con cereales, algún bollo y un par de cafés nos sirvieron

para recargar las pilas de cara a las horas de coche que teníamos por delante. Hoy dejábamos Eslovaquia y entrabamos en Hungría...

  Hicimos el check-out y, sobre las 09:30, salimos hacia el sur rumbo a Presov. Teníamos 42 Kms desde la ciudad de Bardejov, unos 40/45 minutos. No llovía, aunque lo había hecho por la noche, porque el suelo estaba aún mojado. De todas formas, el cielo estaba bastante encapotado y amenazaba con descargar de nuevo. Le pedimos a “Txi-Txi” que nos indicara el camino y arrancamos. Hicimos los kilómetros sin ningún contratiempo. Cuando llegamos a Presov comenzó a llover con mucha intensidad. La ciudad era bastante caótica y, con la lluvia, se complicaba aún más, si cabe. Decidimos pasar de largo y seguir hasta Kosice, 38 Kms más adelante por la misma carretera E50.

  Cuando llegamos a Kosice, el cielo abrió grandes claros y la lluvia cesó. Paramos para estirar las piernas, tomar un café y hacer alguna fotografía, pero sin entretenernos en exceso.

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De izquierda a derecha, la Catedral de Kosice, la preciosa Torre de San Urbano
y el Palacio del Teatro.
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Detalles de la fachada de la Catedral de Kosice.
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La calle Hlavná, con las "cicatrices" del tranvía grabadas a flor de piel.
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La campana de la Torre de San Urbano.

  La catedral de Santa Isabel es el templo de mayor tamaño de Eslovaquia, con una superficie de 1.200m² y la catedral gótica situada más al este de Europa. Su arquitectura tiene clara influencia sobre los edificios de las ciudades más próximas como PrešovBardejovSabinov y Rožňava, y también en la arquitectura religiosa de algunas iglesias de Polonia y Transilvania (SibiuBrasov o Cluj). La catedral de Santa Isabel, junto a la Capilla de San Miguel y a la Torre de San Urbano, forman un conjunto monumental que fue declarado Monumento Nacional en el año 1970. 

La Torre de San Urbano en Košice, Eslovaquia fue, originalmente, una torre campanario gótica con una cubierta piramidal. Se erigió en el siglo XIV. En la torre se instaló una campana. En 1966 la torre fue dañada por el fuego y la campana también sufrió daños importantes. La torre fue reconstruida y reabierta en 1971.

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Campos de cereales nos acompañaron durante el viaje.

  Al cabo de un rato arrancamos y enseguida, unos 25 Kms más adelante, entramos en Hungría. No nos pidieron ningún tipo de documento al cruzar la frontera que, prácticamente, pasó desapercibida.

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  A eso de las 14:15 paramos a echar gasolina y aprovechamos para comer allí mismo. Junto a la gasolinera había un local que preparaba pizzas y bocadillos. Pedimos una pizza cada uno y unos refrescos. Pagué 11 € con la tarjeta de crédito, porque no llevábamos ningún forinto. El cambio estaba a 385 HUF por cada euro.

  El día se fue tornando caluroso y el último tramo del viaje se hizo un poco pesado. Finalmente, a eso de las 16:00 horas, llegamos al Hotel Molnar, ubicado en la zona alta de la ciudad, en Buda. No fue buena elección, lo cogí porque decía que tenía gimnasio, pero, resultó casi como el de Ruzomberok.

Kapušany Hard vigila el paso entre Presov y Kosice.

  Sin embargo, para subir y bajar a la ciudad, necesitábamos el autobús ya que quedaba bastante alejado del centro. No había ningún sitio en los alrededores para cenar y Iosu se enfadó porque tuvimos que comer lo poco que traíamos en el coche.

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Bandera de Hungría.

  Yo, después de casi seis horas conduciendo y el calor que habíamos pasado, estaba bastante cansado para bajar a la ciudad y lo más sensato fue descansar y organizar los dos días que teníamos por delante en Budapest para aprovecharlos a tope. Así que, lavamos algo de ropa, cenamos y nos acostamos pronto.

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Billetes de curso legal en Hungría.
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Monedas de curso legal en Hungría.
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Los datos del Hotel Molnár de Budapest.
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Escudo de Budapest.

Budapest es la capital y ciudad más poblada de Hungría, ​ así como su principal centro industrial, comercial y de transportes. Posee 1,75 millones de habitantes (2017). Es la ciudad más poblada de Europa centro-oriental y la novena de la Unión Europea. Budapest se constituyó como tal el 17 de noviembre de 1873, al unificarse las ciudades de Buda y Óbuda, en la orilla oeste del Danubio, y Pest, en la orilla este. La historia de Budapest comenzó con Aquincum, originalmente un asentamiento celta​ que se convirtió en la capital romana de Panonia Inferior. ​Los húngaros llegaron al territorio en el siglo IX. Su primer asentamiento fue saqueado por los mongoles en 1241-42. ​ La ciudad restablecida se convirtió en uno de los centros de la cultura del Renacimiento humanista en el

 

siglo XV. Después de la batalla de Mohács y tras casi siglo y medio de dominio otomano, ​el desarrollo de la región entró en una nueva era de prosperidad en los siglos XVIII y XIX, y Budapest se convirtió en una ciudad global después de la unificación de 1873. ​​También se convirtió en la segunda capital del imperio Austro-Hungaro, una gran potencia que se disolvió en 1918.

  Considerada como una de las ciudades más bellas de Europa, ​Budapest cuenta con varios sitios que son Patrimonio de la Humanidad, entre los que se incluyen, el barrio del Castillo de Buda y la avenida Andrássy. ​​ Otros puntos destacados incluyen un total de 80 manantiales geotérmicos, el mayor sistema de cuevas de aguas termales del mundo. Budapest es, también, un importante centro financiero de Europa Central.

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Budapest

Nos levantamos a las 08:00 con fuerzas renovadas. Fuimos a desayunar a la cafetería del hotel. Aquí, también, el desayuno estaba pagado. No es que fuese ninguna maravilla,

pero, bueno… Desayunamos. Sobre las 09:30 cogimos el autobús 53 que nos bajaba hasta la parada del metro Keleti Pályaudvar en su Línea 2. Cada billete de autobús nos costó 350 HUF, es decir, apenas un euro. Luego, en la estación del metro, sacamos un bono diario que nos costó 3.500 HUF cada uno, es decir unos 9 €. La máquina expendía bonos para 1, 3 o 7 días.

  Con el tema del transporte solucionado, lo primero que hicimos fue subir a ver el Castillo de Buda. El metro, en su Línea 2, nos dejó en la parada llamada Széll Kálmán Tér. Después de unos 6 u 8 minutos andando, entramos por la Puerta de Viena y nos encontramos de frente con la Iglesia de Santa Maria Magdalena. 

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Iglesia de Sta. Mª Magdalena.

  Luego, nos adentramos en el barrio que hay antes de llegar al Bastión de los Pescadores y la Iglesia de Matías. Allí, me llamó la atención alguna calle y algunas de las maravillosas fachadas de sus casas...

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Un billete de autobús de Budapest.
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Las calles del barrio de Buda resultaron ser muy fotogénicas.

  Yo empecé a recordar las ubicaciones de los distintos monumentos, ya que, hacía unos años, concretamente en octubre de 2015, había estado allí con mi pareja. Después, entramos en el llamado Barrio del Castillo y paseamos por el Bastión de los Pescadores. Había mucha, mucha, gente. Pasamos por la estatua de San Esteban, la Iglesia de Matías y, poco a poco, caminando hacia el este, llegamos a la Estatua de la Independencia y al Castillo de Buda. 

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Distintas vistas de la Iglesia de Matías.
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Detalles de la Iglesia de Matías, con sus tejados, estatuas y gárgolas.

  Una zona del castillo estaba en obras. Vimos el Patio de los Leones, el Bazar y los jardines reales y, posteriormente, bajamos por las escaleras que llevan al famoso Puente de Las Cadenas. Mi hijo, un poco “rayado” con tanta gente y el calor, no quiso entrar al laberinto del castillo… Ambos nos lo perdimos…

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El Bastión de los Pesadores.
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La estatua de San Esteban con algunos detalles de su decoración y la imagen de San Sebastián.
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La fuente del Rey Matías, en el Castillo de Buda, alegoría de una antigua cacería.
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Vistas de la ciudad desde el Castillo de Buda y
algunas tomas del famoso Puente de las Cadenas.
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  La siguiente visita, según el itinerario que había marcado para aprovechar el tiempo, era la Noria, sita en la Plaza Erzsévet. Pero antes paramos en un restaurante chino a pinchar algo y tomar un refresco. Los dos tickets de la noria nos costaron 10.000 HUF (26 €). Lo pasamos muy bien. Desde arriba se veía muy bien toda la ciudad y disfrutamos como enanos.

El funicular que sube a Buda y el Castillo de Buda desde el Puente de las Cadenas.
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El ticket de la noria de Budapest que se sumaba a la lista con las de Londres, Viena, Varsovia, Bruselas...
La fuente de Neptuno en la Plaza Erzsévet, con detalles de sus figuras.
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Vistas de la ciudad desde lo alto de la noria

  Desde allí fuimos a ver el Mercado Central. Cogimos el metro en Deák Ferenc Tér, estación donde se cruzan la Línea 1, Línea 2 y Línea 3 y fuimos hasta Keleti Pályaudvar en la Línea 2 y allí enlazamos con la Línea 4 hasta bajar en Fövám Tér, que nos dejaba justo al lado del Mercado Central. Además de enseñarle a mi hijo el gran edificio que es este, le quería enseñar la cantidad de puestos de comida de todo el Mundo que había en la primera planta. Recordaba que había comida hindú, china, mexicana, húngara, japonesa… etc. Pero al subir las escaleras me di cuenta que aquello estaba bastante cambiado. Sí, había algún puesto de comida, pero sólo la húngara. El resto había desaparecido…

  Pedimos un plato combinado con arroz, algo de pollo, algunas verduras y unas patatas. No fue nada barato, al revés, me pareció excesivamente caro para comerlo allí de pie y en un plato de cartón. Pagamos 15.220 HUF (40 €) por los dos platos, una botella de agua y una cerveza, pero bueno es lo que tocaba. Como había mucha gente salimos a la calle a comer. Nos sentamos en los soportales del mercado y allí, entre el ir y venir de los transeuntes, comimos.

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El plato combinado del Mercado Central.
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La publicidad del viaje en globo.

  Después, cogimos el metro en Fövám Tér Línea 4 e hicimos el recorrido inverso; Keleti Pályaudvar transbordo en la Línea 2, hasta Deák Ferenc Tér, transbordo a Línea 1 y desde allí hasta Széchenyi Fürdó en el City Park tras la Plaza de los Héroes. Allí está instalado el globo aerostático que sube hasta los 150 metros de altura para admirar la belleza de la ciudad de Budapest.

  Las condiciones eran idóneas y se estaban realizando vuelos. Bueno, más que vuelo es una ascensión en vertical y se queda quieto amarrado por un grueso clave de acero. Pagamos 17.120 HUF (45 €) por los dos tickets y subimos en el primer vuelo nada más llegar. Fue una bonita experiencia, aunque yo me llevé un poco de chasco, ya que, pensaba que el globo se movía haciendo un recorrido por el cielo húngaro. De todas formas, estuvo genial y las vistas eran maravillosas.

El globo aerostático en pleno vuelo.
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El Castillo Vajdahunyad.
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La Plaza de los Héroes.
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El estadio Ferenc Puskás.
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La noria y la Bsílica de San Esteban.
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El Parlamento de Hungría.
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El Castillo de Buda.

  Después de la experiencia del globo fuimos a un gimnasio llamado Fitness B4, sito en la calle Dozsá György Út. Mi hijo quería entrenar un poco y por el precio de 3.050 HUF (8 €), tenía acceso a todo el gimnasio y las duchas. Tras dejarlo en el gym, yo me dirigí a la Plaza de los Héroes para hacer unas fotografías y pasar la tarde. Antes, pasé por el Museo de Bellas Artes, aunque no entré a ver sus cuadros, hice unas fotos y fui a hasta plaza. La encontré llena de hierros ya que estaban montando unas gradas para algún espectáculo o algo así…

  ¡! Qué mala suerte la mía ¡!

  Situada al final de la Avenida Andrassy, la Plaza de los Héroes es una de las más importantes y conocidas plazas de Budapest y probablemente de toda Hungría, 

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El Museo de Bellas Artes.

ya que, las estatuas que rodean la columna central, representan a los líderes de las siete tribus magiares fundadoras de Hungría. Árpad, Előd, Tas, Huba, Töhötöm, Kond y Ond son los nombres de los líderes de las siete tribus magiares que llegaron desde la región de los Montes Urales en el límite entre Europa y Asia en el siglo VIII y que, tras asentarse en esta zona junto al Danubio, hicieron un pacto de sangre para simbolizar una unión indivisible, dando lugar a la creación de la nación húngara.

  En 1896 y para conmemorar los 1000 años de la fundación del país, comenzaron las obras del conocido como Monumento del Milenio, que no acabarían hasta 1929 cuando la plaza adoptó su nombre actual. La columna central, de 36 metros de altura, está coronada por una estatua del arcángel San Gabriel. Detrás de la columna y cerrando la plaza podemos ver dos columnatas semicirculares simétricas con varias estatuas de personajes ilustres de la historia húngara y otras que simbolizan la guerra y la paz, el trabajo y la riqueza o el reconocimiento y la gloria.

  Hice lo que pude, centrándome en los reyes magiares y en el resto de estatuas...

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La Plaza de los Héroes.
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Arpad y los jefes de las tribus magiares.
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El arcangel San Gabriel y las alegorías a la libertad, el trabajo, la paz y la guerra...
- - - - Reyes de Hungría - - - -
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Rey Esteban I (997-1038)
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Rey Bela IV (1235-1270)
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Rey Lazlo I (1077-1095)
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Rey Karoly Robert I (1307-1342)
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Rey Geza (1095-1116)
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Rey Nagy Lajos I (1342-1382)
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Rey Andras II (1205-1235)
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Rey Matyas Corvinus ( 1458-1490)
- - - - Nobles y Principes de Transilvania - - - -
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Lajos Kosshth
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Itsvan Bocskai
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Imre Thokoly
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Hunyadi Janos
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Jozsef Nador
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Francis II Rakoczi

Nota:

Arpad, hijo de Almos, fue quien llevó a las tribus magiares desde los Urales hasta la cuenca de los Cárpatos y fue nombrado primer Gran Principe de Hungría desde el año 895 hasta el 907. Esteban I, fue el sucesor de Arpad como Gran Principe, desde el 997 hasta el año 1000, cuando fue coronado primer rey de los húngaros.

  Junto con la Avenida Andrássy, la principal arteria de la ciudad, la Plaza de los Héroes forma un conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, y es que a lo largo de sus casi 2,5 Km. podemos encontrar varios museos, teatros o el edificio de la Ópera. Rodeando la plaza se encuentran grandes edificios que forman parte esencial de la variada oferta cultural de la ciudad, como el Museo de Bellas artes, el Palacio de las Artes, el Museo de Arte Contemporáneo, el Teatro y la Sala Nacional d Conciertos. 

  Detrás de la Plaza de los Héroes encontramos el City Park o Parque de la Ciudad, la zona verde preferida por los habitantes de Budapest para pasear o hacer deporte. Allí están instalados también el Zoo, el Jardín Botánico y el Balneario Széchenyi.

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Paseando por el City Park.

  Si nos dirigimos hacia el Parque de la Ciudad desde la Plaza de los Héroes, lo primero que veremos es el Castillo de Vajdahunyad que se asoma tímidamente entre los árboles. Este castillo construido de manera temporal para la Expo de 1896 es una copia de otro castillo de Transilvania (Rumania) que, originalmente, se levantó en madera y cartón-piedra. Tuvo tanto éxito que, al finalizar la exposición, se reconstruyó en piedra y ladrillo.

  Podemos acceder de manera gratuita a su recinto cruzando bajo la puerta principal, por dónde llegaremos a un patio en el que durante los meses de verano se suelen celebrar conciertos al aire libre.

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Distintas vistas del Castillo de Vajdahunyad.
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El Balneario Széchenti.

  El Balneario de Széchenyi, uno de los recintos termales más grandes de Europa, ubicado en un imponente edificio neogótico construido en 1913. Este balneario tiene 15 piscinas cubiertas y otras 3 al aire libre en las que incluso hay tableros de ajedrez. 

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Los platos del resturante chino.
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  Tras tomar una cerveza en una terraza del parque fui a recoger a mi hijo que, por cierto, salía hambriento. Nos fuimos a cenar al restaurante chino que vimos por la mañana y que se llamaba Pink Lotus Group. Cenamos bien y barato en comparación con el plato del mediodía 12.520 HUF (33 €).

  Desde allí fuimos a ver el edificio del Parlamento iluminado. Era una de las cosas que, sí o sí, quería que viese mi hijo. Tras disfrutar de semejante maravilla, pusimos rumbo al hotel. Metro, bus y sobre las 23:00 horas llegamos a la habitación… ¡! MOLIDOS ¡!

  Iosu se enfadó un poco, bueno, más que enfado era cansancio. Yo también llegué muy cansado y sé que, aunque en estos momentos no valore lo que está viendo desde tan temprana edad, algún día lo apreciará.

 

  El día había sido intenso y duro, con muchas visitas y mucho calor. Era hora de asearse y descansar…

La noria iluminada en la noche de Budapest.
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El impresionante edificio del Parlamento húngaro luce más bonito, si cabe, en plena noche.

   P.D. :

  Posteriormente, a finales del mes de agosto, vimos desde nuestra casa que se celebró allí, en Budapest, el Campeonato del Mundo de Atletismo 2023 y que el final de carreras como el maratón y las pruebas de marcha era en La Plaza de los Héroes.

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Budapest

  Nos levantamos a las 08:00. Estábamos muy cansados y se notaban ya los días acumulados fuera de la comodidad del hogar. Tras asearnos nos fuimos a desayunar. Luego, a eso de las

10:30, bajamos a la ciudad. El plan para esta segunda y última jornada en Budapest era ver el Museo del Holocausto, el Gueto, la Sinagoga, el Monumento a los Zapatos y luego subir pronto al hotel para organizar todo para el traslado del día siguiente, ya que viajaríamos nuevamente a Bratislava y teníamos salir temprano, ya que debíamos entregar el coche a las 09:00 horas.

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El billete del metro..

  Cogimos el autobús y tras enseñarle al conductor un billete de 1.000 florines, nos dijo que pasáramos y no nos cobró el viaje. Cogimos el autobús 53 que nos bajaba hasta la parada del metro Keleti Pályaudvar en su Línea 2. Allí trasbordo a la Línea 4 hasta Kalvin Tér y nuevo transbordo a la Línea 3 hasta la parada de Corvin-negyed. Desde ahí, cinco minutos a pie hasta el Museo del Holocausto. Nos cobraron 5.200 HUF (14 €) por las dos entradas.

  El museo se basa en fotos, carteles y textos de los acontecimientos acaecidos desde 1931 hasta el fin de la II Guerra Mundial. Tan sólo algunos objetos personales y un traje a rayas completaban la muestra. Todo estaba enfocado a dar a conocer las tragedias de los judíos húngaros y los romanís durante los duros años de la represión del III Reich.

  El edificio que alberga el museo, está adosado a una sinagoga a la que se puede acceder al final del recorrido. 

El ticket de entrada al museo.
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Algunas fotos del exodo romaní en Hungría.

  Algunas fotografías eran bastante duras y no veo necesario ni exponerlas, ni promoverlas. El genocidio sufrido en aquél momento de la historia por parte del pueblo judío, a manos del ejército fascista del III Reich, es el mismo que el gobierno fascista de Benjamín Netanyahu está infligiendo hoy en día (enero de 2024 cuando estoy acabando de editar este diario) contra el pueblo palestino en la franja de Gaza. Está claro que el ser humano no aprende nunca de sus errores.

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El Árbol de la Vida en Budapest.

  Luego desde allí, fuimos a visitar la Gran Sinagoga de Budapest. Había mucha gente… Enormes grupos organizados de turistas que acaparaban todo el espacio… Además, la entrada cuesta 25 € por persona y en esas condiciones decidimos no entrar. Hicimos unas fotos por fuera y, tras ver el Árbol de la Vida, nos fuimos a comer.

  Este monumento, es una escultura en memoria de los mártires del holocausto. Es un sauce llorón a tamaño natural en el cual cada hoja tiene el nombre de una persona muerta durante el holocausto judío. Está situado en el jardín que hay justo detrás del edificio de la sinagoga. Fue levantado en el año 1991 y, como curiosidad, una de las mayores donaciones para su ejecución la ofreció el actor Tony Curtís, cuyo padre era un judío de Budapest.

  Eran las 14:15 horas y mi hijo tenía hambre. Quería comer pasta y recordé que, justo frente de la Gran Sinagoga, había un restaurante en el que comimos Rosa y yo en 2015. Su nombre Pasta BelleDos platos de spaghetti, dos postres de queso mascarpone, una ración de tarta de queso, una cerveza y agua, nos costaron 8.730 HUF (23 €).

  Desde allí, cogimos la Línea 2 del metro en Astoria, hasta Kosshut Lajos tér. Fuimos a ver el Parlamento desde otro punto de vista y con otra luz, claro está, y asomarnos al “Monumento a los Zapatos”. Un grato paseo que nos sirvió para bajar la comida.

Hacía calor...

  El Palacio de Justicia de Budapest es el antiguo edificio de la Kúria Real Húngara (Tribunal Supremo de Hungría) y uno de los principales monumentos eclécticos de la capital. Construido entre 1893 y 1896, está ubicado en la céntrica plaza Kossuth Lajos, en el lado opuesto al Parlamento, en uno de los distritos del centro político y financiero de Hungría. El edificio fue sede la Corte Suprema desde su inauguración hasta 1949, tras lo cual sus amplios espacios se han usado con fines museísticos, primero como sede de la Galería Nacional Húngara (1957-1972) y luego del Museo de Etnografía (1973-2017). Con sus elementos renacentistas y barrocos, presenta una fachada principal con un impresionante pórtico. Tras un amplio proceso de renovación y saneamiento, se espera la vuelta de la Kúria al edificio originalmente construido para albergarla.

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El Palacio de Justicia.

  Pasamos la tarde a orillas del Danubio y en la preciosa plaza Kossuth Lajos, donde se ubica el maravilloso edificio del Parlamento de Hungría, una obra de arte inigualable. Este, es probablemente el edificio más conocido de Budapest y el centro neurálgico de las instituciones húngaras.

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Dos imágenes del Parlamento de Hungría desde la Plaza Kossuth Lajos. A la derecha la estaua de Ferenc Rákoczi II.
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  El edificio fue construido entre 1884 y 1904, siguiendo los planos de Imre Steindl, que se quedó ciego unos meses antes de la inauguración. Es el mayor edificio del país, escenario de las reuniones de la Asamblea Nacional de Hungría (Országház) y el segundo mayor parlamento del mundo detrás del de Rumanía que, por cierto, también conozco. Es de estilo neogótico, aunque con algunas particularidades. La condición para la construcción del Parlamento era que solo se utilizaran materiales nacionales. Una excepción son los ocho monolitos de mármol junto a la escalera principal. La primera excavación tuvo lugar en los terrenos de la plaza Kossuth Lajos el 12 de octubre de 1885.

Fachada lateral del Parlamento de Hungría (Országház), con la estatua de Gyula Andrássy.

  Durante la construcción de este emblemático edificio, inspirado en el Palacio de Westmister, un promedio de siete mil personas trabajaron durante diecisiete años, moviendo 176.000 metros cúbicos de tierra. Se utilizaron 40 millones de ladrillos, medio millón de piedras decorativas y 40 kg de oro. El edificio tiene 268 m de largo, 123 m de ancho y su cúpula se eleva hasta los 96 m de altura, con una superficie construida de 17.745 metros cuadrados y un volumen de 473.000 metros cúbicos. Cuenta en total con 691 dependencias. El lado que da al Danubio es la fachada principal, pero, la entrada oficial se abre desde la plaza Kossuth Lajos. Aunque el edificio fue inaugurado en 1894, no estaba listo en ese momento, ni siquiera en 1902, momento en el que ambas cámaras parlamentarias trasladaron allí su sede. El 23 de octubre de 1989Mátyás Szűrös, como presidente interino del país, proclamó la Tercera República de Hungría desde uno de sus  balcones, terminando con la época rusa de la República Popular de Hungría.

  Hay dos estatuas equestres que "vigilan" el parlamento en la plaza Lajos Kossuth; una de Ferenc Rákoczi II que fue el héroe de la guerra de 1703 a 1711 contra los Habsburgo y, la otra, de Gyula Andrássy un noble que defendio la independencia de Hungría en la época del Imperio Austro-Húngaro. Lajos Kossuth, que también tiene un mausoleo, fue uno de los líderes de la Guerra de la Independencia de Hungría entre 1848 y 1849.

  Después, nos acercamos hasta el muelle que lleva el nombre de József Antall, quien fue Primer Ministro de la Hungría democrática entre 1990 y 1993, tras el final de la época comunista. Allí vimos el "Monumento a los Zapatos", un recuerdo a las víctimas del Holocausto. Los nazis, para ahorrar munición, trasladaban a los detenidos hasta el muelle, los ataban en parejas y, posteriormente, asesinaban a uno de ellos de un tiro en la cabeza, arrojando a ambos al río. El otro, arrastrado por el peso, se ahogaba irremediablemente. ¡¡ Escalofriante !!

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El Monumento a los Zapatos, en el muelle József Antall.
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  Tras una relajante tarde, decidimos coger el metro para ir al restaurante chino del día anterior, con la intención de coger la cena para llevar.

  En esta ocasión hicimos el recorrido en sentido inverso, es decir, Kosshut Lajos tér – Astoria con la Línea 2. Una vez en el restaurante, Iosu, no pudo resistirse a comer unos dumplings.

 

   Luego, pedimos dos platos de pollo y nos los llevamos al hotel. Teníamos que subir pronto porque el viaje llegaba a su fin y, al día siguiente, teníamos traslado…

El Castillo de Buda y el Puente de las Cadenas desde el muelle József Antall.

  Cogimos el metro en Astoria, Línea 2 y fuimos hasta Keleti Pályaudvar. Allí cogimos el bus 53 hasta el hotel. Llegamos a eso de las 19:30 horas. Recogimos todo y preparamos las maletas. Luego, cenamos tranquilamente y nos fuimos a descansar.

  Había que levantarse muy temprano...

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Budapest - Bratislava

El reloj sonó a las 05:15. Nos aseamos, desayunamos algo en la habitación y, tras dejar las llaves en el buzón instalado para ello, a eso de las 06:00 de la mañana arrancábamos con destino a Bratislava.

  Ya lucía el sol y el termómetro marcaba 16º C. Al salir tan temprano evitamos mucho del tráfico que, en un día de labor, entra y sale de Budapest. Teníamos por delante 200 Km, unas 2h 15m. El recorrido, salpicado de colores ocres por los extensos campos de girasoles y cereales, nos mostraba en el horizonte las siluetas de innumerables generadores eólicos… Me recordó el pasaje del Quijote…

  • La aventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho, donde se descubren treinta o pocos más desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla...

  • ¿Qué gigantes? – dijo Sancho Panza.

  • Aquellos que allí ves respondió Don Quijote –, de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.

  • Mire vuestra merced respondió Sancho que aquellos que allí aparecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas al viento, hacen andar la piedra del molino.

  • Bien parecerespondió Don Quijote que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes: y si tienes miedo quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

  Luego, ya sabemos cómo termina…

  Las carreteras eran muy buenas, tanto la denominada M1 a la salida de Budapest, como la autopista E60 que cogimos más adelante. Los kilómetros caían rápidamente, el coche tiraba de lo lindo y a eso de las 07:45 entrábamos en Bratislava. Nos dirigimos al polígono industrial donde estaba el concesionario. Como andábamos con tiempo, metimos el coche en un túnel de lavado para entregarlo limpio y lo llenamos de gasolina.

  A las 08:45 esperábamos al chico de Europcar. No llegaba… En el concesionario adyacente nos dijeron que dejásemos las llaves en un buzón que había en la puerta. 

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Los molinos de viento en los campos de Eslovaquia.

  El contador marcaba 20.700 Km, es decir habíamos hecho 1.600 Km y habíamos gastado 160 € en gasolina. Pedimos un taxi. Nos mandaron uno de la compañía easy taxi y nos costó 6 €, en comparación a los 15 € que nos cobraron para venir hasta aquí el día 2.   Sobre las 09:15 horas estábamos en el Hotel Apollo Bratislava. No nos dejaron hacer el check-in, pero sí dejar las maletas en consigna. 

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Los datos y la tarjeta de visita del Hotel Apollo de Bratislava.
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    Liberados del equipaje, fuimos a desayunar algo para reponer fuerzas. Luego, a eso de las 11:00 horas, cogimos el autobús 47 para subir al Castillo de Bratislava. Los billetes se expenden en unas máquinas para tal fin sitas en cada parada. Un billete para dos zonas urbanas y trasbordos ilimitados cuesta 1,10 €. El autobús nos dejó en la puerta principal del castillo. Más que un castillo, podríamos llamarlo palacio, porque, su forma constructiva así lo da a entender…

El billete del autobús.
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Distintas tomas del Castillo de Bratislava.
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La entrada al Castillo de Bratislava nos muestra en su patio la estaua equestre de Svátopluk I.

  En el patio de entrada nos recibe una estatua equestre de Svatopluk I (830-894), quien, inicialmente, fue gobernador del Principado de Nitra y, posteriormente, dirigió la revolución que derrocó a su tío Ratislav I, convirtiéndose en el segundo rey de la Gran Moravia. Su gobierno destacó por los numerosos conflictos con sus vecinos, sobre todo los francos, y por conseguir la mayor extensión territorial de su imperio.

El Castillo de Bratislava se ubica en una colina rocosa, con una posición dominante sobre el Danubio. datan Los primeros asentamientos conocidos, en la colina, datan de la Edad de Piedra y posteriormente fue habitada por celtas, romanos y eslavos. El primer castillo fue construido en el siglo X por los bávaros para caer en el siglo XI en manos de los húngaros que lo incorporarían al sistema defensivo del primigenio Reino de Hungría. En los siglos posteriores el castillo se reforma varias veces tras los ataques sufridos en sucesivas guerras y en algunos períodos sería habitado por los monarcas húngaros. A principios del siglo XIX comenzó un período de decadencia del castillo. Con motivo de las guerras con el imperio napoleónico el castillo fue habitado por los militares y en 1811 sufriría un gran incendio que arruina casi por completo el edificio, marcando el principio de su abandono y casi total destrucción hasta que, en el año 1950, se inician las obras de reconstrucción y recuperación del monumento. Sería tras la remodelación acometida en el siglo XVIII cuando el castillo adquiere la forma que tiene en nuestros días, es decir, esa característica figura cúbica flanqueada por una torre en cada una de sus cuatro esquinas y rodeada, en parte, por una muralla defensiva.

  El Castillo de Bratislava es, sin duda, el monumento más representativo de la capital de Eslovaquia y desde él se pueden contemplar unas maravillosas vistas panorámicas de la ciudad. En los días claros se ve parte del territorio austríaco e incluso se llega a ver HungríaHoy en día este monumento alberga varias colecciones del Museo Nacional y se exhiben varias colecciones del Museo de Historia.

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Castillo de Bratislava

Horario

Todo el año  : de martes a domingo de 09:00 a 17:00

Los lunes de todo el año permanecerá cerrado

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Contacto

Teléfono : +421.220.483.110

Web        :  https://www.visitbratislava.com/places/bratislava-castle/

Precio

La vista a los museos:

Adultos                                          : 10 €
Estudiantes y Pensionistas   : 4 €

Niños < de 5 años                      : Gratis

Admirar la construcción desde su exterior, con su muralla, el patio con un pozo de agua en el centro y las cuatro torres, la más alta es la de la Corona, con 47 metros de altura es gratis.

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Vistas desde la explanada del castillo.
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Rincones preciosos, calles pintorescas y parte de la muralla de la ciudad componen la imagen del casco antiguo.
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  Iosu no quiso visitarlo por dentro y nos centramos en hacer algunas fotos del entorno. Luego, bajamos por una de sus laderas hasta el casco antiguo. Fuimos a comer a la zona de la Puerta de San Miguel. Entramos en un local llamado The Cut en la calle Ventúrska 5 y pedimos dos platos del menú. Nos cobraron 55 € por los dos platos combinados, dos postres, dos cervezas y dos Coca-Colas. Tras la comida fuimos al hotel para hacer el check-in y descansar un poco.

La tarjeta y los platos que comimos en The Cut.

  Más tarde, a eso de las 17:50 horas, le acompañé a Iosu al gimnasio V-Fitness, que encontró por Internet, sito en la calle Krizna, a unos 15 minutos a pie desde el hotel. Dejé a mi hijo en el gym y yo me dirigí al casco antiguo para hacer las últimas fotos del viaje.

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Una preciosa tarde me regaló un bonito paseo por Bratislava.
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Pero la tarde languidecía y había que poner rumbo al gimnasio para recoger a mi hijo.

  Antes de ir a reunirme con Iosu, pasé por el lugar donde debíamos coger el bus al día siguiente, en la Torre Nivy. Me fijé en los accesos y el tiempo que tardaríamos en llegar y, una vez todo controlado, fui a por mi hijo. De regreso al hotel cenamos en el italiano que conocíamos de días anteriores. Una pizza, para cada uno, cerveza y Coca-Cola nos costaron 35 €.

  Tras cenar tranquilamente, pusimos rumbo hacia el hotel. Recogimos y preparamos todo para la partida y nos fuimos a descansar… Fin de viaje, tan sólo quedaba regresar a casa.

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Bratislava - Viena - Frankfurt - Biarritz - Donostia

Nos levantamos a las 06:00 horas. Estaba todo organizado, pero, una ducha y un último repaso nunca vienen mal. A esas horas ya hacía calor. El termómetro,

al igual que la víspera, marcaba 16º C. El desayuno estaba incluido, así que, a las 07:00 en punto estábamos en el comedor para desayunar. Nos dimos prisa, no debíamos perder el bus, porque todo el regreso dependía de él. A las 07:20 salimos hacia la Torre Nivy. Todo en orden… El autobús de FlixBus salió puntual a las 07:55 y a las 08:45, en el horario previsto, estábamos en la T3 del aeropuerto de Viena.

La reserva de FlixBus.
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Las tarjetas de embarque de los dos vuelos de vuelta.

  Tras pasar un riguroso control de equipaje, entramos en la zona de embarque. A las 10:10 anunciaron la puerta… F08. Despegamos en hora a las 11:20, en un Airbus 320. Llegamos a Frankfurt también en hora, a eso de las 12:35. El avión nos dejó en la puerta A38 de la T1.

  Llovía a mares en el enorme aeropuerto de Frankfurt. Embarcábamos hacia Biarritz por la A52 de la misma T1, pero, para para llegar, tuvimos que recorrer más de 1,5 Kms de una punta a otra de la terminal. Tras localizar la puerta nos comimos un bocadillo y esperamos hasta la hora de embarcar. Todo fue en hora y despegamos a las 15:40 en un Airbus 319.

  Llegamos a Biarritz a las 17:45. Allí nos esperaba Rosa y nos llevó hasta casa. El periplo por tierras eslovacas había terminado… Ya podíamos contar otro apasionante viaje por la vieja y siempre sorprendente Europa.

    Nota:

  Los precios y horarios de los castillos y demás monumentos que aparecen en este blog corresponden al verano de 2023. Si vas a preparar un viaje a Eslovaquia consulta su página de turismo:

   P.D.:

  Después de un mes de nuestro regreso, recibí una multa de tráfico porque no había sacado el correspondiente permiso para circular por las autopistas húngaras. Recuerdo que, al alquilar el coche, el chico de Europcar nos dijo algo al respecto, pero, no le entendía bien. Además, en ningún momento pasamos por una frontera marcada como tal para poder pagar esa tasa. De todas formas, estaros atentos y que no os pase lo mismo.

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Nos ha quedado una cuenta pendiente
en los Montes
Tatras... 

© F. J. Preciado  2023

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